2. Encontrado

284 48 400
                                    

2. Encontrado.

Se hallaba en su escondite. Aquel espacioso sótano acondicionado para sus labores secretas y ajenas a la sociedad con la que se codeaba en elegantes y exclusivas fiestas o en la concreción de multimillonarios negocios.

Ese ambiente insonorizado ubicado debajo de su mansión que era conocido solamente por las dos personas más allegadas él y en las únicas que les confiaba con su vida. Después de todo, se habían ganado ese privilegio.

Uno, desde que era él mismo era un niño. El otro, durante los últimos siete años, siendo en muchas ocasiones, su mano derecha y su respaldo en la ejecución ciertos trabajos. Como el que próximamente tenía en su agenda profesional, paralela a la de su vida visible ante el mundo.

Tenía en ese momento toda su atención en su delicado trabajo. Con sus manos protegidas para no dejar sus huellas delatoras, tallaba con la experticia que daba la habitualidad repetitiva de sus acciones su firma en la base de la punta de la bala antes de terminar de armar el cartucho, que sería responsable de acabar con el objetivo impuesto en su más reciente encomendación.

AC.

Dos simples letras que para él, representaban todo su dolor. Una carga que no menguaba con cada año que pasaba, sino que se hacía más y más pesada, hundiéndolo con cada paso que no podía evitar seguir dando. Sabiéndose más perdido mientras más caminaba, aunque lo que había deseado era alejarse del sufrimiento, pero descubriendo con el pasar del tiempo que sólo había logrado vaciar su corazón de todo sentimiento y poner distancia con lo que alguna vez lo había hecho humano.

Felicidad.

Alguna vez había sido feliz. Había reído, celebrado, bailado.

Ahora, sólo era una máquina fría, insensible, calculadora y eficiente.

En eso se había transformado. 

Un día, años atrás, donde todo su mundo se había dado vuelta, cayendo en pedazos imposibles de rearmar. Calcinando todo lo que alguna vez había sido su sustento, los pilares de su vida.

Un día que había comenzado completamente normal, y que en cuestión de una fracción de segundo se volvió el peor recuerdo de su existencia, desconociendo qué desvíos del destino habían sellado el final de la mujer que había sido todo para él.

Sus recuerdos vagaron hasta uno de esos momentos cruciales posteriores a los funestos sucesos, que dieron inicio al cambio de rumbo que transitaba actualmente.


Agradecía haber contado con la presencia y apoyo del mejor amigo de su padre, que había llegado tan pronto fue notificado de la nefasta situación con asombrosa rapidez, cruzando para ello el Atlántico.

En cuanto el maduro hombre vestido con sumo refinamiento había entrado a la habitación del convaleciente, que seguía en coma, su semblante se había desfigurado ante la imagen que presentaba. El inglés tardó unos segundos en reaccionar. No era la primera vez que veía una situación así. Tenía experiencia en el campo militar y las escenas desgarradoras habían estado a la orden del día en su juventud. Pero ver a su amigo como una cáscara a la que se le escapaba la vida, lo había impactado como nunca antes.

Al joven no le costó percibir cómo un profundo pesar se apoderó del visitante.

La voz quebrada del huérfano de madre, que se había puesto de pie para recibirlo, lo devolvió a la realidad. Se observaron y enseguida acortaron la distancia que los separaba.

Ambos se habían abrazado con fuerza para mutuo consuelo, siendo el único testigo del momento en que el muchacho se había desmoronado para llorar sobre su hombro hasta casi ahogarse con sus propias lágrimas, entre hipidos y gimoteos.

Demonio Blanco - Lágrimas de Oro - (Shiroi Akuma #1) - #HA2023Where stories live. Discover now