17. ARTUR

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Me sentía un poco molesto por haber recibido todo el crédito, más aún cuando Ciaro y Silva se habían llevado la peor parte. Karla estuvo con nosotros toda la noche y luego nos acompañó a la enfermería, al igual que nosotros parecía preocupada, si le importaba no haber recibido los puntos no lo demostraba. La chica había sido un gran apoyó durante el combate al igual que Silva, pero de alguna manera parecía que se estuviera culpando así misma por salir ilesa. Cuando llegamos a la habitación me topé con Ilumia y Tell, recordando que Julie también había sido atacada. Ilumia Lucía tranquila, pero Tell era un manojo de nervios lo cual era raro, pues Tell Normalmente era una calma insuperable. Un compañero herido afecta a todos, pensé mientras las saludamos rápidamente. Pensé en acercarme a Ilumia, en hablar con ella, pero no parecía dispuesta a hacerlo. Además ahora mismo el único pensamiento en mi mente era Zane, ese alocado sujeto que había recibido la mordida de un nocturnas por mi. Que le había plantado cara y salido victorioso, podía sentir en mi pecho la angustia. El sentimiento era fuerte, pues se mezclaba con los de Guila. Le puse mi mano en su hombro y le pedí que se calmara, pues si yo podía sentir su dolor Zane también lo haría. La chica me miró con sus ojos un poco rojos y respiro un par de veces tratando de calmarse.

La maestra Eva salió de la habitación, al vernos parecía sorprendida.

- ¿Que hacen aquí? Les dije que ellos estarían en sus habitaciones después de la cena. - dijo la maestra mientras, abría la puerta y nos invitaba a entrar.

- A diferencia de ustedes, yo sí tengo un poco de hambre. He terminado aquí pueden llevárselos, empiezan a ensuciar el lugar. - explicó la mujer, dejándonos solos en la enfermería.

Incluso antes de entrar pude escuchar los gritos de Zane quien luchaba con Julie por un parde muletas.

- Sueltalas, chismosa. - dijo Zane halando las muletas.

- A quien llamas chismosa, torre mal oliente. - respondió la enojada Julie, pisándole el pie. - Me atacaron la pierna yo las necesito, idiota. -

- No te lastimaron la pierna, te atacaron en el trasero, ¡enana!-

- ¡Cabeza de púa! -

- ¡Reina solterona!-

- ohh te pasaste, Lockster, te pasaste. - dijo Julie soltando las muletas y saltando sobre Zane. Ciaro comía desde su cama mientras Silva los miraba y gritaba alentandolos a pelear. Al mirar la escena pensé en lo ridículo que había sido mi preocupación, Guila y Tell dieron un paso al frente, Tell tomo de los hombros a su compañera para luego abrazarla. No podía escuchar lo que decía, pero podía ver sus labios moverse en lo que parecía una disculpa. Por otro lado Guila había halado a Zane por las orejas Gritándole que dejará de ser un niño.

- Princesa, aún estoy convaleciente ten piedad de tu caballero. Príncipe dile algo. - me respondió Zane mientras corría a ocultarse tras de mí, siendo el mucho más grande que Guila y yo, parecía absurdo que ella lo asustara tanto.

- Si ya estás haciendo malos chistes no estás convaleciente, Zane. - le gritó Guila intentado golpearlo sin pasar de mi. Mientras Zane esquivaba los golpes, me sentí feliz, alegre de ser nuevamente la víctima de sus peleas. Vi como Karla corrió hacia Ciaro más tranquila, mientras Ilumia ayudaba a que Silva se sentará junto a ellos. Karla lucía feliz, puede que incluso más que yo, le contó a Ciaro lo que había pasado tras su desmayo. Como Silva se había enfrentado a la criatura en la cueva, usando únicamente su fuego para protegerlos, como ella había hecho todo lo posible por alejar a la bestia de él y como nosotros habíamos llegado. Le contó cómo vencimos a la bestia y como el maestro Gerald había aparecido en medio del campo, la chica omitió lo extraño de los cristales o como ella y Silva recibieron muchos más golpes. Ciaro se levantó cojeando un poco y me estiró la mano.

Hérederos: Dorado Ardulian.Where stories live. Discover now