La hija del dios destructor.

Capítulo Diecinueve

Narrador

—Oye Bulma, entonces a esta máquina vas a poder repararla para ir al futuro, ¿verdad?— Emiko volaba alrededor de la máquina que Bulma trajo.

—En efecto, pero me tomará un poco de tiempo hacer todo eso, así que los chicos tendrán tiempo de entrenar y prepararse.— La castaña asintió levemente descendiendo hasta el suelo.

—Muy bien.

—¡Emiko!— Ambas féminas giraron sus cabezas viendo como Goku se acercó con rapidez antes de sujetar por los hombros a la castaña. —¡Necesito tu ayuda!

—Si quieres que te entrene lo haré... pero no vuelvas a gritar de esa forma cerca mio por favor.— Ella suspiró levemente liberándose del agarre de Goku. —Oye Vegeta, ¿tú y Trunks quieren unirse también?

—Uhm...— Todos vieron atentos como Vegeta se fue hacia el interior de la corporación.

—Creo que no... ¿Tú que dices Trunks?

—Si tiene tiempo... me gustaría mucho que me entrene un poco.— Trunks hizo una reverencia hacia Emiko, consiguiendo que esta sonriera mientras se le acercaba antes de acariciar su cabeza con suavidad.

—No es necesario que hagas ninguna reverencia ni me trates tan formal, prefiero que me trates como lo hace Goku y tu padre... me siento más cómoda así.

—Claro, como gustes.

—Emiko, recuerda que luego tendrás que venir con nosotros por el tema de ese supremo Kaiosama.

—Lo sé papá, no te preocupes por eso.— Emiko sonrio de lado acercándose a su padre para acariciar su cabeza de manera suave. —Tengo que ir contigo para evitar que hagas una tontería que nos meta en problemas.

—¡¿Qué quieres decir con eso mocosa insolente?!

—Nada papá, jajajaja... oye Goku, mejor ve un rato con Kaiosama a entrenar, te llamaré cuando tenga algo planeado para ti.

—De acuerdo, vuelvo al rato.— Goku colocó sus dedos en su frente antes de teletransportarse al planeta del Kaio del norte.

—Niña malcriada, tenme más respeto, soy tu padre no un mocoso al que tienes que cuidar.

—Ahora eres mi padre... en el futuro serás conocido como el abuelito.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que abuelito?! ¡¿Qué estás insinuando Emiko?!— Bills se levantó de su lugar para comenzar a perseguir a su hija por todo el jardín de Bulma. —¡¡Vuelve aquí y dime que quisiste decir con eso Emiko!!

—Papá, me refiero que cuando consiga pareja y tenga hijos, tú serás el abuelito de ellos, ¿no te emociona?

—¡¡Nada de parejas ni de hijos!! ¡Eres demasiado jóven para esas cosas!

—¡Ya tengo 23! ¡Deja de quejarte tanto papá! ¡Tarde o temprano me casare y tal vez sea con alguien del universo 6!— Emiko le sacó la lengua a su padre de manera burlona antes de comenzar a volar siendo perseguida por él.

—¡¡Primero muerto antes de dejar que un insignificante ser de ese universo se acerque a ti!!

—Ambos son como dos niños pequeños...— Wiss observó desde su lugar como padre e hija volaban de un lado a otro.

—Disculpe...— Trunks del futuro se acercó hasta el ángel mientras veía sorprendido al supuesto dios de la destrucción actuar de manera algo infantil con la castaña. —Ellos... ¿Siempre son así?