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Este capítulo va dedicado a @Akemy_02. Gracias por el apoyo <3

***

Des de que Enzo me había informado de su marcha a Australia en a penas unas horas, mi ánimo se había venido completamente a bajo. No quería que él se sintiese mal, pues según me había dicho se trataba de un tema urgente que solamente podía solucionar desde allí, pero no podía evitar pensar que nuestra relación, aunque había mejorado, se encontraba en un punto frágil y delicado. Me preocupaba en exceso cómo podrían afectarnos aquellas semanas que deberíamos pasar separados.

Después de comernos las verduras y de percatarme de cómo Enzo intentaba normalizar el ambiente, mientras me tranquilizaba repitiéndome que en unas semanas estaría de vuelta y que estaríamos en contacto a diario, él me propuso quedarme a pasar la noche con él. La verdad es que no tenía pensado quedarme, pero teniendo en cuenta que iban a ser las últimas horas que podíamos pasar juntos, no pude negarme ni siquiera por orgullo. Tenía ganas de estar con él y no quería desaprovechar el momento.

–Vamos, Lara. Anímate –dijo él mientras nos encontrábamos recogiendo la mesa, momento en el que dejó todo lo que tenía en sus manos para acercarse a mí, quitar los platos que sostenía y abrazaba mis manos entre las suyas–. No me gusta verte con esa mirada tan triste –continuó diciendo con cariño mientras pellizcaba con ternura mi mejilla.

–Perdona, Enzo. No quiero darte esa impresión –me disculpé–. Pero no puedo evitar pensar que, una vez más, te vas –me sinceré.

–Lo sé. Y créeme que he intentado hacer todo lo que estaba en mis manos para poder encargarme desde aquí, pero no es posible –explicó con franqueza–. Esta vez voy a volver, Lara. Y no será para cumplir los dos meses que tenía que estar en la ciudad. Voy a quedarme si tú así lo quieres, preciosa. En cuanto esté todo solucionado en Australia, volveré para quedarme.

Sus manos para entonces acunaban a mi rostro con primor mientras sus pulgares acariciaban la piel de mi cara, haciéndome cerrar los ojos.

–Sé que no soy quién para pedírtelo, pero confía en mí, por favor –susurró muy cerca de mi rostro, sintiendo con ansia su respiración rozar mis labios–. Esta tarde te he dicho que por mínima que sea la oportunidad de volver a estar contigo, haré todo lo que pueda para que funcione, Lara. Y lo voy a cumplir cueste lo que cueste.

Los dos zafiros que tenía como ojos me observaban con decisión y una voluntad que respaldaban las palabras que llenaban todo mi ser de esperanza. Enzo estaba dispuesto a apostar una vez más por nosotros dos y yo solamente deseaba que no volviese a pasar nada que me hiciese alejarme, pues no lo soportaría.

–Ven aquí, anda –murmuró con dulzura mientras posaba su brazo en mi espalda para acercarme a su cuerpo, arropándome con él. A pesar del calor del verano, sentirle tan cerca me daba la vida–. De veras siento mucho esta situación y no sé qué puedo hacer para que puedas sentirte mejor.

–No te preocupes, en un rato se me pasa –le expliqué con mi rostro hundido en su pecho–. Me disgusta que tengas que irte justo ahora, pero entiendo que no tienes otra opción. No te preocupes –intenté tranquilizarle.

Le sentí suspirar mientras sus brazos me abrazaban con firmeza y me pegaba todavía más a él.

–No sabes lo que he echado de menos sentirte así, tan cerca –susurró acariciando mi espalda y mi pelo–. A pesar del tiempo que ha pasado y de la distancia, sigo necesitándote. Todavía no entiendo lo que logras hacer conmigo, Lara.

–Es un secreto, pero la verdad es que te hice un hechizo –bromeé para intentar animar un ambiente que llevaba algunos minutos algo decaído.

–¿Así que se trata de eso? –interrogó con diversión mientras me separaba ligeramente de él para poder verme a los ojos– Sabía que solo podía ser un embrujo.

Y de nuevo, tú © [TERMINADA]Where stories live. Discover now