Capítulo Treinta y Seis

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Narra Emiko

—Oye Goku, ten cuidado con esos tres lobos... no sabemos qué es lo que puedan hacer al pelear juntos, sus estrategias pueden ser peligrosas si no tienes cautela al enfrentarlos solo.— Miré sobre mi hombro al susodicho mientras ambos sonreímos de lado. 

—No te preocupes Emiko, tú encárgate de los otros dos.— Asentí leve antes de volver mi atención a los otros dos peleadores del universo 9. —Acabemos con esto para ir por los del universo 11.

—Deja esa obsesión con ellos Goku.— Negué levemente sintiendo su ki alejarse con el trío peligro antes de tronar mi cuello un poco. —Bueno, me gustaria saber sus nombres antes de comenzar a pelear.

—Cómo serás eliminada por nosotros te diremos... somos Sorrel y Cheppil.

—Uhm, supongo que saben quien soy pero por cortesía me presentaré... soy Emiko, hija del dios de la destrucción del universo 7 y no tengo planeado perder en este torneo, así que espero que puedan darme una buena pelea muchachos.— Sonreí de lado antes de que ambos se lanzaran sobre mi. —Je, novatos...

Comencé a esquivar sus puños y patadas de manera tranquila mientras tenia mis manos entrelazadas en mi espalda, realmente agradeció el entrenamiento que Wiss me daba desde que era pequeña puesto que mis reflejos al pelear cuerpo a cuerpo eran bastante buenos siempre y cuando no me tomaran por sorpresa como lo hizo aquel robot.

Ellos están llevándome hasta el borde de la arena con sus ataques, pero dudo que puedan hacer algo para tirarme.— Cerré mis ojos respirando hondo para concentrarme antes de volver a abrirlos viendo todo congelado a mi alrededor por lo que me moví de lugar colocándome detrás del que creo que se llamaba Cheppil antes de que volvieran a moverse.

—¿Eh? ¿Dónde está?— Antes de que él se volteara, sujeté su cola antes de levantarlo en el aire para luego usarlo para golpear a su compañera y lanzarla fuera de la arena. —¡Sorrel!

—Tranquilo, te toca acompañarle.— Cerré mi puño antes de golpearlo en el abdomen para lanzarlo fuera de la arena.

—Los peleadores del universo 9, Sorrel y Cheppil, han sido eliminados.— Sonreí de lado al escuchar a Daishinkan dar el anuncio, por lo que coloqué mis manos en mis bolsillos para caminar por la arena en búsqueda de mis próximos oponentes.

—¡Así se hace Emiko!— Levanté una mano en dirección de papá para luego enseñarle mi pulgar en alto. 

¿Debería ir a ayudar a Goku con ese trío de pulgosos?— Me detuve en mi lugar para observar a Goku teniendo algunas dificultades con esos tres antes de ver a Vegeta hacer acto de presencia al igual que el resto del universo 9. —Mmm... nah, mejor iré por los otros 4 del universo 9 y les dejo esos tres a Goku y Vegeta.

Me acerqué a paso tranquilo antes de volver a usar el salto en el tiempo para colocarme frente a Vegeta para desviar las garras de la última mujer del grupo.

—¿Emiko?

—Vegeta, encargate de Lavender y los otros dos pulgosos, los otros cuatro son míos.

—Vaya, pudiste ser más rápida que yo para ayudarlo a esquivar mi ataque... da igual, ¡no vas a poder evitar que te deje una preciosa cicatriz en esa cara tan perfecta que tienes!— Ella se lanzó directo a mi dispuesta a arrancarme algo con esas garras que tenía por lo que me dispuse a esquivarla teniendo cuidado de que no me cortara.

No tengo ni idea si sus garras secretan veneno o algo por el estilo, por lo que voy a tener que esperar a alguna brecha en sus ataques antes de defenderme.— No sé en qué momento fue, pero mi espalda terminó chocando contra la de Vegeta antes de que varios picos de hielo vinieran hacia nosotros por uno de nuestros costados congelando el brazo derecho de Vegeta y mi pierna izquierda. —¿Qué es esto?

La hija del dios destructor.Where stories live. Discover now