Dulce Fruta 2

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La noche estaba un tanto avanzada y en media luz de la habitacion la señora Boonchuy se encontraba, suspirando comparte en la soledad de la alcoba la desdicha que la acoge. Es una fecha especial aquella, sabe de sobra, en las velas que adornan la habitacion sus ojos solo pueden recordar. Ella se mueve de la cama, su esvelto cuerpo envuelto en la fina tela trasparente se valancea con su andar, de nada ha servido ponerse sexy provocativa mostrando que aun a su edad es un bombón que cualquiera desearía tomar, pero ahora eso no importa y con sumo pesar apaga las velas una a una como contando los años que ha pasado sin algo de cariño por parte de su marido.

"es mi culpa, ya no somos jovenes" dijo al aire regresando a la realidad que le ha tocado "devo hacerme a la idea de que esto se ha convertido en una rutina sin sentido y que sin importar lo que haga, ya nada será como antes"

Ella regresa a la cama y en su enormidad reposa su cuerpo rendido, suspira y recoge un poco de de su calor. Mas la noche avanza despacio, en sus inmensidad le ha sido dificil quedarse dormida, cómo podria cuando todo lo que sabe es que su esposo va gastando el tiempo en la computadora jugando un juego de video, nada, aquel hombre que le juro amor olvida y olvida dandole priorirad a su trabajo y su mundo virtual.

¿cuando fue la ultima vez que sintio sus caricias? sus besos ya son algo desconocidos, opacos que se desvanecen con el tiempo, remplazados por los labios de una joven de cabello dorado. A veces se siente culpable cada vez que recuerda el momento que pecó, pero sus memorias le atormentan y entre la culpa un deseo feroz emana de su pecho.

"Sasha..." Ella acompaña sus memorias con caricias propias que viajan por su cuerpo "no..."

Tiene un efecto placentero, saber que aquella chica duerme tan cerca, o tal vez no. Como desea ahora estar entre sus brazos y que sus besos la envuelvan en un frenecí de pasion, que aquella rubia se salga con la suya, que la destruya, que la haga suya la posea y la lleve de la mano a lo mas alto.

"esta no soy yo" se dijo y levantó de la cama "tengo que dejar estas fantasias de colegiala y enfocarme en mi familia... para esto me he preparado"

Ella sale de la habitacion, con cautela va dejando rastro de su desdicha. primero se detiene frente a una habitacion, ella sin esfuerzo abre la puerta y enseguida los ruidos del teclado mecanico inunda sus sentidos. la luz del monitor es lo unico que ilumina esa habitacion, refugio aquel de ese hombre que ama, pero que se empeña en alejarla de su lado.

"cariño ¿vendras a la cama?" el hombre no reacciona mas que para cliclear como loco el raton, no deberia cuando los cascos sobre sus orejas le separa del ruido que le pueda molestar "buenas noches" dice ella resignada cierra la puerta y se aleja.

Allí esta su vida, queria al menos un momento agradable por su aniversario, pero ya vio que eso no se va a poder. Esa fecha pronto desaparecerá y se convertirá en un recuerdo amargo mas. La vida no es color de rosa, ahora sabe que no importa su destino, ya no puede renegar de ello.

Ella recoge sus pasos y trata de volver a su solitaria habitacion, pero una mano sobre su hombro la sorprende, ella se gira y la sonrisa radiante de una joven le saluda. La señora boonchuy protesta por el atrevimiento pero en la pared cercana se vio atrapada.

"Sasha ¿que haces?" Ella voltea hacia cualquier otro lado, que sus ojos no se topen con aquellos o su cuerpo se ablandará "deberias estar con Anne"

"si es cierto" la rubia tomó la barbilla de la mujer y la obligó a cruzar miradas "me contó que hoy es un dia especial para usted, pero veo en sus ojos que no eso no es asi" dijo la rubia viendo la tristeza que empaña esa mirada, además de que Anne ya estaba dormida y la rubia pues se sentía sola.

"eres muy joven para entenderlo" dijo la mujer quien empujo suavemente a la rubia lejos de ella "por favor" susurro rogándole que la abrazara que entendiera y la mimara como hace con Anne, o que simplemente se vaya y finja que nada a pasado.

La señora Boonchuy se alejó y buscó rapido un refugio dentro de su habitacion, esperando que la rubia le deje en paz con su miseria o que la persiga y la haga suya, ya no sabe que quiere y encontrar a Sasha tan determinada como siempre provocó que sus pensamientos se desorden. La habitacion es cerrada y su cuerpo en la puerta lo recarga, respiracion agitada y un golpeteo en el corazon le dan la idea de cuan emocionada estaba.

"quieres un momento a solas, verdad" Su corazon se acelera, era obvio que Sasha no la dejaria tranquila aun cuando la vio vestida de forma tan provocaticva "puedo hacerte compañia si quieres"

maldita sea su suerte, y su calor que la envuelve y la enloquece. Ella se aparta y rapidamente abre la puerta, la rubia entra y se aseguran que la puerta quede cerrada, que nadie salga y que nadie entre "Sasha por favor, Hasme el amor"

Sasha la toma de la cintira le planta un beso feroz que la deja sin añiento, ella lo sigue y se frota con sus caderas que golpea la dureza de la rubia, su centro gotea con anticipacion queriendo ya ser llenado y despojado de esa picazon. Sasha se aleja de sus labios y sin consideracion la avienta sobre la cama, ella se sube y sus labios vuelve a reclamar. La señora Boonchuy se aferra  con fuerza y desprende cada prenda que opaca su lujuria, su centro arde y Sasha lo sabe por como un solo movimiento le basto para estar dentro de aquella mujer.

 La señora Boonchuy se aferra  con fuerza y desprende cada prenda que opaca su lujuria, su centro arde y Sasha lo sabe por como un solo movimiento le basto para estar dentro de aquella mujer

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¡Feliz Navidad Anne!Where stories live. Discover now