Nela Schrödez tiene un billete de ida, pero no tiene uno de vuelta.
Adaptarse a un nuevo país nunca es fácil y menos cuando se acaba de perder lo más valioso que una persona tiene, pero es más complicado cuando se descubre que nada es lo que parece...
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Capítulo dedicado a Jen_Romanova. Muchísimas gracias por todo el cariño, por el apoyo en redes sociales y por vivir cada capítulo con tanta ilusión.
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Dreizehn: Ella es Sonja, Sonja Vögel.
22 de marzo, 2020.
Los cementerios siempre evocaban esa sensación de tristeza, dolor e incluso de impotencia.
Era una sensación mezclada que te hacía sufrir incluso cuando no querías o tratabas de evitarlo a toda costa.
Es verdad que había gente que se sentía aliviada cuando ponía un pie en un sitio como este y sólo venía para demostrar algún punto que en vida no lograron, era así como una burla al destino o a la persona que estaba enterrada, se podría resumir como un «jódete, sigo aquí».
Pero eso no significaba que sólo las mejores personas estuvieran de visita, algunos hijos de puta que llevaban la crueldad por bandera se acercaban y se regodeaban en el fatídico final de los que habían perecido.
Por último, el argumento que a mí me parecía más desgarrador para pasar tiempo en un sitio tan lúgubre y triste era darse cuenta de que visitar el cementerio era la única forma de sentirse más cerca de la persona que ya no estaba.
No dudaba que existieran más razones y estaba completamente segura de que cada uno tendría su historia detrás de una visita así, pero no era consciente de cuáles podía haber.
Sobre todo, cuando estaba viviendo de cerca el dolor de los Schrödez, de los cuatro que quedaban.
Estaba viendo cómo Konrad se había convertido en un charco de lágrimas y por mucho que tratara de evitarlo no podía parar de pronunciar el nombre de sus hermanos y de su madre detrás de un «descanse en paz» en alemán. Parecía que se sintiera culpable por llorarle más la pérdida de su gemelo que de su otro hermano y de la mujer que le había dado la vida.
—¿Creéis que nuestra madre nos odia? —Se había atrevido a preguntar en un par de ocasiones sin recibir respuesta.
Donny había intentado decir algo, pero lo único que había conseguido era soltar un lamento, por lo que se había conformado con darle un apretón en el hombro.
