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NOTA IMPORTANTE: Hece unos días, intenté descargarme un juego "pirata" y casi me cargo el ordenador. Tuve que borrar todo el disco duro y reinstalar todo lo que tenía. La cosa es que, por suerte, no perdí mis archivos al tenerlos en un disco externo en una copia de seguridad, pero algunos words como en el que tenía a "Y de nuevo, tú" no estaban en la última versión. Ese documento ahora es una versión más antigua que escribí, por lo que no está ni corregido ni redactado tal y como al final me gustó, por lo que debo cambiar algunas cosas. Sin embargo, con eso y las notas que tengo en mi móvil, voy a reescribir los capítulos más o menos con rapidez, pero obviamente no podré seguir subiendo capítulos a diario si quiero que sigan estando bien corregidos y con los menores errores ortográficos y gramaticales posibles.

Este capítulo he tardado más en subirlo porque entre borrar el disco duro y volver a reinstalarlo todo he perdido un día entero, pero ahora espero poder subir capítulo aproximadamente un día sí y uno o dos como mucho no.

Espero que lo podáis comprender. Lloré mucho cuando creí que lo había perdido todo.

***

Los latidos de mi corazón corrían desenfrenados, sin saber si hacia a él o en dirección contraria. Deseaba como nada en el mundo poder estar junto a Enzo y ser felices de una vez por todas. Sin embargo, el miedo a que, una vez más, lo nuestro fracasara, era todavía un rival peligroso para lo nuestro.

Debía decirle algo. Había podido comprobar que todas las dudas por las que me había apartado de él aquella última semana eran falsas. Incluso pese a mi desconfianza y a mi claro rechazo, Enzo había continuado estando para mí. Él supo comprenderme y encontra las palabras y las caricias adecuadas para calmar el bullicio en el que se habían convertido mis pensamientos.

Obviamente no podía volver a estar con él como si nada hubiese pasado; como si intentase obviar de golpe la desconfianza y la inseguridad que sentía sobretodo conmigo misma. Tampoco quería hacerle creer a Enzo que podíamos seguir por donde lo habíamos dejado hacía algo más de un año, pues aunque era lo que sabía que ambos anhelábamos parecía injusto para los dos después de todo lo vivido.

No obstante, tampoco podía engañar y ser injusta con mi corazón. Amaba a Enzo como nunca había amado a nadie. Seguramente incluso como nunca más amaría a otra persona. Y eso merecía, al menos, una nueva y definitivamente última oportunidad. Una que los dos merecíamos, pero la que quería llevar con calma y unos niveles de comunicación que Enzo debería cumplir.

–Yo también te quiero, Enzo. Mucho– pronuncié sintiendo como el temblor de mi voz le sorprendía a la vez que se iluminaba su rostro por mi declaraciób–. Pero necesito que volvamos a empezar, que no nos precipitemos con nada y...

–¡Claro! Iremos al ritmo que tú marques, Lara –me interrumpió entusiasmado, haciéndome sonreír al verle así, pegándoseme su alegría–. Esta vez todo irá bien, lo sé.

Se levantó de la hamaca, pareciendo que su cuerpo no podía contener la energía positiva que parecía arrollarle por completo.

–Pero hay una condición –solté, interrumpiendo su nervioso vaivén y notando cómo una pizca de temor pasaba por su mente.

–¿Cuál? –quiso saber.

–Necesito que nos comuniquemos mejor. Que nos lo contemos todo. Que hablemos las cosas antes de que podamos enterarnos por otros medios y que confiemos el uno en el otro –le expliqué–. Por mucho que desee estar contigo, sigo teniendo miedo a que, una vez más, ocurra algo que nos separe. La única forma de evitar o al menos disminuir la posibilidad de que eso ocurra es la comunicación y la confianza.

Y de nuevo, tú © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora