Capítulo 44.

2.2K 110 3
                                    

Justin. 

Listo. Lo había hecho. Había tenido mi primera vez. Si en el pasado me hubieran asegurado que en un futuro mi primera vez sería con mi mejor amiga, de la cual estaba perdidamente enamorado, no me la hubiera creído. Mareena siempre había sido la dueña de mis fantasías y el hecho de que haya compartido su momento más íntimo conmigo, me hacía sentir como si fuera el dueño de todo el puto mundo. 

Aún me estremezco cuando vuelvo a ver en mi mente sus mejillas sonrojadas, su cuerpo estaba tan pegado al mío que pude sentir su calor todo el tiempo. Volvía a sentir presión en mi pantalón e incómodo, lo acomodé mejor mientras manejaba hacia la universidad. 

Mentiría si dijera que no estaba preocupado e incluso con cierto temor. Mareena casi no había respondido a mis mensajes y no me gustaba considerarme como un novio controlador obsesivo de saber todo el tiempo de ella, pero si algo sabía de Mareena es que siempre evitaba cualquier tipo de conflicto ignorando a las personas. ¿Acaso se arrepentía? Ni siquiera pude pasar por ella porque no contestó mi mensaje de la mañana cuando se lo pregunté, no le insistí, seguramente se lo pediría a Cloe. 

A veces quisiera poder llevarme mejor con la rubia, porque así podría sonsacarle un poco de información sobre los pensamientos de Mare que según ella no podía decirme porque eran ''cosas de chicas''. Imposible. Cloe no era para nada mi tipo de amistad y yo tampoco era la suya. 

Bajé del auto, por fin había conseguido un buen lugar en el estacionamiento. Llegué con antelación porque así podía ver a Mare fuera de su edificio, así no podría huir de mi si mis pensamientos sobre que ella me estaba evitando fueran ciertos. 

La mañana era fresca, el cielo estaba un tanto nublado y casi quise gruñir. Llevaba puestos mis zapatos blancos, eran nuevos y no quería que la lluvia los estropeara. Caminé por el adoquín hacia el edificio de la primera clase de Mare y esperé en una de las bancas. Aún seguía sin responder mi mensaje. 

Esperé durante 10 minutos cuando a la distancia las vi caminar, ninguna miraba hacia el frente, sino que se dedicaban a reír, Cloe le dijo algo al oído y Mareena la empujó por el hombro con sonriente. Yo también lo hice. Ella era preciosa. Sólo a Mareena se le ocurría vestirse con unos shorts y una sudadera color gris; había combinado ambas probabilidades y yo casi quise reír. 

Al momento de levantarme Cloe me vio, estaban a pocos metros de distancia y por ello pude ver que le daba un disimulado codazo. Mare la miró primero a ella y después a mi. Saludé con la mano, aún incómodo y sin creer lo que pasó ayer. Mare hizo el mismo gesto y al estar frente a frente, me sentí un completo idiota por no saludarla como acostumbraba. 

—Hola Justin. Adiós Justin —habló Cloe y se adelantó hacia el edificio. 

Mare evitaba mirarme, por ello sentí una presión en el pecho. Algo no andaba bien. 

—Voy tarde. 

Me rodeó y tardé unos segundos en darme cuenta que ella ya no estaba enfrente mío. Confundido me giré, alcancé su antebrazo obligando a que me encarara. 

—Oye. ¿Estás bien? —pregunté con voz temblorosa. Seguía sin mirarme directo a los ojos. 

—Si, ¿por qué lo preguntas? 

La acerqué más a mi. 

—Faltan 15 minutos para que empiecen las clases, Mareena. No vas tarde. 

Volverte A Ver [j.b.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora