La hija del dios destructor.

Capítulo Cuatro

Narrador

—Papá, ya es hora de que despiertes...— Emiko se encontraba sacudiendo a su padre con suavidad, habia estado toda la semana intentando despertarlo ya que tenia que hacer su trabajo como deidad pero habia notado que últimamente su padre dormía más que antes. —Cielos... desde que cumplí los 18 papá ha dormido sin parar... tendré que pedirle a Wiss que le despierte o algo...— Ella suspiró levemente antes de dejar tranquilo al mayor para ir volando hasta la puerta de la habitación para salir de esta e ir en búsqueda del ángel. —Wiss...

—No has tenido suerte otra vez, ¿verdad?— El albino observó con una sonrisa como la castaña negó con cierto aire desanimado. —Tranquila, tengo la sensación de que pronto va a despertar.

—Uhm, si tu lo dices...— Emiko se tumbó en su sillón viendo hacia el techo. —Oye Wiss... ¿Crees que papá me considere como su sucesora?

—¿A qué viene esa pregunta?

—Es que... tal vez él encuentre a alguien mejor que yo y... piense que no tengo madera suficiente para el puesto...

—Emiko, tu padre te ha llevado con él a cada planeta que a visitado en estos casi 19 años, conoces bien su forma de trabajar y tienes tu propio punto de vista de cómo tienes que hacerlo el día en que te toque ser la diosa destructora del universo 7, yo creo que él piensa dejar en tus manos el universo entero sabiendo que harás un gran trabajo.

—De acuerdo, te creeré.— Ella le regaló una sonrisa al ángel antes de mover una de sus orejas en dirección del pasillo, por lo que se sentó en el sillón viendo como su padre ingresaba a la sala estando con su bata de dormir. —Al fin despiertas papá.

—Estaba despierto desde hace un rato cuando fuiste a molestarme... se me ha ido el sueño y no me ha quedado de otra que levantarme de mi cama.

—Eh, qué cruel...— Hizo un pequeño puchero viendo a su padre antes de volver a tumbarse en el sillón. —¿Te darás un baño ahora o cuando regresemos?

—Ambas, quiero que prepares mi baño Wiss.

—En seguida señor.— El ángel se fue en dirección del baño dejando a padre e hija solos en el lugar.

—¿Qué planeta toca hoy?— Bills bostezo mientras se sentaba en su propio sillón.

—Si no me equivoco, Wiss me mencionó que iríamos a un planeta que tiene habitantes similares a cerdos o algo así... ¿Cuál es tu estándar de comida para hoy?

—Lo de siempre, que sepa bien, que no tenga ni mucha ni poca sal y que el balance de grasa sea adecuado.

—¿Algún día te fijaras si la sociedad de ese planeta es o no una amenaza para otros?

—La comida es una amenaza para otros si no está hecha a la perfección.

—Hay papá...— Emiko simplemente suspiró ante aquel pensamiento de su padre. 

—Señor, su baño esta listo.— Wiss hizo acto de presencia por lo que Bills fue en dirección del baño siendo seguido por el ángel dejando a la joven sola en la sala.

—Bueno, ahora me toca esperar a que papá esté listo para irnos... mientras, iré a comer algo a la cocina sabiendo que tal vez intenten envenenar mis platillos otra vez.— Ella se levantó de su lugar para ir hacia la cocina.