Capitulo 15

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—Juro que si no empiezas a manejar mejor tomaré el autobús.

Me colgué mi bolso y abrí la puerta del coche de Cloe. Mi amiga levantó una ceja fastidiada.

—Cállate. No has muerto, ¿o si? Además, tú nunca tomarías un autobús.

—Adiós, Cloe y gracias por traerme —cerré la puerta y caminé hasta la puerta de mi hogar. Metí la llave y entré.

Con un grito anuncié mi llegada, subí hasta mi habitación y me deje caer sobre la cama. Me sentía cansada y exhausta. Aunque fuera el primer día, mi maestro de anatomía decidió dejarnos tarea de investigación. Era un señor robusto y canoso, tenía lentes cuadrados, su voz era lo bastante fuerte para que se escuchara con claridad en el aula, tenía barba incipiente pero su cabello estaba muy bien peinado y lo más increíble fue que durante todo el tiempo que habló yo le presté total y completa atención.

Saqué mi computadora del cajón de mi escritorio, queriendo adelantar lo más que podía. La universidad de Boston hasta ahora me gustaba, me sentía cómoda con tanto espacio para poder caminar, los pasillos no eran estrechos así que era difícil que chocara con personas como normalmente solía hacerlo.

—Mare —mi madre entró a mi habitación y me sonrió—. ¿Qué tal tu día?

—Estuvo muy bien mamá. ¿Qué necesitas? —pregunté porque sabía que solamente entraba a mi habitación para avisarme de algún plan.

—Invité a Justin a cenar.

Hasta ahora lo recordaba, no lo había visto en todo el día y tampoco me mandó un mensaje para saber cómo me estaba yendo en mi primer día. Observé a mi madre muy seria.

—¿Cómo? No pudiste verlo hoy.

—No lo invité a él en persona. Me volví a reunir con Diane —sonrió. Mi madre y la mamá de Justin siempre se habían llevado muy bien—. Aunque fue ella quien lo sugirió, yo solo acepté.

—¿Por qué? —fruncí el ceño. Me parecía extraño, si así hubiera sido, Diane no hubiera perdido la oportunidad de venir también ella.

—¿Por qué tanta pregunta Mareena? ¿Siguen siendo amigos verdad?

—Si, claro, pero...

—Llegará a las 7 —salió de mi cuarto dejándome confundida.

Me pasé la siguiente hora adelantando lo que pude del trabajo y cuando dieron las 6 me di una ducha rápida. Al terminar, me enrollé la toalla, caminé hasta mi armario y lo abrí. ¿Qué demonios me pondría? Admitía que no quería verme como una verdadera vaga, no frente a él. Era la primera vez que venía a cenar desde que regresé, pero lo que me ponía nerviosa era mi madre, no quería que comenzara a decir cosas que sinceramente no quería que Justin supiera. Ella no era nada tonta, sabía que mi madre estaba enterada por los sentimientos que tenía hacia Justin, en el pasado yo era muy obvia.

Escogí un vestido negro sencillo y me puse unas sandalias doradas. Cepillé mi cabello, lavé mis dientes y al final me maquillé. Cuando terminé bajé las escaleras para poder serle útil a mi madre.

—¿En qué te ayudo? —pregunté en cuanto entré a la cocina.

Ella se giró, terminaba de sacar del horno la lasaña que había preparado y olía delicioso.

Volverte A Ver [j.b.]Where stories live. Discover now