.38.

3.8K 318 165
                                    




Capítulo dedicado a @Cinthia21FV <3

***

Admiré la sinceridad con la que Enzo me abrió su corazón. La forma en la que me había explicado lo de Ashley me hizo convencerme de que ni era verdad ni él tenía nada que ver con su llegada a la ciudad. En cuanto a lo que hizo durante su estancia en Australia, no compartía su forma de actuar, pero parecía realmente arrepentido y tampoco podía recriminarle nada, pues en ese tiempo no estábamos juntos y yo también tuve algún lío e incluso intenté tener algo más con David.

Que nombrase en varias ocasiones lo que sentía por mí me agradó más de lo que podía imaginar. No podía negar que mi cuerpo se llenaba de una energía inexplicable al saber que Enzo seguía amándome, viendo en su mirada la verdad de sus palabras.

Sin embargo, a pesar de todo ello, seguía sintiendo algo dentro de mí que me hacía dudar. Algo que me avisaba de que, a pesar de seguirle amando tanto o más que el primer día, a cualquier mínimo problema me costaría no desconfiar. Habían sido tantas las veces que me había desilusionado con y por él; tanto era el miedo a que volviese a ocurrir que mi mente y mi corazón se protegían de un posible futuro daño con la duda, el entredicho y la desconfianza.

Enzo me miraba, sabía que esperando a que dijese algo, pero no tenía ni idea de qué le podía decir. Por una parte, quería tirarme a sus brazos, disfrutarle sin importar nada más y estar con él de nuevo. Sin embargo, otra parte de mí me gritaba que no volviese a engancharme a él como con anterioridad, pues si algo ocurría otra vez entre nosotros ya no me veía capaz de superarlo.

Su mirada impaciente me escrutaba, la mano que se posaba sobre la mía acariciaba suavemente esta, sintiendo incluso su angustia a flor de piel. Yo, por mi parte, ni siquiera estaba segura de estar respirando. Todo mi cuerpo se encontraba completamente rígido, con el corazón tratando de huir de aquel coche y unas ganas de llorar que ni siquiera supe de dónde salieron.

–Di algo, por favor –suplicó él casi en un susurro.

–Yo... yo no sé qué decirte, Enzo –le expliqué. Sin poderlo evitar, dos lágrimas abandonaron mis ojos.

–No... Eh... Perdona. No quería presionarte –se disculpó con cariño, retirando las lágrimas de mis mejillas con sus pulgares–. Tan solo necesito saber que me crees.

–Sí. Claro que te creo, Enzo –le confirmé, viendo cómo todo su cuerpo se relajaba mientras yo misma volvía a limpiar mi rostro–. Siento no haber querido escucharte antes, pero...

–Tranquila, lo entiendo –me interrumpió–. No tienes que sentirlo. Me has escuchado ahora, que es lo que importa.

Los nervios y la satisfacción de comprender que Enzo no me había engañado con Ashley, afloraron en mí en forma de risa, provocando que Enzo sonriese pese a parecer completamente desconcertado por mi repentina actitud.

–¿De qué te ríes ahora? –quiso saber.

–Nada. Debo tener una pinta horrible: sucia, despeinada, el vestido roto y mugriento, llorando y riendo a la vez... –expliqué sintiendo como me sonrojaba.

–Entremos en casa. Podrás ducharte tranquila y te dejaré algo de ropa ¿te parece? Tenemos toda la noche para hablar, si tú quieres.

Me habló con tanto cariño y tanta cautela que no pude negarme. Obviamente, había ido hasta allí con él era para pasar tiempo juntos, hablar y aclarar las cosas, pero la verdad es que agradecía el poder pegarme una ducha y cambiarme de ropa antes.

Sin más dilación, desabroché el cinturón que todavía llevaba puesto, asintiendo ante la invitación de Enzo, y me bajé del coche. Sentí mi rodilla y toda la parte anterior de mi cuerpo dolorida por la fricción que este hizo contra el aluminio de aquella maldita ventana, pero nada que una buena ducha y un buen descanso no pudiesen remediar.

Y de nuevo, tú © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora