Dreiunddreißig: Voy a ser gentil.

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Capítulo dedicado a majoHowland

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Capítulo dedicado a majoHowland. Mil gracias por leer y comentar siempre. Gracias por acompañarme en esta aventura que hace tiempo empezó a ser de todas nosotras. ¡Es un orgullo para mí contar contigo como lectora!♥.

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Dreiunddreißig: Voy a ser gentil.

Friedrich Vögel.

4 de junio, 2020.

No soporto la rabia con la que me mira. Supongo que tiene sentido después de enterarse del plan suicida que habíamos ideado.

—¿No vas a decir nada? —Me quito la camisa, dejándome el torso a descubierto y preparando la cesta de la ropa sucia para poner la colada—. ¿Tienes algo para lavar?

De mala gana se levanta de la cama y busca en una esquina alguna camiseta y, sobre todo, calcetines y ropa interior. Nunca mezcla su ropa con la mía, es más propensa a dejarla en un ladito para que no me moleste o para incordiar lo menos posible.

Cosa que, no entiendo. ¿En qué cabeza cabe que a mí algo tan cotidiano como poner la ropa de mi chica a lavar sea un estorbo?

Desaparezco por el pasillo y, sin girarme, sé que me sigue con los labios fruncidos, el ceño plegado y los brazos cruzados. Sus pasos fuertes le delatan y si yo fuera cualquier otra persona y no tuviera de vecino a Çabuk, sé que la vecina jubilada del piso de abajo subiría en cualquier momento a pedirme un poco de respeto.

Carraspea mientras empiezo a poner el jabón y el detergente y cuando le ofrezco la mano para que me dé la ropa, gira la cara, haciéndose la digna.

Si soy gilipollas porque me encanta verla así, enfurruñada mientras alza la barbilla para dar una imagen más grande, no tengo problema en reconocerlo.

Termino de colocar todo y le doy al inicio.

Me muevo, recogiendo la cocina y dejando que haga un poco más de drama porque tengo claro que en cualquier momento la atraparé entre mis brazos y no la dejaré escapar. Que se desfogue mientras pueda.

—¿Me vas a hacer caso ya o qué? —murmura con su suave acento berlinés mezclado con ese deje extranjero que tan bonito me parece.

Sonrío de medio lado sin poder evitarlo mientras escurro la bayeta en el fregadero. Podría jugar al mismo juego que Nela, podría colocarme a su nivel y provocarla hasta desquiciarla porque me encanta llevarla al límite en todos los buenos sentidos y la conozco lo suficiente como para saber que acabaría riéndose de que ambos actuemos como idiotas orgullosos sin necesidad alguna.

Sin embargo, ahora mismo, lo que necesito es tenerla a mi lado. Salvaje, sumisa, peleona, apaciguada, cabreada, conforme, feliz o mirándome con rabia, pero a su lado.

Narciso (Parte 1 y 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora