13. ????

20 3 0
                                    

Las sombras se retuercen en lo más profundo de la oscuridad, no tengo tiempo de pensar en nada. Solo en que la noche está llegando a su fin y a la escuela no le tomara mucho tiempo notar mi ausencia. Dos figuras aparecieron en la oscuridad, ambas vistiendo unas largas túnicas negras que les cubrían el rostro. Las túnicas emergían en la noche, llenas de brillantes estrellas y puntos plateados.

- Que les tomo tanto Tiempo - les dije con mi voz distorsionada, gracias a las artes oscuras.

- La escuela tiene un ojo sobre todos, toma un tiempo engañarla. - me respondió una de las sombras con su voz igualmente particular.

- Los tres están en un solo lugar, ni siquiera la diosa pudo haber previsto esto. Debemos ser rápidos, está vez no podemos fallar. -

- El maestro no tolerará errores esta vez, ahora no basta con seguirlos, no podemos hacerlo. -

- Por que no, están aquí, es el momento. - respondió la tercera sombra.

- Aún no, no sin estar seguros de que tanto saben. El aún no despierta, no es tiempo. - La tercera sombra camino hacia la nada en un movimiento enojado.

- Entonces por qué no haces venir aquí, sabiendo lo peligroso que es. - Respondió la sombra, aún con su voz mezclada el tono furioso era perceptible.

- Alguien ya noto que estamos aquí, no puedo asegurar quien es. Pero pude percibir su magia siguiéndonos, nos está rastreando. Encuentrenlo. - dijo la voz de la primera capa mientras se alejaba flotando en el cielo, para luego desaparecer bajo el ala de la noche.

- ¿Quien se cree para darnos órdenes? - respondió la tercera sombra alejándose entre los pasillos.

Así me quedé expectante, mirando la luna sobre mi cabeza. Cobraría venganza, está vez no fallaría.

Hérederos: Dorado Ardulian.Where stories live. Discover now