La hija del dios destructor.

Capítulo Cuarenta y Seis

Narrador

—Antes de comenzar el último asalto entre nosotros Jiren...— Emiko peino su cabello hacia atrás antes de girarse hacia ambos Zeno sama. —¿Sigue en pie la norma de destruir a todos los universos perdedores?

—Sí, hasta ahora sigue en pie.

—No creo que Zeno sama vaya a cambiar de parecer a estas alturas señorita Emiko.— Daishinkan observó con una sonrisa tranquila a la castaña, quien simplemente le miró de reojo antes de volver su atención a Jiren. —Al parecer sigue molesta con esa norma, pero debería estar agradecida de que Zeno sama no destruyera desde un inicio a los universos que perdieron sus combates.

 —Bueno... dada la situación... creo que si vamos a tener que pelear hasta que un solo universo quede en pie.— Ella observó de reojo las gradas donde estaba su universo. —Vegeta cayo luego de quedarse sin energías... Goku está con sus últimas reservas de energía... no tengo ni idea en dónde está Freezer luego de la paliza que le dió Jiren ni tampoco sé dónde está 17 después de aquel ataque de Jiren aunque digan que él se autodestruyo por el equipo...— Emiko suspiró viendo las heridas en sus brazos y torso. —Jiren... ahora esta pelea... ¡Es entre tú y yo!

La chica se lanzó directo al último oponente que quedaba en pie, ambos comenzaron un nuevo intercambio de rápidos y potentes golpes hacia su adversario. Jiren no lograba comprender el porque ella seguía insistiendo tanto en vencerlo, no creía ni tampoco cree que ella tenga el poder y la fuerza necesaria para derrotarlo pero admitía que era demasiado terca para desistir.

—Es de cierta forma algo entretenido pelear contra ella, pero es una pérdida de tiempo seguir con esto por más tiempo.— Jiren intentó golpearla en la cara con su puño pero simplemente la atravesó como si fuera un holograma. —Así que ella también tiene esa habilidad.

—Jiren ya enfrentó a Hit cuando usó esto, tengo que tener cuidado o me sacará.— Emiko le dió una patada en la cara a Jiren antes de apartarse de un salto. —¿Estás seguro de querer seguir con esto?

—Eso debería preguntarlo yo... ¿Por qué sigues insistiendo en intentar ganarme?

—Tengo personas a las cuales proteger... y dos deseos que cumplir, no importa a qué costo.

—¿Dos deseos?

—Te lo contaré... ya sabes que soy una hibrida, perdí a mi madre cuando era una bebé y hasta hace poco pude hablar con ella pese a que está muerta... si Zeno sama quitaba la norma de destruir a los universos perdedores, entonces iba a utilizar el deseo para traer a la vida a mi madre nuevamente...

—Pero esa norma sigue en pie, y nada indica que podrás ganar.

—Bueno, en ese caso pienso ganar y usar el deseo para traer de regreso a los universos que realmente lo merecen... incluyendo el universo 6, ahí está mi tío y mi pareja... el próximo año volvería a usar las súper esferas del dragón para traer a mi madre conmigo.— Ella sonrió con confianza mientras se ponía en guardia. —Tú dices que la confianza no sirve para nada... pero la confianza que tiene mi universo y mis seres queridos sobre mis habilidades... ¡Es mi motivación para continuar y darte la paliza de tu vida!

—Deja de decir tantas tonterías.— Jiren se lanzó directo a Emiko para comenzar un nuevo asalto de golpes, quedaba poco tiempo para que el torneo terminé y no podía seguir desperdiciandolo con aquella charla absurda.

—¿Tonterías? Tonterías son las que dices sobre la confianza y la fuerza bruta.— Esquivó varios puñetazos antes de bloquear uno con sus manos. —A ti lo que te falta es algo de amor y cariño, eso es entendible si perdiste a tus padres siendo un niño y a tu maestro y compañeros unos años después.