Nela Schrödez tiene un billete de ida, pero no tiene uno de vuelta.
Adaptarse a un nuevo país nunca es fácil y menos cuando se acaba de perder lo más valioso que una persona tiene, pero es más complicado cuando se descubre que nada es lo que parece...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Capítulo dedicado a Elizabethramires20. Muchísimas gracias por comentar, leer y dejar tu apoyo a esta historia. Es un gusto tenerte por aquí en las actualizaciones💞.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Zehn: El buzón de voz.
10 de marzo, 2020.
—Se me ha alargado el juicio —Jhon suelta un suspiro y yo frunzo el ceño al notar varias miradas en mí—. No voy a poder ir a recogerte, me han denegado el receso.
Dejo de escuchar lo que dice y aunque me encantaría hacerle saber que sí, que puedo esperar sin problema, pero algo me lo impide.
Dos policías se acercan con cierta contención, pero sin perderme de vista cuando salgo del baño de la planta de abajo.
El que parecía estar al mando era bastante corpulento y mostraba una actitud muy altiva, con la espalda enderezada y las manos sujetando las trabillas del pantalón.
Miraba con desprecio a todo el mundo, como si el hecho de portar una placa le diera esa superioridad.
Su compañero era algo más escuálido y nervioso, parecía algo novato y se frotaba las manos como si hubiera esperado este momento toda la vida.
No levantaban ningún tipo de sospecha, sin embargo, si les prestabas un poquito de atención y tenías el sentido del peligro mínimamente desarrollado, se te encendían todas las alarmas.
O al menos, a mí me habían causado una impresión de dudosa confianza.
—Vale, ¿y qué hago? —Le respondo sin dejar de mirar a los dos hombres.
Jhon no quería que fuera sola a ningún sitio; al principio me había enfadado y había discutido con él.
Volviendo a la dinámica de decirnos cosas hirientes y echarnos en cara algunas reminiscencias del pasado.
No podíamos evitarlo, aunque nuestra relación estuviera mejor de lo que jamás llegué a imaginar, seguíamos teniendo caracteres que chocaban entre sí, seguíamos siendo padre e hija y quedaban algunos asuntos pendientes por resolver.