Eins: Tres miedos.

16.6K 1.1K 738
                                    

Capítulo dedicado a mxxycu

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo dedicado a mxxycu. Mil gracias por estar siempre ahí, aguantarme, betearme, ayudarme y mantenerme con los pies en la Tierra mientras me das fuerza para que me impulse. 

Eins: Tres miedos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eins: Tres miedos.

15 de febrero, 2020.

Dejo la última caja al lado del coche familiar, amontonada junto al resto y sacudo mis manos antes de tirar de las mangas de la sudadera para entrar un poco en calor.

No era la primera mudanza en la que me había visto envuelta, en realidad, era la segunda.

Suspiro y me aparto cuando veo a Wolfgang y a mi padre ayudándose mutuamente a portar un gran cofre.

Wolfgang estaba algo desanimado y se había acercado bastante a sus hermanos, dejando de lado esa coraza solitaria que le había acompañado durante tanto tiempo. Y lo podía comprender, sus hijos y su exmujer con-la-que-aún-tenía-algo-y-por-mucho-que-lo-negaran-era-un-secreto-a-voces habían vuelto a Argentina.

—¿Lo tenéis todo? —pregunta mi tío Donny apoyado en su coche deportivo—, he comprobado la presión de los neumáticos, la correa de distribución, que todo esté en orden... No deberíais tener ningún problema con eso...

—Donny —Interrumpe Konrad sonriendo con dulzura mientras posa una mano en el hombro de su hermano—. Tranquilo, sabemos que habrás preparado el coche y lo habrás dejado niquelado, eres el mejor y no nos dará problemas y si nos los da, te llamamos y nos ayudas. Vamos a estar únicamente a dos horas de distancia o un poco más.

Konrad y Mayer habían pedido el traslado de laboratorio y a ambos les habían aceptado. Dejaban Berlín y volvían a Leipzig, la ciudad en la que habían estudiado ambos, en la que se habían conocido y de dónde era Mayer.

Entendía la razón.

La casa donde vivían tenía demasiados recuerdos, ahí se habían criado los Schrödez y era el lugar en el que siempre se reunían una vez a la semana o cada dos.

Sí la pérdida de Manuel les había destrozado, la de Günther les había roto el corazón. Estaba mal banalizar la muerte del primero, pero si lo hiciera, podría decir que había sido un nexo para que se juntaran y dieran más apoyo que nunca. La del menor de los Schrödez había disipado esa consonancia que parecía estar tan asentada.

Narciso (Parte 1 y 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora