Capítulo 41.

2.6K 128 11
                                    

Justin. 

Mareena no conocía este local de bolos, era nuevo y estaba en el centro de Boston. El que solíamos frecuentar lo habían cambiado por un bar lleno con mesas de billar, yo había ido ahí un par de veces, pero prefería por mucho Joey's. Este local era moderno, con iluminación neón, era amplio y habían varias pistas disponibles. Y gracias a lo puntual que soy, nosotros fuimos los primeros en llegar. 

—¿Talla? —nos preguntó el chico de cabello obscuro cuando nos acercamos al mostrador. 

Miré a Mare, indicándole que ella ordenara primero. 

—6 —respondió ella sonriente. 

Sin poder evitarlo me burlé de ella, no había crecido ni un poco. Mare me miró con veneno e ignoró mi humor. 

—8 —dije yo al momento de que Mare tuvo su par. 

Caminamos hacia unas bancas para cambiarnos los zapatos y al levantar la vista, Cloe iba entrando junto con Rayna. Aquella amiga de mi novia seguía poniéndome incómodo por aquel tono azulado que adornaba su cabello. Siempre me observaba queriendo intimidarme y cuando la conocí lo logró, estaba tan enojada conmigo por haber lastimado a Mareena que siempre se comportaba recelosa conmigo y no dejaba de mirarme. A veces quería gruñirle y pedirle de la manera más amable que podía que dejara de hacerlo. 

Y si yo tuviera que escoger entre Cloe y Rayna para mi amigo Kirk, diría ninguna. Cloe era una perra aunque sabía esconderlo muy bien y Rayna era una mujer vengativa. 

—Llegó tu clan —le avisé a Mare. 

Su cabeza se alzó con rapidez y le sonrió a sus dos amigas, que venían caminando hacia nosotros sonrientes. No es que no me agradaran, eran un gran apoyo para Mare, pero yo siempre iba a ser celoso con ella aunque fueran mujeres y Cloe siempre había querido mantenerla alejada de mi en la preparatoria, cosa que nunca le iba a perdonar. 

—¡Mareena! —exclamó Cloe mientras le daba un leve abrazo. Después se giró a mi sin dejar de sonreír—. ¡Hola, Justin!

Con sonreí lo mejor que pude, tenía que relajarme o Mare no iba a dejar de estar enojada conmigo en esta salida . 

—Hola, Cloe —Rayna esperaba a un lado de Cloe a que la saludara y le di un beso en la mejilla—. Hola, Rayna. 

—Qué tal, Justin —dijo con simpleza. 

—¿Dónde está Kirk? —me preguntó Mare rodeándome con sus brazos. 

Miré hacia la entrada ceñudo. Esto era tan típico de Kirk, llegando tarde y sin tomarse la molestia de decir que no estaría a tiempo. 

—No lo sé —gruñí—. Siempre hace lo mismo. ¿Por qué no pedimos la pista? Este lugar suele llenarse. 

—Lo sé, ya he venido —dijo Rayna con mirada maliciosa. 

Esta vez no pude controlar mis ganas de verla fulminante y ella se atrevió a burlarse, de mi. Mare y yo esperamos a que Cloe y Rayna se colocaran sus zapatos, después pagamos por la hora y de ninguna manera dejé que Mare diera su parte, pagué por ella ganándome un bufido de su parte. Nos tocó una línea por el centro del lugar, los sonidos de los pinos cayendo se escuchaban al igual que la música electrónica. 

—Mare y yo —comencé a decir—, contra ustedes dos. 

Cloe sonrió con superioridad. 

—Será fácil, con lo mal que Mare juega, ganaremos. 

Mareena se cruzó de brazos y miró ofendida hacia su amiga. Yo apreté los labios en una línea, molesto. Sabía que Mare no jugaba bien a los bolos, de hecho en la preparatoria hice mi mayor esfuerzo por enseñarle a jugar, pero con lo rápido que se desesperaba, se tornaba en una mujer increíblemente terca y desesperada. La bola siempre caía en el canal y a veces yo me burlaba de ella. Aunque yo me colocaba detrás suyo con la excusa de indicarle como cuando en realidad era porque quería estar cercano a Mare.  

Volverte A Ver [j.b.]Where stories live. Discover now