Capítulo 11.

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Bajé del auto de Kirk, seguido de Derek. Caminamos hacia la entrada de Joey's. El bar era del primo de Kirk, por lo que la mayoría del tiempo él me arrastraba de mi hogar para venir aquí. Ni él ni Derek podían negarse a las bebidas gratis.

Sostuve mi celular en mis manos mientras entrábamos. Derek me dio un golpe en el costado. Él odiaba que yo pasara la mayoría del tiempo en mi celular cada vez que yo salía con ellos. Supongo que tuve que agradecerle. Levanté mi mirada y no podía creerlo. Era ella. Estaba enfrente de mí. Separados por unas mesas. Pero era ella maldición. Había regresado. Ya no era la enana que yo recordaba. Ya no era mi enana. Estaba mas alta, su cabello se estaba más claro y largo, pero era la misma para mí. Salió corriendo. Justo como lo hizo 5 años atrás.

Solté un gruñido y seguí a Kirk hacia nuestra mesa.

—Amigo, parece que has visto a un fantasma —Derek repuso mientras se burlaba de mí—. ¡Mírate! Estás todo pálido.

—No opines Derek. —Kirk dijo.

—Es Mare —me limité a decir y la miré de nuevo.

Estaba con Cloe. ¿Por qué no me extrañaba? Regresaba y la primera que ella pensó en ver fue a Cloe. Quería enojarme, el enojo y la furia no se habían ido después de estos 5 años que pasé sin verla. Ella regresaba y no tuvo el maldito coraje para decirme que ella estaba aquí. En Boston. Conmigo.

—¿Mare? ¿Quién demonios es ella? —Derek me miró con el ceño fruncido y tomó una servilleta para hacerla trocitos con sus manos.

Le lancé una mirada a Kirk. A él lo había conocido semanas después de que ella se fuera. ¿Cómo no iba a conocerlo? Kirk era el primo de Alondra, y aunque ellos no se llevaran tan bien, aún tenía el amargo recuerdo de lo que le dije tiempo atrás.

Kirk me miró y luego pestañeó varias veces. Él también recordaba.

—¡Mierda! —exclamó Kirk, apoyándose sobre sus codos en la mesa—. ¿Mareena? ¿La chica de las fotos pegadas en casi toda tu habitación? ¿Esa es?

—Si y a ella gusta que le digan Mare —dije irritado y a decir verdad, un poco avergonzado. Derek no tenía que saber aquella información. Estúpido Kirk.

—¿Tienes fotos de una chica en tu habitación? —Derek se burló—. Muy masculino, amigo.

Lo fulminé con la mirada y dejé escapar un gruñido. Esto no estaba bien, yo tenía que dejar de mirarla. Ella hablaba con Cloe y la verdad, moría de ganas de ir hacia su dirección

—No es cualquier chica —escuché como Kirk proseguía, haciendo que fijara toda mi atención hacia él—, Justin lleva queriéndola como un verdadero bobo 5 años. Tanto, que mi prima Alondra...

—Basta —lo corté, lo que iba a decir estaba fuera de lugar. Nadie sabia aquello mas que él. Claro, era su primo y mi mejor amigo.

Derek nos miró repetidas veces, soltando una maldición. Él odiaba que Kirk y yo guardemos tantos secretos entre nosotros. Pero yo no conocía de mucho tiempo a Derek, no como Kirk.

—Además de que lo abandonó —susurró Kirk.

—¿Cómo que lo abandonó? —le dijo de vuelta Derek en voz baja.

—Se largó sin despedirse de él. Justin estaba destrozado.

—Los escuchó par de imbéciles. Y no estaba destrozado idiota, no exageres las cosas.

—Si estabas destrozado —repuso Kirk dejando pasar mi comentario.

—No lo estaba.

—Si lo estabas. Es decir, fuiste novio de mi prima. —Soltó una leve risita.

—¿Y eso qué?

—Eso es estar desesperado. Alondra es un grano en el trasero y uno muy grande.

Kirk se cruzó de brazos. Su primo apareció segundos después con unas bebidas. Kirk y Derek las bebieron como si su vida dependiera del alcohol. Borrachos sin control. Odiaba cuando ambos se emborrachaban hasta el culo dejándome a mí a cargo de ellos. Eran unos bastardos del alcohol.

Giré mi mirada hacia su mesa, ignorando por completo la pregunta de Derek si me iba a beber mi cerveza. Ella leía el menú mientras hablaba con Cloe a la vez. Mierda, por fin estaba en Boston. Después de 5 años, Mare había vuelto. ¡Mírame maldita sea!

—Entonces... ¿No tomarás tu cerveza? —Derek hizo que girara la cabeza.

¿Pero qué...? El muy hijo de su mamá había terminado su bebida en menos de 5 minutos. Como dije... Adictos al alcohol.

—Tómatela —la arrastré hasta que estuvo enfrente de él.

—Deja de mirarla, Justin. Pareces un acosador, en serio —Kirk empujó a un lado su bebida, prestándome toda la atención.

—No la he visto en 5 años, joder. Yo la veo cuando quiero y cuando se me de la gana.

Kirk negó la cabeza riendo.

—Hombre, no bromeabas cuando dijiste que la querías, ¿huh?

—No, no lo hacia.

Él me asintió levemente con la cabeza. Entendiéndome. ¿Ven? Es por ello que era mi mejor amigo. Es decir, puede ser un imbécil y bocón a veces, pero él sabía cuando era mejor callar la boca y este era uno de esos momentos.

—¡Termine! —Derek apartó ambos tarros de cerveza que ahora estaban vacíos.

¡Mierda! Aquél chico no tenía límites.

Volverte A Ver [j.b.]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon