El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].

Eres tú.

[Zero]
Hoy estaré con Mark, quiero salir un momento juntos, tanto él como Bastián han sido muy buenos conmigo y no tengo manera de expresar lo que hacen, mientras yo creo que solo soy un cero a la izquierda ellos me hacen sentir que tengo un valor muy grande, sin duda le están dando la vuelta a todos esos malos escenarios que se han formulado últimamente, me alegra que se por ellos que aún puedo encontrar ese impulso para seguir adelante.

Siendo la tarde después de trabajar me dirijo a la cafetería, para mi sorpresa ya no se encuentra Mark, ¿a dónde se metió ese dragón? Una de las compañeras de trabajo, una leona, pasa frente a mí a ño cual la detengo:
— Disculpa, no quiero interrumpir mucho, solo me gustaría saber dónde está Mark, ¿me podrías decir?
— Dijo que volvería en un rato, supongo que fue a conseguir algunas cosas que hacen falta en la cocina.
— Gracias, perdón por hacerte perder tiempo.
— No te preocupes, para eso estamos.

Me quedo sentado en una de las mesas para esperarlo, pasa casi media hora, ¿debería de ir a cambiar mi ropa y después volver? Los clientes que entran solo se me quedan viendo cada que pasan por aquí, ¿se me verá mal esta ropa?

Casi me convenzo de irme hasta que veo entrar a ese dragón rojo, entra con un par de cosas por lo que no nota que estoy aquí, se dirige directo a la cocina, entiendo que debe de tener ocupaciones, ojalá que no haya llegado en un mal momento, no quisiera interrumpir.

Voy hacia la salida para irme, pero soy detenido por un par de manos que me abrazan desde atrás:
— Hola, pastelito, ¿ya no puedes vivir sin mí?
— Hola, Mark, solo quería salir contigo, ¿crees que tengas tiempo?
— Claro, de hecho tengo un plan en mente, quiero llevarte a un buen lugar.
— Oh, de acuerdo, vayamos.
— ¿Me permites tu mano, pastelito?

Sonrojado le doy la mano, me abre la puerta caminado ambos hacia afuera, hace que demos media vuelta para después volver a entrar:
— No es por presumir, pero este es un buen lugar, espero te guste.

Doy un golpe en mi frente en la palma de mi mano:
— ¿No pudiste solo decir que te gustaría estar aquí?
— Demasiado aburrido, ese no es mi estilo.
— Tienes un punto, bueno, ¿en qué mesa te gustaría sentarnos?
— Tengo algo especial, sígueme.

Nos vamos a sentar en una mesa que se encuentra al centro de todas, pero tiene una vista agradable del mismo local, así como también tiene vista a la ventana y el aire acondicionado da una brisa agradable aquí.

Sin hacerme esperar mucho, el dragón se acerca con algo de comida:
— No sabía que preparaban eso aquí.
— No lo hacen, esto no es de aquí, tuve que traer de otro lado, creo que mereces algo diferente a lo que sueles ver aquí todos los días.

Es un buen detalle, antes de empezar a comer veo a Mark a los ojos mientras el toma mis manos en la mesa, me pone nervioso a decir verdad:
— ¿Sabes? Quería agradecerte el gesto de haberme dejado estar una noche contigo, de verdad necesitaba estar tranquilo un momento, me diste mucha paz, no había pasado una noche tan relajante como esa, aunque a la mañana no podía creer lo que estaba haciendo.

Ríe leve:
— Desde muy temprano me estabas abrazando, me despertaste cuando lo hiciste, pero solo preferí recibirte en mis brazos para que durmieras tranquilo. Y no tienes nada que agradecer, sabes que haría eso y más por ti.

Hago que lentamente suelte mis manos desviando la mirada:
— Sobre eso... Mark, tengo que decirte una cosa. Créeme que es difícil para mí tener que hacer esto, pero supongo que en algún momento tenía que pasar y es mejor que sea cuanto antes posible.
— Te gusta Bastián, ¿no es así?
— S-sí, pero no quiero solo decirlo de esa manera, a-antes de seguir tienes que saber que...
— Zero, ¿me puedes escuchar un momento?

