La hija del dios destructor.

Capítulo Dos

Narrador

—¿Ya está listo señor? Recuerde que en cualquier momento el gran sacerdote nos llamará para la reunión...

—Ya estamos listos, solo falta que llegue el enano de mi contraparte para irnos al planeta de Zeno sama...— Bills salió del templo teniendo a la pequeña Emiko en sus brazos, quien tenía puesto un vestido celeste con detalles idénticos al traje de su padre. —Sigo preguntándome de donde sacaste el vestido de Emiko.  

—Es un secreto.— Wiss se rió por lo bajo al ver como padre e hija visten casi iguales, un momento después el supremo Kaiosama hizo presencia cerca de ellos. —Justo a tiempo, supremo Kaiosama.

—Señor Wiss, ¿puede repetirme el por que nos han llamado para esta reunión?

—Claro, ¿recuerda que le dije que teníamos una bebé aquí?— El más bajo asintió levemente antes de ver a la bebé en brazos de su contraparte. —Básicamente la reunión es para saber sobre todo esto y poner al corriente a los demás universos, especialmente a Zeno sama y al gran sacerdote.

—Comprendo...— Shin se quedó embobado al ver a la bebé sonriéndole hasta que percibió una fría mirada de parte de Bills, quien cubrió a la niña con una manta blanca. —S-será mejor irnos ahora... no creo que falte mucho para que inicie la reunión...— El Kaio se colocó detrás del ángel y su contraparte antes de teletransportarse a las afueras del palacio de Zeno sama, donde los esperaban los demás dioses y ángeles.

—Miren, ya llegaron los causantes de esta reunión... ¿Qué hiciste ahora Bills?— El dios destructor del universo 4 observaba de manera reprochable al susodicho.

—Nada que te interese Quitela, es algo que no comprenderías con tu diminuto cerebro.— Bills observó de manera burlona al ratón amarillo antes de apartarse de Champa, quien intentó arrebatarle lo que tenía en manos. —¿Qué crees que haces?

—¿No es obvio? Quiero ver que ocultas... seguramente eso es lo que nos ha traído hasta aquí y quiero ver que es... 

—Señor Champa, le recomiendo que se comporte, le recuerdo que estamos en el planeta de Zeno sama y no en su universo.— Vados se encargó de apartar a Champa de Bills para que no causara ningún alboroto.

—Veo que ya están todos aquí...— Todos se giraron al escuchar la tranquila voz de Daishinkan, Wiss sujetó a Emiko con cuidado para dejar que Bills pudiera saludar adecuadamente mientras que él como sus hermanos hicieron una reverencia respetuosa. —Wiss, veo que la han traído.

—Así es, realmente apreciamos mucho que nos permitiera traerla.

—Es necesario, después de todo ella es el tema principal de esta reunión... ahora iremos con Zeno sama para comenzar.— Dicho esto, Daishinkan los llevó a todos dentro del gran templo del dios de todo.

Algunos de los dioses destructores se preguntaban mentalmente de que habían estado hablando los dos ángeles mientras que los Kaio estaban intrigados por saber quien era la persona o cosa que habia nombrado el gran sacerdote. Cuando llegaron frente al trono del dios de todo, los dioses se arrodillaron en modo de respeto, aunque algunos se encontraban nerviosos ante la simple idea de estar frente a Zeno sama.

—Hola a todos... es bueno que todos pudieran venir el día de hoy... bueno Daishinkan, ¿cuál es el propósito de esto?— El pequeño ser de colores observó atentamente al ángel esperando una explicación.

—Verá Zeno sama, hace poco me he enterado por parte de Wiss... que el dios destructor del universo 7 era padre de una niña.— Todos en el lugar se sorprendieron ante aquella información.