Hérederos: Dorado Ardulian.

56. ERIK

Nunca había sentido algo así, la sensación de estar y no estar a la vez. Como si viera todo desde la vista de alguien más. Estoy tranquilo, cansado y desesperado al mismo tiempo. Siento como si mi cuerpo flotara sin peso alguno, es extraño por decir poco.

Estoy de pié en una bruma oscura, tal como si estuviera solo en una noche sin luna, sin siquiera una pequeña luz para dislumbrar el camino. Nada, a excepción de mi propio ser que destella en la oscuridad. Doy un par de pasos en la nada y camino por un rato, no llevo la cuenta pero parece demasiado tiempo.

He estado asi desde... Desde hace cuanto estoy así? No lo sé, supongo que mucho dado que no recuerdo cuando empecé. Sin embargo tampoco debe ser tanto pues no estoy cansado, aunque no recuerdo haber estado cansado nunca, no realmente, soy bastante resistente y tengo un buen físico. Ahora sé que es por mi poder y no por mí esfuerzo.

Doy vueltas sin cesar por qué temo que si me detengo la oscuridad me devorara por completo, Empiezo crear un camino o eso creo, por lo menos intentó guiar mis pasos, voy en dirección norte, no giró ni me desvío, trato de ir derecho. Eloise me dijo una vez que en caso de perderme en un bosque debía caminar recto, así saldría de el en algún momento. No tiene nada de relación con este lugar, pero tampoco tengo muchas opciones.

Para evitar estar solo invoco una pequeña mariposa, La criatura vuela a mí alrededor con cierta gracia. Al poco tiempo llamo a otras dos, luego a tres más, no lo noto hasta después de un rato, pero ahora estoy rodeado por un enjambre completo.

Caminar con ellas iluminando la oscuridad es mucho más sencillo, así noto que lo que estoy pisando es algo similar al agua, solo que viscosa y negra. Creo algunas mariposas más y las envío lejos para Guiar mis pasos, un par de centímetros, luego metros, ya perdí la cuenta de cuántas mariposas hay en el camino, supongo que de desearlo podría iluminar todo el lugar. Las sigo durante otro rato hasta que finalmente decido detenerme, caminar ayuda, pero también me hace pensar.

¿Donde éstoy?

Por lo poco que recuerdo estaba fuera de la caverna de Cuervo, estaba junto a Artur y Aurora, también estaban Zane y Guila. Y... Aquella mujer, me estaba golpeando? Me tenía sometido por el brazo y me lanzaba palabras que ahora mismo no puedo comprender. Aurora la golpeó, pero ella no me soltó, creo que me desmaye tras ello. Es un poco difuso, pero recuerdo claramente a Artur gritándole con fuerza, y por alguna razón supe que estaba a salvo. Su voz era más como una orden.

Me siento en el suelo al sentir un ligero dolor de cabeza, Supongo que las cosas no terminaron bien si estoy en este lugar. Me había desmayado antes, pero siempre despertaba poco después, como despertar en una noche sin sueños. Esto es diferente, por qué primero, estoy consciente, sé que es un sueño o por lo menos algo parecido, También recuerdo todo, no es como si mi mente estuviera jugando conmigo, y además, puedo usar magia. Intentaría con algún arte para salir de aquí, pero incluso en el mundo real mis hechizos fallan.

Juego un poco con el agua en mis piernas, es viscosa, pero no es repulsiva y está fría. Mis mariposas también reposan sobre el agua solo que sin sumergirse, tan solo unas pocas aún flotan a mí alrededor. Tomo una de ellas y la dejó descansar sobre mi dedo índice. Es tan real que me sorprende lo delicada que puede llegar a ser mi magia. Puedo ver el detalle en sus alas y en sus antenas.

- Donde crees que estamos pequeña amiga. - La mariposa sacude sus alas en respuesta, aunque no una muy asertiva.

- No creo que pueda responderte. - Me levantó de golpe al oír aquella voz, salto rápido y llevo mis manos a mí cintura. "Sin espadas" es un mal momento para no tener un arma.

Trato de escuchar nuevamente aquella voz esperando así encontrar su origen. Sacudo mis dedos y agudizo mi oído, quien podría habitar en este lugar oscuro, tal vez un demonio o una criatura de la noche. Escuche del maestro Gerald que existen criaturas que devoran sueños, lo que fuera no podía ser bueno. Múltiples mariposas vuelan hacia mi mano y se unen hasta formar una bola de energía dorada.  Algo similar a los hechizos de fuego del maestro Ignis.