Solo guardo silencio esperando que él pueda seguir:
— Está bien que al final te hayas enamorado de él, sabía que esta era una posibilidad, no creí que recibiría el día de hoy esta noticia, pero te agradezco que lo menciones a la brevedad, eso habla muy bien de ti, eres un buen chico, no dejes de serlo nunca. No tienes que justificar lo que sientes, ni a mí ni a nadie, mientras estés seguro de lo que sientas no me voy a oponer a ese amor, dime, ¿lo amas de verdad?
— Sí... no entiendo cómo es que nació todo de algo que creí perdido, pero sucedió, aunque esto será complicado, creo que soy muy torpe para el amor.

Su mirada cambia a mostrar determinación:
— No debes de temer, tú puedes hacerlo, pastelito, seguro que vas a encontrar las palabras adecuadas para decirle lo que sientes. Me gustaría poder decirte más al respecto, pero tenemos que darnos un poco de prisa, había olvidado que hoy toca hacer algunas cosas, por ejemplo, evaluar ventas, niveles de inventario, y esas cosas aburridas, ¿quieres comer?

Se lo ha tomado mejor de lo que esperaba, admiro a Mark, creo que podemos ser buenos amigos:
— Comamos, y gracias por tu apoyo. Quisiera decirte, en verdad estaba nervioso por esto, no quería lastimarte después de lo bueno que has sido conmigo, pero me da gusto que todo haya salido bien, cuando quieras podemos salir aunque solo entre nosotros dos, pasamos un buen momento juntos, ¿qué dices?
— Me gustaría, solo estos días ocúpate más de lo que tienes que hacer, te deseo lo mejor con ese lobo afortunado. Yo estaré un tanto atareado aquí al tener que seguir haciendo revisiones, cuando me encuentre libre nos podemos ver sin problema, por ahora disfruta de este pequeño momento para los dos.

Asiento con la cabeza, ambos empezamos a comer, solo hablamos un poco, no puedo dejar de agradecer que tome esto de la mejor manera, eso me da más libertad para poder hablar con Bastián, ahora que las cosas están bien ya no siento esa presión.

Pensar que estando en mi habitación por la noche no podía dormir, solo estaba pensando en una cosa, estaba muy emocionado de alguna manera, tenía energía de sobra sin dejar de suspirar, solo una persona venía a mi mente, ese lobo me ha cautivado de nuevo.

Trato de no quitarle tiempo a Mark, espero a que ambos terminemos de comer, me levanto para poder darle un gran abrazo, él me abraza cargándome un poco:
— Te cuidas mucho, pastelito, si llega a herir tus sentimientos no dudes en venir a mí, y si no es lo que esperabas seguiré para ti con los brazos abiertos, ¿está bien?
— Nunca podré pagar todo lo que haces por mí, gracias. No podía imaginar que alguien que me daba miedo al inicio ahora no quiera sacarlo de mi vida, eres único, sé que algún día llegará la persona indicada para ti.
— Gracias, fue agradable estar enamorado de ti, bueno, ese sentimiento no va a desaparecer como si nada, más bien agradezco la oportunidad de poder conquistarte, pero ahora ya todo terminó, me han ganado.
— Seguirás teniendo un espacio importante en mi corazón.
— Es todo un honor, pastelito, bueno, espero que todo salga bien, nos vemos.
— Cuídate, suerte con lo de tu trabajo.

Me pongo de puntillas, él se inclina para poder besar tu mejilla, me retiro con mi mente enfocada en decirle a Bastián si le gustaría ser mi novio... espero que salga bien, estoy más motivo después de estar con Mark.

[Mark]
Solo veo la manera en que se aleja, espero que se encuentre lo suficientemente lejos para soltar mis lágrimas, si hacía esto frente a él lo único que iba a hacer era detenerlo, fue mejor esperar mientras estaba aquí para no causarle más problemas. Es un buen chico, si elije estar con alguien más lo voy a respetar, se veía muy feliz, como nunca lo había visto, incluso su cola se movía de vez en cuando mientras estábamos comiendo, me consuela saber que realmente está enamorado.

Espero que Bastián no le rompa el corazón, no podría perdonarle que pierda a alguien tan especial ni que lo haga sufrir. Algún día... en algún momento... habrá alguien para mí, mientras tanto solo quiero superar mis sentimientos hacia Zero, no es fácil olvidar después de la convicción tan grande que tenía en él.

El amor duele, no siempre es una victoria, hay que saber perder y debo admitir que Bastián se ha ganado su corazón. Esto será difícil, ver a Zero cada mañana, pero mientras lo vea sonreír valdrá la pena.