Noches en Vela 1

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Un nuevo día productivo llego a su final, claro si consideramos que estar en peligro constantemente amenazados por robots locos que quieren tu cabeza, entonces si fue un buen día, en este caso para la resistencia de Amphibia.

Llega el momento de dejar las armas para descansar mientras que algunos serán los ojos en la oscuridad de la noche, no hace falta que la comandante Sasha se estrese con eso, pero como parte de su trabajo tiene la obligación de dar un ultimo vistazo a su alrededor para así al menos tratar de dormir tranquila.

“será que pronto acabará todo esto” suspiró al viento dando media vuelta antes de volver a sus aposentos “al menos ahora tenemos a Anne, con su ayuda pronto todo volverá a ser normal”

Estaba contenta de que su amiga estuviera devuelta, al menos era una preocupación menos en la cabeza el ya no pensar que la había abandonado a su suerte luego del fiasco de la ultima vez. Tampoco la puede culpar por como se comportó a lo largo de los años, de esa forma controladora y nada sana para su relación, tiene suerte que al menos Anne lo haya intentado y ahora este bajo una nueva luz de esperanza.

“pronto rescataremos a Marcy y todo esto acabará” se dijo mientras va esquivando ranas parlantes y algunos sapos que se topa en su camino.

Muchos bajo su manto le alaban y le tiene respeto, algo que se ha ganado por merito. Renunció a sus ideales para proteger a la gente que Anne ama, gente rana, pero seres queridos al fin y al cabo. Era como una forma de espiar sus culpas, de enmendar sus errores y del pasado, querer ser una buena persona y ganarse el cariño de esa chica, y tal vez su amor.

Pero todo su esfuerzo tiene un precio, y ese hecho le va matando los huesos, aunque quien la viera ahora toda musculosa y tonificada se maravillaría de su belleza, pero eso es punto aparte por el momento. Ahora solo queda un poco de paz, en la poco cómoda habitación subterránea que espera su regreso, alli tal vez pueda pensar y enfocarse adecuadamente para planear nuevas y eficientes estrategias.

“Anne ya debe de estar descansando y yo igual…” se dijo al estar frente a dos caminos distintos, uno a su cueva solitaria y otro a la estancia de Anne “hablare con ella mañana”

No sabe cuando pasó, tan cansada se sentía en tan solo un momento que su armadura y piezas quedaban atrás a cada paso que daba. Un ligero fresco y su cama a la vista, cae rendida con una sonrisa y aplasta su cara en trapos viejos y apestoso que sirven como almohada. Es poco lo que tiene, y lo que tiene va perdiendo brillo, muriendo lentamente perdiendo el aroma que una vez tuvo, ahora envidia a Anne, ella pudo ver nuevamente su hogar y disfrutar aunque sea poco aquello que ha perdido.

“Mañana… te veré otra vez… es como un sueño o una pesadilla… no lo se” dice mientras se despoja de la ultima prenda que carga encima quedándose únicamente con la ropa interior malgastada y acomodándose en la cama “Anne… ojala estuvieras conmigo… aquí en mi cama… haciéndote el amor…”

Pasan las horas lentamente…

“Sasha…” en sueños perdidos ella escucha a alguien pronunciar su nombre

Hay una cálida caricia en medio de la noche, donde sus suspiros soñadores caen en la oscuridad. Mas hay un calor acompañándole, siente una sensación agradable envolver su cuerpo y tomarla. ¿Qué es? Se pregunta en sueños pero aquello no parece ser parte de su mundo tranquilo.

“Sasha…” otro murmullo cae en sus sentidos, sin tener idea va perdiendo la tranquilidad que le rodea.

Ella abre los ojos y una sonrisa hace latir su corazón, mientras tanto esa chica la mira, con una suave caricia que cae en la mejilla le informa que tan real es aquel sentimiento. Anne esta allí, sus ojos, sus labios, a tan solo centímetros de su boca deseando ser reclamados y envueltos en pasión. La luz de una vela solitaria le acompaña. Pero aun en su tono naranja puede distinguir aquel sonrojo en las mejillas de Anne.

“Anne ¿Qué haces aquí?” dice Sasha, ya bastante consiente de que la chica acostada a su lado no es producto de su imaginación.
Anne sonríe aun mas y lentamente acaricia con sus manos desnudas el pecho de la rubia quien suspira ante aquel atrevido gesto lo que no es suficiente para informarle que su pecho esta desnudo “me sentí sola Sasha, me haces falta”

Tal vez era momento de hablar sobre sus sentimientos, o de alguna manera tratar de limar las asperezas que aun quedan en su relación herida. Pero Sasha no puede ver nada en aquella mirada, sus caricias parecen pasajeras pero llenas de deseo, queriendo transmitir con gestos lo que sus labios no se atreven a decir.

“Anne… yo…” Sasha desvía su mirada, allá donde fuera lo único que estaba presente era mas y mas piel morena bañada elegante en la pobre luz de una vela “Anne ¡estas desnuda!”

“hace un poco de calor” comenta nada seria. Realmente nadie se comería esa mentira, pero Sasha deseaba hacerlo aunque fuera una tontería

“Anne lo siento” dice Sasha y se gira para darle la espalda a la morena, sintiendo como poco a poco la come la culpa y la envuelve la duda “no puedes estar aquí”

“lo se” Sasha reacciona con asombro, ¿entonces? “pero te necesito Sasha…  te necesito tanto” dice Anne, la morena no se aleja y se pega mas abrazándola por la espalda y llevando sus manos al frente de Sasha donde pueden vagar mas libremente “y siento que tu también” dice y envuelve su mano en la verga dura de la rubia.

¡Feliz Navidad Anne!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora