Sechzehn: Los Vögel somos letales.

4K 377 492
                                    

Capítulo dedicado a isabelalopez_

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo dedicado a isabelalopez_. No sabes la ilusión que me hace cada vez que me mandas mensajitos por instagram por algo que te recuerda a Narciso o cuando te emocionas en los adelantos que subo o lo relacionado con la historia. ¡Es precioso ver lo mucho que disfrutas de esta novela y sólo tengo palabras de agradecimiento!

━━━━━━━━※━━━━━━━━

Sechzehn: Los Vögel somos letales.

Hugo estaba esperando a varios metros del local.

—Yo os mato —Es el saludo que profiere cuando nos ve llegar—. ¿En serio? ¿Dschungel Breck?

Señala hacia la entrada y yo, ignorando todas las alarmas que me decían que era un lugar que iba a corromperme, sigo caminando hacia delante.

Alguien tira de mi brazo y consigue frenarme justo a tiempo.

—No vamos a entrar ahí, Nela —Friedrich había decidido por mí y aunque sabía que su intención era protegerme de cualquier perversión, no era capaz de escucharle—. Tu padre será avisado en cuanto pongas un pie dentro, me voy a encargar de que lo sepa.

Pongo los ojos en blanco por su forma de decirlo, de un guardaespaldas me lo esperaba por el decoro necesario a lo que la profesionalidad se refería; de mi novio, no.

La ira me corroe y sintiéndome valiente doblo el dedo para pedirle que se agache y se ponga un poco más cercano a mi altura.

No iba a entrar en su juego de lo correcto o incorrecto, porque hasta donde yo recordaba, la chica buena era yo y el que cumplía con el papel de malote era él.

—Será gracioso ver cómo tu suegro entra a un lugar como este y nos vea a los dos juntos dentro porque dudo mucho que me dejes sola, ¿estás seguro de que quieres que lo sepa? Porque estoy dispuesta a mandarle un selfie a mi padre en el que salgamos tú y yo con el letrero bien nítido y claro.

Se echa hacia atrás, como si le hubiera dado un golpe físico y no uno verbal.

—¿Qué pretendes, preciosa? —Su mirada se dulcifica y yo entrelazo nuestros dedos.

—Que no te rindas.

—¿Y si no está?

Sonja.

Tiro de él e ignoro si los demás nos siguen hasta llegar a la puerta de seguridad.

—Disculpe, ¿puedo hacerle una pregunta?

—¿Qué ocurre, hermosa? —Me sorprende la amabilidad con la que me habla.

Esperaba encontrarme con un portero de discoteca enfurecido y bravucón, no uno amable y con predisposición a ayudar.

Narciso (Parte 1 y 2)Where stories live. Discover now