Capítulo Veintiséis

939 78 14
                                    

Narrador

—Aaah... que aburrido día...— Emiko se encontraba tumbada boca arriba sobre su nube mientras observaba el cielo.

—Para ti todos son días aburridos cuando no sales del planeta.— Zamas estaba junto a ella mientras bebía de manera tranquila una taza de té. —¿Por qué no sigues con tu entrenamiento?

—Wiss dijo que debía tomarme un par de días de descanso... ¿Recuerdas cómo regresé luego de ir al futuro con los demás?

—Estuviste inconsciente una semana, te quejabas entre sueños y llegaste a tener fiebre dos veces.

—Así es, Wiss dijo que mi cuerpo tuvo que reajustarse luego de haber estado varios días con problemas para usar mi videncia, tal parece que esa alteración espacio-temporal me afectó de una manera peculiar.

—Seguramente se deba a tu linaje de diosa, normalmente los humanos que ven el futuro no sufren esas cosas.— Ella asintió leve antes de girar su cabeza hacia él. —¿Qué pasa?

—Nada, simplemente me agrada poder tener una conversación normal contigo... me da a entender que vamos progresando de buena manera y que pronto podrás volver con el señor Gowasu.

—¿De verdad crees que eso ocurra pronto?

—Totalmente, dime... ¿Qué opinas de los humanos actualmente?

—Mmm... siguen pareciéndome criaturas tontas que se irán a su propia extinción... pero sinceramente, ya no me interesa demasiado la idea de destruirlos yo mismo, prefiero ver de que manera se mataran a ellos mismos.

—Bueno... es un pensamiento negativo y pesimista... pero al menos pude quitarte ese deseo de querer eliminarlos tú mismo.— Emiko sonrió de lado antes de sentarse en su nube cerrando sus ojos para olfatear el aire. —Zamas... ¿Hueles eso?

—¿Qué cosa?

—¡Emiko!— Ambos jóvenes giraron sus cabezas ante el grito de Bills llamando a su hija.

—¿Qué pasa papá?— La castaña observó curiosa a su padre antes de que este se subiera junto a ella en la nube.

—¡¿Es qué acaso no hueles ese delicioso aroma?!

—¡¿También lo sentiste?!

—¡¡Wiss!! ¡Vamos de inmediato a la fuente de ese aroma!— La deidad llamó al ángel, quien apareció junto a ambos antes de mirar de reojo al Kaio.

—¿Viene con nosotros?

—No gracias, me quedaré aquí hasta que vuelvan.— Wiss asintió antes de irse con padre e hija en dirección de donde sentían el delicioso aroma a comida. —Me pregunto qué aroma habrán sentido para irse tan rápido...

Los tres se dirigieron con suma rapidez hacia el planeta tierra cuando confirmaron que de ese lugar provenía el aroma, por lo que Wiss tuvo que apresurar más el viaje al notar la impaciencia de su amo y su aprendiz. Unos momentos después, aterrizaron con cierta brusquedad en un edificio a medio destruir.

—Vaya, jamás habia viajado con tal velocidad.— Wiss observó de reojo como padre e hija comenzaron a olfatear el aire antes de acercarse a dos pequeñas bolitas color café que estaban en el suelo.

—El aroma proviene de eso... ¿Qué es?— Ambos tomaron una antes de mirarla.

—Oigan, ustedes dos, no tengo ni idea de quienes son pero no son bienvenidos, así que será mejor que se vayan o serán eliminados.— Emiko observó de reojo el fantasma de un hombre antes de que este comenzara a desaparecer al ser señalado por los dedos de ella y de su padre. —¡¿Qué... qué está pasándome?!

La hija del dios destructor.Where stories live. Discover now