Capítulo Dieciocho

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Narra Emiko

—Es sorprendente hasta dónde pueden llegar tus habilidades Bulma, y pensar que en el futuro crearas una maquina como esta.— Flote alrededor de la máquina viéndola con curiosidad antes de volver al suelo. —Es una lástima que tengamos que matarte.

—¡¿Qué?!— Miré de reojo como Vegeta se colocó frente a Bulma. —¡¿Por qué harías tal cosa insecta?!

—Ya lo dije antes, viajar en el tiempo está prohibido... y se condena con la muerte...— Miré nuevamente la máquina antes de suspirar. —Si Zeno sama se entera sobre esto, ten por seguro que no podré evitar que él quiera destruir todo el universo... incluso está prohibido viajar o manipular el tiempo para los dioses.

—¿Dioses?

—Verás, ellos tres son dioses.

—¿Q-qué?

—Así es, por lo tanto es nuestra obligación intentar mantener el orden en el universo con casos como este.

—¡P-por favor gran diosa, no mate a mi madre!— Miré confundida como el Trunks mayor se arrodillo frente a mi. 

—Mmm... dios equivocado Trunks... yo aún no he tomado el puesto de diosa de la destrucción, por lo que deberías estar rogándole a mi padre.— Señalé a papá con mi mano mientras sonreía. —Yo aún soy una simple aprendiz... aunque me halagas bastante.

—P-pero creí que... eras la diosa por tu...— Ladee la cabeza curiosa al escucharlo balbucear algo por lo bajo, aunque creo que escuché algo sobre belleza o presencia, aunque luego se giró hacia papá inclinándose hacia el suelo. —Gran dios... quiero decir, verdadero dios... mi mamá no hizo nada malo, soy yo quien merece el castigo.

—Por favor señor Bills, no sea tan estricto con nosotros, ¿por qué mejor no lo olvida? ¿Sí?

—¿Qué le gustaría hacer con este asunto señor?— Miré de reojo a Wiss antes de mirar a papá con una sonrisa.

—Uhm, déjame pensarlo... ¿Cómo van a pagarme este grave error? Está bien... si me invitan algo delicioso que nunca he probado antes con mucho gusto ignoraré esto.

—¡Perfecto!— Vi que Bulma sacó algo de su bolsillo. —La salchicha de pescado es un buen refrigerio.— Nos dio una a cada uno por lo que le quité el envoltorio con curiosidad antes de oler aquello.

Parece algo bastante simple...— Miré de reojo como papá y Wiss le dieron una mordida antes de sonreír amplio con sus mejillas llenas. —Tal parece que les ha gustado.— Sonreí levemente antes de darle una pequeña mordida. —Tiene buen sabor pero...— Cubrí mi boca con una mano al sentir como mi estómago comenzó a revolverse. 

—Emiko, ¿qué ocurre querida?— Sentí la mano de Bulma en mi hombro justo antes de que saliera corriendo directo a los arbustos para vomitar lo poco que habia ingerido en el día. —¿Emiko?

—¿Qué me pasa? Nunca he vomitado a causa de un pequeño aperitivo...— Pude notar la presencia de papá detrás mío antes de que sujetara mi cabello apartandolo de mi cara mientras me daba pequeñas caricias en la espalda con una mano.

—Tal parece que ese mal presentimiento que te ha estado molestando por varios días ha hecho que te estreses más de lo debido y tú estómago no puede aguantar mucho.— Asentí levemente antes de levantarme con su ayuda recibiendo un pañuelo de Wiss para limpiarme la boca. —Por eso te dije que te relajaras y no le dieras importancia al asunto.

—No podía evitarlo... ya sabes que esas cosas puede más conmigo...

—Ten Emiko, enjuagate la boca con esto y luego siéntate un rato.— Recibí la botella de agua que el pequeño Trunks me extendió, por lo que la abrí para lavarme un par de veces la boca quitando el mal sabor de esta. 

La hija del dios destructor.Where stories live. Discover now