17. Confianza

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«Se aplica a la persona, especialmente al amigo, con quien se tiene un trato de amistad más familiar.»


Aitana

El llanto de Amaia resonaba por toda su pequeña casa. Llevaba así desde ayer al llegar del karaoke, todavía no sabía que la pasaba y la situación empezaba a agobiarme al verme incapaz de sacarle una sonrisa.

Apenas tenía unos cuantos datos que desde un principio no supe cómo enlazar. Sin embargo, en ese momento fui consciente de todas las piezas que ahora mi mente empezaba a encajar ante mi asombro.


— Ya no soy pequeña —había refunfuñado la niña de pelo marrón oscuro con un par de rizos rebeldes recogidos en dos coletitas—. Me llamo Emma García Romero.

Al oír ese nombre el sistema nervioso de la pamplonica se disparó pues detrás, se escondía una historia. Una historia con la que cada día se dividía su corazón y su mente en sí olvidarla o recordar los momentos vacíos. No aguantó mucho y se acercó a la pequeña sonriente a hacerle un par de preguntitas.

¿Cuantos años tienes pequeñina?

3. Los cumpo el cheis de julio.

Amaia se llevó la mano a la boca sorprendida. No podía ser ella, no ahora que conseguía dormir por las noches sin que la culpa le pesase tanto como más de un año atrás.

Cada vez las paredes de aquel local se hacían más pequeñas y su respiración se agitaba obligándola a caminar de espaldas hacia una esquina intentando camuflarse.

Ella solo quería que esa culpa cesase.





Amaia levantó su cabeza de mis piernas interrumpiendo el tocamiento de pelo. Se secó unas lágrimas rebeldes que habían recorrido su piel y abrió la boca en señal de querer decirme algo sin llegar a atreverse.

Aiti, tengo que decirte algo. Pero antes, necesito saber que no me vas a juzgar, ni criticar. Y no te enfades, porfa.

Amaia, sabes que es lo último que haría. Puedes confiar en mí, soy una tumba.

Hace tres años, me fui a Pamplona con mi tía, ¿Te acuerdas? —yo asentí con la cabeza para no interrumpirla y que pudiese continuar, sabiendo lo mucho que la costaba volver a la conversación si sufría algún comentario que la parase— Fue todo muy repentino e inesperado. A penas tenía dieciséis años y yo... no estaba preparada para tal responsabilidad.

Amayi, ¿Podrías ser más clara, porfa?

Me quedé embarazada. Emma es mi hija. Bueno, eso creo...

Estaba en shock. ¿Cómo no estarlo? Era imposible no haberme dado cuenta antes. ¿No confiaba en mí lo suficientemente como para contármelo? Mil preguntas se atropellan en mi cabeza y por la cara que tenía Amaia estaba claro que no era buena idea hacerlas. Sobre todo algunas.

Sus ojos acuosos me pedían la bandera blanca, preguntándome cuán de enfadada estaba. Yo aún seguía intentando procesar todo. Hacerme a la idea de lo que mi mejor amiga había sufrido sin un hombro en el que apoyarse.

Estaba obligada por mis padres a darla en adopción. Te lo intenté contar, pero no fui capaz por el miedo que tenía a que me rechazaras y te enfadaras conmigo.

Amaia... —dije intentado no llorar—

No habíamos podido contenernos las lágrimas y yo me abracé a ella dándola a entender que no estaba enfadada, que no me iba a mover de su lado, ni antes, ni ahora.

Tampoco nunca.

Pasamos así todo el fin de semana. En su casa, viendo todas las series que Netflix nos recomendaba y acabando con las palomitas de todos los supermercados de la zona.

No había visto a Luis y los pocos datos que sabía de él durante los dos días fueron gracias a los escuetos mensajes y llamadas que habíamos intercambiado, las cuales apenas duraban una hora.

La noche del domingo caía, y con ella yo en los brazos de Morfeo. Amaia parecía resistirse a hacerlo y fue capaz de despertarme, aunque se hubiese llevado un par de manotazos.

Aiti mañana tienes clase. Es mejor que vayas a casa —me avisó ella—.

La pereza me puede, lo mismo me duermo en el metro —contesté yo riendo mientras estiraba mis brazos intentando escapar de ese cansancio—.

Siempre podrás caminar cinco minutos y entrar en casa de Luis. Que seguro no te pone pegas.

Mi cara palideció al completo, menos los mofletes, que podían compararse con un tomate y ganar esa batalla.

Amaia, casi mejor vete a dormir ya que el cansancio te puede.

No creo que vaya a ser capaz de dormir en muchos días...

Su cara se había tornado sería, triste y con los ojos vidriosos. Sabía que no sería capaz y me sentía culpable de no poder arrancarle de cuajo ese dolor que tenía ella dentro. La abracé lo más fuerte que pude y le aseguré mil veces que al llegar a mi casa ala avisaría.

Yo_21:21

«Luiiiiiis. Me abrirías la
puerta de tu casa?
Porfiii😇»

Luis_21:22

«Ahora?»

«Dame un segundo»

Todos los nervios y músculos de mi cuerpo se habían tensado. Me sentía ridícula, ni siquiera le había preguntado antes y había aparecido ahí como si fuese algo importante suyo. Que horror. ¿Y si estaba su hermana? O peor, ¿Y si estaba su amiga con derechos?

Tierra trágame.

Poco más me dio tiempo a pensar en mi cabeza que trabajaba a mil por hora pues en cuestión de segundos ya tenía su voz más rugosa de lo normal al otro lado del telefonillo.

Subí los tres pisos andando. No encontré el ascensor y cuando llegué arriba a penas me quedaba aliento.
Mi cuerpo estaba bloqueado en frente de la puerta, mis manos en los bolsillos, esperando a que me abriese la puerta, sabiendo que si no llamaba no iba a saber que ya había llegado. Maldita imbécil.

Por fin pude dar esa señal y antes de haber terminado de pestañear ya tenía sus ojos ocultando un universo entero en frente mía.

El estómago dando vueltas sin parar, mis mofletes tornados rojos y una sonrisa de idiota que no se borraba ni con típex.

Bendita la hora en la que le conocí.
En la que decidí ir a su casa.

Bendita la hora en la que sus brazos rodearon los míos.
En la que me dejó su camiseta lila, la cual no le pensaba devolver.

Bendita la hora en la que su respiración pausada calmó la mía.

Bendita la hora que pude sentirme en casa por ganarse mi confianza.








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Holaaa!!!!!

Bueno, que me paso por aquí súper rápido para desearos un feliz día de reyes y "regalaros" este capítulo, que aunque no pasa mucho, espero que os haya gustado.

¿Os han traído algo los reyes? ¿Que creéis/queréis que pasará en los próximos capítulos?

Os leo y os quiero siempre!!💙

Tus acordes en mi guitarraWhere stories live. Discover now