19. Suya

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19. Suya.

"El amor a primera vista es fácil de entender; es cuando dos personas se han estado buscando el uno al otro toda la vida, que se convierte en un milagro"Sam Levenson.

***

El hombre a su lado acercó con precaución su mano al hombro convulsionado. No quería asustarla, pero creía que necesitaba un contacto amigable después de tanto sufrimiento, recibiendo como respuesta una reacción brusca por su parte, orillándose instintivamente junto a la puerta del habitáculo.

—Lo siento. No quise sobresaltarte —sonrió una vez más.

Ella se tranquilizó, pero no sonrió. No tenía motivos para hacerlo. Luego, se giró y perdió su mirada en el cielo nocturno a través de la ventanilla del helicóptero, sorprendida por la altura y la velocidad del viaje.

Él le habló a la espalda. Más para sí mismo que para ella.

—No sé si entiendes lo que digo —suspiró—. Todo va a estar bien ahora. Irás con el Señor S. Estoy seguro de que te tratará mejor que ese infame demonio.

Demonio.

Ella era el demonio.

Y claro que lo entendía. Comprendía todo.

Pero todavía desconfiaba. El que le hablaba no le había hecho daño, pero lo que había vivido durante la mayor parte de su vida, casi ocho meses, le enseñó que los hombres pueden sonreír y sin embargo ocultar detrás de ese gesto una gran perversión. Aun así, se preguntaba sobre ese Señor S

Si es que llegaba a conocerlo. La idea que se formaba en su cabeza desde que habían abordado el helicóptero la llevaba a buscar la forma de escapar. Podía hacerlo en cuanto llegaran a tierra. Sería sencillo. A pesar de no haber comido en más de una semana, no habían mermado sus fuerzas. Podría superar a varios hombres sin dificultad y salir corriendo... 

Pero entonces recapituló. 

<<¿Correr? ¿A dónde?>>.

No tenía idea en qué país estaban. O lo que encontraría al descender. Y a medida que se acercaban a la costa, se percataba de las luces de la ciudad. Estaba perdida. 

Todavía no era el momento. Esperaría. Había aprendido a ser paciente.

Por el momento, se dedicaría a disfrutar fascinada de la vista sobre el oscuro mar y la luna llena, que se reflejaba sobre el agua. 

Sería libre. De una forma o de otra.

Tarde o temprano.


Su acompañante la miraba en silencio. Se preguntaba qué pasaría por su cabeza. La dejó estar. Lamentaba las circunstancias que había tenido que vivir siendo incapaz de vislumbrar siquiera cómo había sido su experiencia en ese barco del inframundo.


Habían llegado al punto de encuentro en un lugar aislado, cerca de la playa. Todo alrededor era penumbra, salvo un punto de luz, que señalizaba el lugar de aterrizaje. En la sombra, se distinguía un vehículo a la espera. 

Cuando bajaron del helicóptero, el movimiento de las hélices revolvió el pelo de la joven, dejándolo desordenado sobre su cara. 

Sentía bajo sus pies el frío y la dureza del suelo y un mar de cosquillas se concentró en su vientre y pecho. El aire que entraba en ella tenía olor a sal, a noche y libertad. El miedo iniciaba una retirada paulatina y en su fuero, esperaba que fuera permanente. 

Demonio Blanco - Lágrimas de Oro - (Shiroi Akuma #1) - #HA2023Where stories live. Discover now