.2.

4.1K 452 115
                                    




N/A: Aquí tenéis este segundo capítulo, pero antes de que lo leáis me encantaría pediros que, en la medida de lo posible, deis vuestro apoyo a los capítulos votando y comentando.

Como seguramente sabréis, escribir lleva su tiempo y ver vuestras reacciones, leeros y poder interactuar con vosotras es la mejor recompensa a todo ese tiempo que dedico a escribir, corregir, rerererecorregir mil veces y compartir con vosotras los capítulos.

¡Os lo agradecería de corazón y me harías muy muy feliz!

Gracias a esas personas que ya lo hacéis, de verdad no sabéis lo mucho que me ayuda.

Y sin enrollarme más... espero que os guste el capítulo.

Sígueme en el perfil de Wattpad, Instagram y Twitter. Me haríais muy feliz.

Instagram: laureaescribe
Twitter: laureaescribe
____________

Me encontraba tan concentrada en distraer a mis pensamientos, que no me percaté de que cada vez había más y más gente esperando para conseguir sus bebidas. Justo en ese momento, se estaba realizando un cambio de escenario para el siguiente DJ y la gente aprovechó la pausa.

Cómo no, varias personas habían pasado por delante de mí.

Aquello me puso ligeramente de mal humor. La impaciencia comenzó a hacer acto de presencia por todo mi cuerpo y la poca diversión que me quedaba se fue convirtiendo cada vez más en enfado. Sabía que ese enfado era sin duda conmigo misma, por no poder estar controlando los recuerdos que parecían bombardearme, pero no pude evitar echar malas miradas a las personas que me rodeaban y que habían pasado por delante de mí.

Por suerte, conseguí llegar a la barra en algo menos de diez minutos y rápidamente paré a uno de los camareros con mi mano. Me importaba más bien poco que estuviese en medio de uno de los pedidos.

El muchacho me miró en un primer momento con algo de molestia, pero sonrió poco después girándose hacia a mí. Su encantadora sonrisa seguro que acostumbraba a deslumbrar a cualquiera, pero no tenía ni las ganas ni el ánimo para dejarme encandilar.

–Eh, fiera. Tranquila –dijo sonriendo mientras me miraba de arriba abajo–. ¿En qué puedo ayudarte? –preguntó con cierto tono seductor mientras se apoyaba en la tabla que nos separaba y que se encontraba justo enfrente de mí.

–En que me sirvas dos cervezas lo más rápidamente posible –le pedí con dureza. No tenía ni el tiempo ni las ganas para flirtear y mucho menos con él.

–Vaya... qué humos –se quejó.

–¿Por favor? –me salió con cierta sorna.

«Cálmate, Lara», me dije a mí misma.

–Vale, fiera. Lo he pillado –contestó aquel joven dirigiéndose a los surtidores, ya con dos vasos.

Tardó más bien poco en servirlas y en cuanto me cobró se fue directamente a atender a otra persona, sin volver si quiera a mirarme, lo cual agradecí. No quería continuar siendo borde con alguien que no lo merecía, solo porque yo estuviese de mal humor por culpa de un italiano cabrón que había logrado colarse en mi mente en los últimos minutos.

Cogí las bebidas y me dispuse a atravesar el gentío que allí se agolpaba para volver con mis amigos, concentrándome en derramar el mínimo de líquido posible. Incluso me di cuenta de que fui mordiéndome la lengua fruto del elevado grado de concentración que dicha tarea requería en ese momento.

Y de nuevo, tú © [TERMINADA]Kde žijí příběhy. Začni objevovat