No te interpongas.

205 34 5
                                    

[Bastián]
Un nuevo día, me he levantado temprano para poder ver a mi padre antes que llegue Zero a su oficina, conociéndolo va a llegar al menos treinta minutos antes. Le voy a dejar en claro cuál es mi objetivo, lo que piensen o lo que se le antoje hacer no tendré problema siempre y cuando su problema sea directo conmigo y no con el perrito.

Una vez que estoy listo con mi traje ya que también tengo pasar a mi trabajo después, me dirijo directo con papá. Me sorprende hasta dónde he permitido que él manejara mi vida, todo esto es mi culpa, por no tener la voluntad desde hace un tiempo, pero ya es hora de que sea el adulto que necesito ser, ya no más esconderme de mi padre o de su ira, estoy dispuesto a ir hasta la última consecuencia.

Estando frente a su oficina puedo ver el lugar donde se pone Zero, es demasiado ordenado para ser un perrito joven, eso es algo agradable, aunque no veo las rosas que le había dejado, se veía muy molesto la última vez. Dejo de perder el tiempo para entrar, mi padre mi mira muy serio:
— Creo que incluso ya perdiste tus modales, ¿acaso no te enseñé a tocar antes de entrar?
— De hecho no fuiste tú, fue mi madre.
— Al parecer no te enseñó bien.

Por nuestras personalidades ninguno de los dos cedería ante el otro, eso es lo único que tengo de él, pero tratándose de mi madre no pienso seguir peleando, su memoria es sagrada en mí:
— Creo que sabes a lo que vine.
— Sí, eres predecible, es por ese pastor alemán, le diste unas flores que él no quería. Solo estás perdiendo tu tiempo con alguien que no te será de tanto provecho como Alaia, por suerte tuya tienes un padre que te puede perdonar si haces lo que te pide. Estoy arreglando las cosas con ella y se está convenciendo que eso solo fue un pequeño desvío, volverás a su casa, le vas a pedir perdón para después casarte en la fecha ya establecida. Sé buen hijo y empieza a hacerme caso.

Golpeo su escritorio con la palma abierta estando molesto con él:
— De ninguna manera voy a regresar con ella, después de todo este tiempo me di cuenta que no era yo el que quería esa vida, no me importa si los lujos se acaban o si tengo que rehacer mi vida, no pienso volver a lo mismo de antes, ya no soy el cachorro al que disfrutas manipular, soy un adulto. ¿Sabes algo? Ante todas las cosas elijo ser feliz con quien me plazca, no vas a estar siempre en medio para detenerme, ya te lo dije y te lo vuelvo a decir, deja a Zero en paz, le estás haciendo la vida imposible solo para molestarme.

Se ríe leve:
— ¿Crees que solo es por eso? Puede que te sientas un adulto, pero yo te sigo viendo como un cachorro caprichoso, queriendo comerse el mundo entero solo por un aire de libertad que cree tener. Debes de saber que se ha metido nada más y nada menos que con tu padre, me conoces bien, sobre todas las cosas sabes que no voy a descansar hasta que todo salga como lo tengo planeado, no puedes hacer nada para impedirlo. Por lo visto, ese perro lo único que hará es odiarte más cuanto más difícil sea esto para él, puedes rendirte ahora, seguir con el plan que teníamos antes de que apareciera y te prometo dejar tranquilo a ese chico, ¿qué dices?

No pienso hacer lo que quiera:
— No, no acepto ninguno de tus términos o condiciones, hasta ahora ha sido seguir tus reglas, es mi turno de establecerlas. Si piensas hacerle la vida imposible entonces lo voy a cuidar, me voy a encargar que nada le falte, lo llevaré a mi casa para que tenga un lugar tranquilo para vivir, no tendrá que venir a sufrir contigo, será libre de tus manos.

Creí que eso podría al menos alterarlo, pero está muy tranquilo, empieza a hacer sus cosas como si nada hubiera pasado:
— Haz lo que quieras, seguro que lo conozco más que tú. Zero, a diferencia de ti, tiene una personalidad fuerte, orgullosa, no te va a permitir entrar como si nada, no es un tonto como te lo imaginas. Veamos lo que sucederá cuando pongas en marcha tu plan tan espontaneo, no eres más que sentimientos que se dejan llevar por el momento.

