Intermedio 1.2

2.6K 140 8
                                    

Domingo por la tarde

Que precioso día aquel el 14 de febrero que se ha dejado ver la cara realmente, y es que lo que al principio parecía un día maravilloso donde brillaría el sol y los pájaros cantarían y compartirían sus melodías con las jóvenes parejas y no tan jóvenes sus repertorios de éxitos, pasando las 9 de la mañana todo se oscureció, el cielo de pronto empezó a llorar y ya no hubo nada que lo calme, así ha sido durante las 6 horas seguidas, arruinando cualquier plan de tono romántico que puedan tener.

Pero Sasha no es de muy preocuparse por eso, ella tampoco es como si hubiera tenido planes para la mañana, no como sus padres, que ni aun y bien salía el sol, estos ya habían desaparecido, dejando sola a su única hija en la enormidad de su casa solitaria. Pan de cada día, ya ni siquiera se esfuerza por llamar su atención, mandó al diablo hace tiempo cualquier intento por ser el orgullo de sus padres.

"¿Dónde estas?" la joven rubia veía a través de la ventana de su habitación, cada gota de agua que resbalaba por el cristal servía para contar en la mente los segundos que pasa mientras espera el arribo de su amada

No hay nada que hacer, la tarea ya está completa al cien y los videojuegos no es algo en lo que le guste matar el tiempo, eso es el trabajo de Marcy después de todo. Pero tenia cierta expectativa por ese día, su novia debería estar con ella ayudándole a matar el tiempo, disfrutando de la compañía mutua y descubriendo juntas los limites de lo que pueden tolerar sin querer comerse a besos.

Fuera de sus pensamientos y la comodidad de su casa, va una chica apresurada esquivando charcos y autos, su bicicleta le ayuda bastante pero en este caso es difícil de decir. La rueda trasera le a empapado levantando agua del suelo, ya a su vez la lluvia no parece detenerse incluso parece tomar fuerza con cada metro que avanza.

"voy muy tarde" dice a nadie, sus respiración es pesada por el esfuerzo puesto en cada pedalada "Sasha me va a matar"

Pero ve que su destino esta cerca y dibuja una sonrisa de satisfacción, puede sobrevivir un día mas al parecer, sin embargo toda su ropa se ha echado a perder, el impermeable no ayudó mucho y la rueda que salpican desde abajo le dio el tiro de gracia. A menos siente consuelo que en su mochila aquello que lleva aun está a salvo, los cielos fueron piadosos incluso ayudaron de cierta manera a que preparara su regalo para su querida novia.

Ding dong

Hace sonar el timbre de la puerta, primero con miedo a electrocutarse y segundo segura de que Sasha no pueda escucharle. Esa casa siempre parece intimidarle, es inmensa digna de familia extravagante, después de todo, los padres de la rubia son importantes empresarios adinerados y sabe también que ninguno de ellos estarán dentro a menos que sea el fin del mundo, un desperdicio la verdad que si, y aunque al principio envidiaba la lujosa vida de Sasha, al pasar tiempo con ella fue tomando conciencia de que no es tan maravillosa como lo imaginaba.

La puerta se abre sacando a la chica de sus pensamientos, una cabellera rubia se asoma y en Anne cae un par de ojos de rubí examinándola de pies a cabeza "llegas tarde" dice, no hay saludo ni una pisca de emoción que no sea una reprimenda

"lo sé es que..." se excusa apenada por el retraso, cualquiera que se encontrara en esa situación simplemente se daría media vuelta y se alejaría enojado por tal recibimiento, pero Anne conoce muy bien a esa chica como para leer a través de las palabras enojonas "este clima esta difícil"

"bueno..." Sasha se hace a un lado para dejar entrar a la chica "será mejor que te cambies, estas muy empapada" le dice "pero tendrás primero quitarte toda la ropa mojada aquí mismo en la entrada"

"¿estas bromeando?" aunque preguntara sabía que Sasha estaba hablando en serio "¿no podrías darme una toalla"

"mojaras todo el piso, vamos, quítate toda la ropa mientras voy por una cesta donde colocarla" no era una sugerencia, era una orden inmediata que debía ser cumplida "estamos solas así que no te preocupes"

Y mientras Sasha desaparecía en su casa, Anne ingresa un poco y cierra la puerta de la entrada. Resoplando se despoja del impermeable que nada pudo hacer contra la madre naturaleza, y luego le sigue lo poco que tenia encima, por suerte su ropa interior no estaba tan empapada y podría usarla hasta que pueda tomar prestado algo de Sasha.

"aquí pon todo" la rubia llegó con una cesta, pero su visible amiga sintió vergüenza lo que provocó que le adorne un bonito tono carmesí en el rostro "o vaya"

"no mires demasiado" Anne hace lo que debe tratando de no mostrar demasiado en el proceso "ya esta"

"bueno, iré a poner todo en la lavadora mientras puedes subir a mi habitación" Sasha tomó la cesta y se despidió

Anne tomó la mochila que cargaba y tomó dirección hacia las escaleras de la casa. Al llegar arriba entró en el cuarto de la rubia, quedando como siempre impresionada de lo grande que era, ni aun la enorme cama del centro bastaba para opacarle, y los peluches que vigilaban lo hacia ver como si custodiaran un palacio. Anne deja a un lado la mochila y espera quietecita a que su novia llegue, podría tomar prestado un cambio de ropa pero hacerlo antes no era una buena idea.

"¿aun estas con eso?" escuchó a sus espaldas y se gira para hacer frente a Sasha "se supone que te lo quitarías"

"¿eh?" Anne no entiende, pero Sasha le da una pista cuando se desprende de la blusa que llevaba encima "¿Qué haces?"

"vamos a hacerlo ¿no lo recuerdas?" Anne pasa saliva, es abrumada, y la piel expuesta de Sasha no hace mas que empeorar la situación "ya quítate eso, hoy tomarás mi primera vez"

Continuará...

Dentro de un año posiblemente

¡Feliz Navidad Anne!Where stories live. Discover now