Capítulo Treinta

886 72 2
                                    

Narra Emiko

—Creo que ya es hora de irme...

—Me alegro mucho de que pudiéramos aclarar las cosas y hablar aunque sea una vez.— Le regalé una sonrisa sujetando sus manos con suavidad antes de besar el dorso de estas. —Cuidate mucho, ¿sí? Y cuida al despistado de tu padre, al ser su hija eres su razón principal para permanecer cuerdo.

—Lo haré, no voy a echar a perder tantos años de puro esfuerzo a la basura.— Ambas reímos levemente antes de que me pusiera de pie. —Veré si puedo pedirle a Zeno sama el favor de usar las súper esferas del dragón para revivirte.

—No es necesario, ese deseo puede servir para algo más importante que yo.

—De eso nada, voy a hacerlo aunque tenga que esperar para poder usarlas.— Sonreí de lado antes de ver que mis manos se volvían transparentes. —Se acabó el tiempo...

—Adiós mi niña.

—Mejor dicho, hasta pronto... mamá.— Me despedí de ella antes de desaparecer de aquel bonito lugar para volver a la casa de Bulma.

—Emiko, ya regresaste... ¿Pudiste encontrarla?

—Sí... y tenías razón Bulma, ella me ha reconocido y ha dicho que estaba orgullosa de quien era ahora...— Rasque mi nuca con una sonrisa antes de sentir la presencia de Shin a mis espaldas por lo que me giré hacia él. —Hola, que sorpresa verte aquí... y solo.

—Supremo Kaiosama, ¿ha ocurrido algo malo?

—Por supuesto que no señora Bulma, simplemente vine en búsqueda de Emiko, la necesitamos en el planeta supremo.

—¿Tiene relación alguna con Goku y el que en este momento pueda sentir la presencia de Daishinkan en el universo?

—Sí.— Suspiré levemente antes de colocarme a su lado apoyando mi mano en su hombro.

—Vuelvo luego Bulma.— Me despedí de ella antes de que fuéramos hasta el planeta supremo donde estaban papá, Wiss, Goku, Kibito y el abuelo frente a Daishinkan. —Hola a todos.

—Bienvenida Emiko, llegas justo a tiempo.

—Buenas tardes Daishinkan, ¿qué lo trae por aquí?

—Junto a los Zeno sama ya hemos acordado los detalles y la fecha para el torneo, todo gracias a los duros esfuerzos del señor Goku hace rato.— Giré mi cabeza hacia el susodicho para fulminarlo con la mirada.

—En el día 3.135 millones 563 del calendario real a la hora 157, diez guerreros elegidos por cada universo participarán en el torneo de la fuerza.

—¿Dijo diez guerreros?— Murmuré por lo bajo antes de comenzar a hacer una lista mental de quienes podrían ser los otro siete guerreros.

—¿Dónde será el torneo de la fuerza?

—Se llevará a cabo en el mundo de la nada.

—¿El mundo de la nada?

—Es una zona perfecta, ningún planeta con vida sería afectado al igual que algún universo... no tendriamos limitaciones para pelear.

—Eso es correcto querida, y al igual que en el último torneo... el guerrero que se proclame vencedor recibirá como premio las súper esferas del dragón para cumplir cualquier deseo que tengan.

—¡¿Las súper esferas serán el premio?!— Observé sorprendida a Daishinkan antes de mirar el suelo. —Si gano... podré usarlas...

—Emiko, veo que tienes mucho interés en las súper esferas, efectivamente si ganas podrás usarlas para traer a esa persona a la vida.— Levanté mi cabeza para mirar a Daishinkan sonriéndome con tranquilidad.

La hija del dios destructor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora