Capitulo 28.

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—¡Justin! —gritó un chico que estaba sentado alado de Sara. Justin no le hizo caso por seguir teniendo sus ojos sobre los míos—. ¡Eh, hombre!

Parpadeó cuando el chico demandó su atención con el segundo grito. Sentí otra presencia aparte de Cloe a otro lado mío. Era Kirk. Con una mano sujetaba su vaso de cerveza y la otra estaba metida en el bolsillo de sus jeans negros.

—¿Estás preocupada?

—No, que va —mentí—. Justin puede jugar si quiere.

Kirk se rió de mi porque no me creyó.

—No estés nerviosa, Mareena —me aconsejo con una sonrisa ladeada—. Durante cinco años no pudiste salir de su mente. Se necesitará mucho más que un juego de verdad o reto para que eso suceda.

—Dijiste que te apellidabas Lest —le recordé y Kirk asintió sin saber a qué quería llegar—. He escuchado tu apellido en alguien más.

—¡Ya veo! —sonrió ampliamente—. Será porque soy primo de Alondra. ¿La recuerdas?

Asentí. Como no iba a recordar el nombre de la primera novia de Justin.

—Escogió reto —dijo sorprendido y yo lo miré sin comprender—. Tu hombre.

Volví a concentrarme en la conversación que se estaba llevando a cabo en la mesa. Podía notar a Justin nervioso y aún más cuando me pilló mirándolo. Fruncí mis labios, enormemente molesta. ¿Cómo podía ser tan estúpido? Estaba claro que lo era la mayor parte del tiempo. ¿Quién, en su sano juicio, juega verdad o reto enfrente de su novia?

—Te reto que beses a Sara.

Di un grito ahogado y mi espina dorsal se paralizó por completo. Quise arrancarle el cabello a aquel chico estúpido. A Sara también, se había enderezado en la silla y a simple vista se notaba su emoción. Si ella creía que iba a permitir que algo así sucediera estaba muy equivocada.

Justin se levantó, poniendo ambas manos en la mesa y su aspecto ya era serio. Negó con la cabeza y se disculpó.

—Escogiste reto —recordó el chico con aire arrogante. Definitivamente lo odiaba—. Ahora lo haces.

—Paso. Tengo a mi chica esperándome.

Sin hacer caso a los abucheos que los borrachos le hacían, rodeó la mesa para encontrarse conmigo. Kirk se hizo a un lado para no interponerse entre nosotros. Cuando llegó, Justin tenía una mirada en la que me pedía disculpas, me rodeó entre sus brazos y supe que una persona en específico se había girado de su silla para ver con lujo y detalles como Justin me prefería a mí.

Siempre me preferirá a mí.

—¿Estás enojada? —gritó.

—Admito que haberte escabullido con Sara para hablarle sin decirme nada, hizo que me enojara mucho.

—Eso no fue lo qué pasó —negó asustado a lo que pudiera decirle. Me callé la boca, no queriendo interrumpir—. Sara me jaló por el codo, me tenía agarrado fuerte y la maldita música está muy alta como para que me escucharas irme. ¿Me perdonas?

—Creo que quedaste perdonado desde que te levantaste de la mesa —lo besé rápido—. Aunque te tomó bastante tiempo.

—Lo siento —volvió a repetir avergonzado—. Odio estos juegos de azar.

—Pudiste no haberte sentado.

Se quedó callado porque yo tenía razón. Me sorprendí ver que el asiento vacío era ocupado por Cloe. Si antes creía que no estaba borracha, ahora sí. Su cabello ya no estaba peinado como cuando llegó, sus cabellos se habían electrificado un poco y sabía que si estuviera sobria no soportaría ver su aspecto ahora.

Volverte A Ver [j.b.]Where stories live. Discover now