Capítulo Cincuenta y Uno

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Narrador

—Emiko, ¿estás segura de que te encuentras bien?— Jerez se encontraba acariciando la cabeza de la joven, quien estaba recostada en su regazo luego de haber vomitado. —Debería llamar a Sour o a Wiss para que vengan a revisarte.

—No es necesario... solo he comido algo que me ha caido mal, además tanto Wiss como Sour están en una reunión importante con Daishinkan y los demás ángeles, no quiero ser una molestia en estos momentos.

—Pero querida, tu salud es importante, incluso puedo asegurarte que si Daishinkan sabe que no estás bien vendrá él personalmente a revisarte y llevarte a tu casa si estás muy mal.

—Jerez, es enserio, realmente estoy bien, agradezco mucho tu preocupación por mi.— Emiko sujetó una de sus manos regalándole una pequeña sonrisa.

—De acuerdo... no voy a llamarlos, pero quiero saber exactamente desde cuando estas en este estado.

—¿Eh? Uhm... tal vez desde hace una semana... hace casi un mes fui al universo 6 para pasar tiempo con mi tío unos días.

—Pequeña, sé que lo que voy a preguntarte es algo privado pero... ¿Esos días estuviste con Hit?

—Claro, teníamos que hablar sobre la fecha de la boda y pasar algo tiempo juntos luego de no vernos por un tiempo.

—No me refiero a eso exactamente... hablo de lo otro.— Ante aquello, la castaña se sonrojo bastante por la repentina pregunta.

—¿Q-que tiene que ver con mi malestar? Estoy segura que he comido algo que me ha dejado muy sensible del estómago...

Creo que la falta de una figura materna le deja bastantes huecos de información al respecto...— Jerez acarició suavemente una de las orejas de la joven antes de suspirar levemente. —Emiko voy a ser directa, ¿no has pensado que tal vez existe la posibilidad de que estés embarazada?

—Lo dudo mucho...— Ella murmuró aún sonrojada mientras desviaba la mirada hacia otro lado. —Hit y yo nos cuidamos.

—¿Estás segura de que lo hicieron en todo momento?— Emiko parpadeo un par de veces mientras intentaba recordar si en algún momento se habían olvidado de usar un preservativo.

—Sí, estoy segura que en todo momento fuimos cuidadosos...— La chica se sentó en el sillón comenzando a dudar sobre aquello. —O eso creo... por Zeno sama, ¿y si estoy realmente embarazada? No he llegado a hablar sobre este tema con Hit, ¿cómo se lo tomará si es el caso?— Llevó ambas manos a su cabeza sujetando su cabello. —¿Y si Hit no quiere tener hijos? ¿Y si se arrepiente de casarse conmigo? Papá va a enloquecer si eso ocurre, sé que él no odia la idea de ser abuelo, pero va a matar a Hit si no quiere al bebé... ¿Qué voy a hacer?

—Emiko, tranquilizate un poco, primero tienes que confirmar si realmente estás embarazada o no.— Jerez sujetó las muñecas de la chica para así mirarla a los ojos. —Voy a llamar a Peru, él puede ser de más ayuda en estos momentos.

—N-no... dile que llame al señor Gowasu y a Zamas... por favor.

—Está bien, respira hondo y mantén la calma, regreso en un momento.— La diosa se levantó de su lugar para salir de la habitación en búsqueda del comunicador que tenía con el Kaio de su universo.

—...— Emiko se tumbó en el sillón en posición fetal mientras miraba fijamente la pared. —Voy a enloquecer...— Cerró sus ojos respirando hondo un par de veces para intentar relajar su cuerpo. —Mamá... te necesito demasiado en este momento...

La hija del dios destructor.Where stories live. Discover now