Nela Schrödez tiene un billete de ida, pero no tiene uno de vuelta.
Adaptarse a un nuevo país nunca es fácil y menos cuando se acaba de perder lo más valioso que una persona tiene, pero es más complicado cuando se descubre que nada es lo que parece...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Capítulo dedicado a katalina8. Muchísimas gracias por tus votos y tu apoyo a la novela. Es un gusto contar contigo como lectora. ¡Espero que estés disfrutando la historia!
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Zweiundzwanzig: Encontronazos.
14 de diciembre, 2019.
Gracias a Erlin no iba tan atrasada en el curso, sólo un poco. Ella me ayudaba pasándome apuntes y ahora estaba en mi casa y en mi habitación (había vuelto por fin a la de siempre o más bien a-la-de-siempre-desde-que-me-había-mudado-a-Alemania) haciendo los deberes conmigo y con una sonrisa en la cara.
Le había preguntado por Thomas, pero ella no había querido decir nada. No si no iba a ser en persona.
—Entonces...
—Oh, vamos, Nela Garsia, ¿tantas ganas tienes de saber lo que ocurrió?
—¡Obvio! —Me levanto de la silla del escritorio y me pongo a su lado en la cama—. ¡Ahórrate ciertos detalles! —le advierto.
—¿Detalles? —Se rasca la cabeza, haciéndose la tonta.
—Sí, detalles —Pongo los ojos en blanco—. No me interesa saber eso.
—¿Qué es eso?
Schmetterling Baltßun tenía una fachada de diva, sin embargo, era infinitamente mil veces más inocente e ingenua que yo. Y mi ingenuidad era algo bastante complicado de superar, pero ella se había sobrepuesto y con creces.
—No quiero saber cómo la tiene Thomas.
—¡Aaaaaah! —Parece que la bombillita de su cabeza se ha iluminado—, pues muy bonita y grande. ¿Sabías que según un artículo científico el tamaño de eso va por la madre y no por el padre? ¡Bendita sea Caroline Koch! —exclama llena de emoción.
—¡Te he dicho que no quiero saberlo! —Me llevo las manos a la cara y me sonrojo—. ¡Sólo quiero saber cómo os va!
—Aaaaaah —Se sonroja—. ¡Perdón! —Sonríe, creo que se está imaginando algo que no quiero que esté en mi mente—. No sé qué somos, pero creo que tenemos exclusividad.