Capítulo 49

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Preferí caminar a casa a pesar de tanta insistencia por parte de Justin y tampoco quise llamar a Cloe para que viniera a recogerme. Sabía que ella estaba a punto de reventar por tanta incertidumbre, pero por el momento quería estar a solas, sin nadie. Aunque... no era sólo yo. El vecindario de Justin siempre me había parecido muy bonito, tranquilo y muy familiar para cualquiera que apenas estaba iniciando su vida. La mía no iba a la mitad e iba a ser madre. 

Justin no había podido ocultar su emoción y orgullo, aunque no quería que lo hiciera, él era impresionante, con un gran futuro y yo no había querido estropearlo. Justin siempre me había ayudado, empujándome a ser una mejor versión de mi misma y lo había logrado. Así que yo no quería ser la mujer que le diera una razón para estar sujeto a Boston. Justin nunca iba a ser aquél tipo de hombres que se quedan estáticos en un solo lugar. Nueva York era para él. Yo lo sabía. Justin lo sabía. 

La vida pronto me jugó una mala fortuna. A dos cuadras de llegar a mi vecindario, la lluvia cayó inesperadamente. Gruñí y solté un grito lleno de frustración, no llevaba ningún suéter encima y el frío me caló hasta los huesos. El auto de Cloe seguía aparcado en la acera para cuando llegué a mi calle. Las luces de la entrada estaban encendidas y llegué empapada. Abrí la puerta, mojé el tapete de tela color salmón que a mi madre le gustaba tanto y fui hacia el baño para secar mi cabello con una toalla. Los pasos y exclamaciones de mi nombre por Cloe no tardaron en llegar. 

—¡Mareena! —pronto se asomó al baño, mi cabello chorreaba y yo lo secaba lo mejor que podía. Al ver mi aspecto, Cloe agrandó los ojos—. ¡Pudiste llamarme para ir por ti!

—Quería estar sola. 

Ella se quedó afuera del baño con aspecto receloso, la casa estaba fresca por el clima y había tomado prestado uno de mis suéter de lana. 

—¿Tan mal fue? —susurró con pesar. 

Yo negué. 

—No le dije. 

Vi como Cloe parpadeaba estupefacta, su boca se abrió un poco y pude notar como ella no podía encontrar palabras para continuar con el tema. Eran pocas las veces en las que Cloe se quedaba sin opinión. 

—¿Cómo... por qué? 

No pude evitar llorar. La sonrisa de Justin, su emoción, todo me llegó de golpe de nuevo. Mis emociones pudieron conmigo y lo odiaba. A pesar de estar empapada, Cloe me abrazó con fuerza. 

—¡Mareena! ¡Mareena! —gritó alguien desde la entrada. Era la voz de Rayna. 

Miré a Cloe ceñuda. 

—La he llamado antes de que llegaras —sonrió débil—. Imaginé que no querías dejarla fuera de esto. 

—Gracias —me atraganté—. No hubiera podido decirlo... 

—¡En el baño! —dijo Cloe en voz alta.  

Al momento en que mi amiga apareció, sus ojos me buscaron de inmediato. Supe que sentía miedo por mi, que estaba preocupada y que no me juzgaría. Agradecía de mil maneras por tener a amigas como Cloe y Rayna. 

—¿Le has dicho a Justin? —preguntó ella dando un paso hacia nosotras. 

—No, no lo ha hecho —contestó Cloe por mí. 

—¿Cómo? ¿Por qué no? 

—No lo sé, no ha dicho palabra. 

—¡Mare! ¡No puedes esconderle esto! 

Pronto ambas se metieron en una pequeña discusión acerca de mi mala decisión. Mis oídos quemaban, mi cuerpo se sentía tieso y odiaba el sentir mi ropa adherida a mi cuerpo. Odiaba también que ambas estuvieran hablando como si yo no estuviera presente. 

—¡Basta! —rugí. Las empujé a ambas para salir del baño y me detuve en medio de la sala de estar. Cloe y Rayna me miraron, en silencio—. ¿Acaso creen que no quería decirle? ¡Ustedes no lo vieron! ¡No vieron el orgullo en su mirada, su emoción, su forma de verme y de querer compartir todo conmigo! ¡No saben nada!

—De acuerdo —susurró Cloe rendida e inhaló hondo—. ¿Por qué no nos lo dices? Queremos ayudarte, Mare. 

Volvieron a caer lágrimas por mis mejillas. 

—Obtuvo una beca... En Nueva York —añadí con un hilo de voz—. Es por todo lo que ha trabajado... todo su esfuerzo, todas sus metas están ahí. Su futuro depende de esa beca. Justin ha puesto todo de si para lograrlo. ¡Ni siquiera sabía que había aplicado para aquello! Y lo conozco muy bien como para saber que no quería contármelo hasta que estuviera seguro de que lo había logrado porque Justin no quería darme falsas esperanzas. 

—¿Se irá? —preguntó Rayna. 

—Si. Por 6 meses. 

Cloe soltó un jadeo. 

—¡6 meses!

—Aguarda... conozco esa beca —apuntó Rayna y me miró con pánico—. Oh, no. Mierda. 

—No quiero malas noticias, Rayna. 

—Lo siento, pero creo que estoy a punto de darte una... 

—¡Dilo ya! —urgí de mal humor. Necesitaba bañarme. 

—Justin no fue el único que ha ganado esa beca. 

—¿Qué dices? 

—Son dos puestos, lo sé porque mi padre nunca ha dejado de reprocharme en que dejo pasar oportunidades como esa y... 

—¡Rayna! —la regañé. 

—Sara la obtuvo también, Mare. 

—¿Perdón?

Rayna se mordió el labio. 

—Sara también va a Nueva York. 

—¡Debe de ser una broma! —exclamó Cloe—. De todas los alumnos que aplicaron, ¿ella tuvo que ser aceptada? 

Yo sentí como mis hombros ganaban un peso más. Sara era una mujer increíblemente insoportable, la odiaba y el hecho de que ella estuviera en Nueva York con Justin mientras yo veía como mi vida se hacía pedazos, me causaba una increíble furia.

—Es inteligente —dije yo con voz neutra.

—Tienes que decírselo a Justin —sentenció Cloe—. Mare, no puedes guardarle un secreto. Lo hiciste hace años y casi los destruye. 

—No le diré... aún —me rendí—. No lo entiendes porque no eres tú la que está embarazada, Cloe, así que no me digas qué hacer. 

La había ofendido y yo me sentí fatal al instante. 

—Mierda, no... lo siento, Cloe... —suspiré y ella relajó sus hombros. Me comprendía tan bien como para saber cuando eran mis emociones hablando y no yo—. Se lo diré, pero no aún. Quiero que Justin disfrute de esto, que disfrute de lo que está por venir para él. No le arrebataré su futuro cuando él me ha dado el mío. 

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¡Siento mucho la demora! Este semestre está pesado, mis horas libres ya no existen. 

Lamento mucho decirles que mi tiempo para actualizar será realmente limitado y raro, este espacio para escribir fue una suerte. Pero espero que continúen aquí para cuando vuelva a actualizar. 

Volverte a Ver está llegando a su recta final. 

¡Las quiero y les mando un beso! Espero hayan disfrutado. 

xx

Volverte A Ver [j.b.]Where stories live. Discover now