[Zero]
Quise llegar un poco más temprano para sorprender al señor Arvizo, pero estoy más sorprendido de lo que encontré al llegar. Esos dos lobos se están peleando, ¿Bastián me quiere defender? No es la mejor manera de hacerlo, y aunque es en cierto modo lindo de su parte, estoy muy enojado con él porque ahora tendré que soportar a su papá, aunque tengo un plan, solo quiero que se enoje ese señor.

Las puertas se abren, ambos lobos me miran de manera fija con sorpresa, el señor Isaac me mira enojado:
— ¿Qué es lo que haces aquí? Tu entrada es en unos minutos más.
— Ya que tengo mucho trabajo supongo que no estaría mal empezar a poner todo en su lugar.

Bastián se pone a mi lado:
— Zero, es bueno que estés aquí. Sé que solo he sido un problema en tu vida, pero ahora quiero compensarlo, ven a vivir conmigo, te daré todo lo que quieras, por favor, déjame compensar todo lo malo que te he hecho.

Con una amplia sonrisa asiento:
— Me encantaría, podría irme contigo, te lo agradecería de todo corazón poder pasar más tiempo a tu lado.

Ambos se vuelven a sorprender, esos dos son más parecidos de lo que deben de pensar. El señor Arvizo me mira furioso:
— No volverás a poner un pie en esta oficina, creí que de verdad tenías potencial, pero solo eres lo mismo que todos los homosexuales, solo te hace falta un hombre para perder el control, que patético.

Azota la puerta para cerrarla, Bastián me toma de los hombros:
— No puedo creer que aceptaras, esto es increíble, pensé que me tomaría más tiempo conseguir tu perdón.

Tomo mis cosas:
— Espero que sigas sin creerlo porque no me voy a quedar contigo, solo necesitaba que tu padre me quisiera lejos, ahora puedo volver a mi vieja vida, lejos de estos problemas. Gracias por darme esa oportunidad, pero en verdad, te pedí que no me vieras, te supliqué que me dejaras en paz y nunca lo hiciste. Ahora tengo la oportunidad de salir de estos problemas, perdona por usarte de esa manera, tal vez sea la única forma en que ya no me quieras ver, y con suerte, tu papá tampoco.

La puerta de la oficina se vuelve a abrir:
— Eres un chico listo, pero no tanto, no cuentes tus planes cerca del gran lobo. Será mejor que empieces a trabajar, casi puedo respetar lo astuto que eres, solo te falta algo de técnica, no pienses en faltar a tu trabajo, ¿me oíste? Mejor ve a traerme lo de siempre.

Bueno, estuve cerca, soy muy idiota al explicarle esto a Bastián, al menos espero que con eso piense mal de mí para que deje de verme, solo voy a la cafetería, espero sentirme mejor al ver a Mark... ¿en serio estoy esperando eso?

[Bastián]
Estoy sin palabras por todo lo que sucedió, mi padre pone una mano sobre mi hombro:
— ¿Lo ves? Ese chico pudo incluso jugar contigo, debes de sentirte muy tonto ahora, ¿qué piensas?

Dejo soltar un gran suspiro:
— Wow, eso es... es el hombre más maravilloso que he conocido, tiene tanto ingenio, determinación, y todo eso lo planeo en cuestión de segundos. Estoy seguro ahora, quiero casarme con ese perrito.

Mi padre está confundido:
— ¿De qué estás hablando? Ni siquiera son novios, es más, no quiere verte, ¿cómo piensas hacer eso?
— No importa lo que tenga que hacer, lo admiro, me he enamorado de su forma de ser.
— Eres un caso perdido, cuando te des cuenta que las cosas no son un cuento de hadas te darás por vencido ante esta locura, espero que para entonces Alaia siga creyendo que puedes volver con ella para que no tires tu vida a la basura.
— No la voy a tirar a la basura, sé lo que quiero, nunca antes había estado tan seguro de algo. Voy a enamorar a Zero, no me importan tus prejuicios, odiame, pero creo que mi vida estará completa a su lado.

El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora