Hérederos: Dorado Ardulian.

7. ARTUR

No podía creer aún lo confusos que eran los pasillos de la escuela, al principio me había parecido increíble que la escuela pareciera tener mente propia. Ahora creo que no le agrado, pues siempre que estoy solo las paredes se mueven para cambiar mi camino, las puertas no se abren y las lámparas mágicas no se encienden. Me tomo casi 10 minutos llegar a la sala de armas, al llegar, Guila y Zane estaban practicando con sus espadas. Guila se movía muy rápido, esquivaba y lanzaba golpes desde una distancia segura. Mientras Zane gracias a su musculoso cuerpo y su tamaño se lanzaba hacia los golpes de Guila y los detenía con el mango de su espada, haciéndola retroceder.

Ambos se detuvieron al verme, Guila dejo su espada en el suelo mientras Zane se limpiaba el sudor. En términos de resistencia Zane era más fuerte, pero la habilidad en combate de Guila era impresionante. Incluso los caballeros entrenados en el castillo tenían problemas al enfrentarse a ella. Eso hizo que obtuviera el nombre de la doncella guardiana. Pues siempre estaba protegiendome en batalla, era molesto que la apodaran como una simple guardiana, pues Guila era mucho más fuerte que yo y que muchos otros hérederos reales. Pero ella era constantemente relegada de sus labores, subestimada e incluso humillada. Solo por no ser una heredera nacida de una familia real. El padre de Guila, el general Adelei. Fue uno de nuestros mejores Guerreros, que tristemente falleció durante la guerra contra el ejército rojo. El hombre había construido una vida de logros y contribuciónes al Reino, así que al morir. el Reino tuvo que lidiar con una gran pérdida, al no tener hijos, la sangre de un gran Guerrero se había perdido. O eso fue lo que el Rey, mi padre creyó. Hasta que al castillo llegó el testamento del general Eugine Adelei, en el cual el le dejaba su título, sus bienes y su riqueza a su única hija, Guila Adelei. Una hija que tuvo fuera del castillo con una costurera que conoció en una de sus múltiples batallas.

Aunque la chica no fuera una hija legítima de la realeza, el Rey acepto darle un lugar en la corte, así ella y su madre se mudaron al castillo. Así conocí a Guila. Y así ella y Arqeus se enamoraron y lo perdieron todo.

Vi a guila acercarse a mi, mientras le ofrecí algo de agua. Sus manos tenían demasíados callos y sus dedos más cicatrices de las que pudiera contar. Guila se esforzaba más que nadie, debía hacerlo. Pues no podía parecer débil.

- Estas bien Artur? - me preguntó Guila mientras me miraba. Desvíe la atención con una ligera sonrisa, últimamente mi mente se perdía demasiado en pensamientos pasados. Era un precio que debía pagar al formar una tríada, podía sentir lo que estaba en los corazónes de mis aliados y aunque me lastimara recordarlo, Arqeus era nombre que ni Guila ni yo podríamos olvidar.

Zane apareció de la nada y le arrebato el frasco con agua de las manos a Guila, bebiendo todo el trasparente líquido en un instante. Escapando aguilmente de los insultos y puñetazos de la chica.

Me gire hacia el otro lado de la sala y me encontré con el grupo de Ilumia. El lugar estaba prácticamente vacío a excepción de nosotros, por lo que era fácil entablecer contacto con aquella doncella. El grupo de Ilumia era sin lugar a dudas de los más fuertes, no conocía mucho de Ilumia, pero si a sus compañeras, ambas hijas de famosas familias. Tell Anás de Mith, hija del conde de Mith, uno de los terratenientes más ricos del Reino. Su familia se especializaba en la caza de bestias salvajes de la cual provenía la brutal habilidad de la chica, Tell era la mejor arquera del Reino incluso entre los caballeros reales, los maestros y magos. No creo que nadie pudiese igualarla. También estaba Julie Sonora, hija del mayor comerciante del Reino. Según los rumores del castillo no hay nada que ella no pueda conseguir. Ilumia había logrado conectarse con personas impresionantes, algo que no me sorprendía pues nuestros corazones nos enlazan a aquellos con los que compartimos más particularidades. E ilumina era sin lugar a dudas impresionante. La observé por unos minutos mientras forzejeaba con Julie en un combate sin armas, Julie era más fuerte, pero ilumia más rápida. Con un rápido movimiento Ilumia se puso a su espalda y la derribó, dando por terminado el combate.