El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].

Remontar.

[Zero]
Nos dirigimos a la casa del padre de Bastián, quiere hablarle acerca de nuestro compromiso, estoy tan emocionado de ser el futuro esposo de mi lobito, claro que ya ha dormido y ya es de noche, pero no quería dejar pasar la oportunidad:
— Ahora que recuerdo, ¿hablaste con tu padre al menos para avisar que has llegado o que vamos a su casa?
— No, no debe tener la más mínima idea de que estoy en la ciudad de regreso, verás que aún así todo saldrá bien.

[Alaia]
Ese par de... no puedo ni mencionarlos, ver que están tan felices juntos, la rabia me invade. Perdí a mi otro novio cuando tuve que salir de casa, no fue nada fácil al principio, no tuve de otra que vender algo de mi ropa para tener dinero y quedarme en un cuarto de renta mientras obtenía trabajo, no puedo creer que tuve que venderla por menos de su valor porque los pobretones de esta ciudad no tienen para pagar algo así.

Han sido meses difíciles, nunca creí que tendría que llegar a esto, estoy completamente sola porque papá no me apoyó ni en mi venganza contra ese estúpido gato, no sé a quién odio más, ¿al idiota que me traicionó arruinando el plan perfecto o al estúpido perro que me quitó a mi novio? Qué aberración, la heterosexualidad debería de ser una norma estricta, ¿no hay alguna manera de quitar la homosexualidad hoy en día? Deberían de probarlo, nada de esto hubiera pasado si ese perro fuera normal, o ese lobo que se dejó llevar por un niño.

Estoy harta de ellos, pero su felicidad no va a durar, ya que he conseguido escalar gracias a las influencias de mi padre, claro que nunca sabrán que estoy peleada con él, así que trato de sacarle provecho. Ahora vivo en un lugar mejor que al principio, y he estado formando algunos contactos con personas en realidad malas que harían lo que fuera por dinero. Claro que ahora no estoy en la posición que me gustaría, sigo teniendo algunas limitantes, pero prefiero quedarme de nuevo en la ruina a dejar que esos dos tengan un "felices para siempre".

[Bastián]
Llegamos a la casa de mi padre, al abrir la puerta me mira muy sorprendido, después se molesta un poco:
— ¿Por qué nunca me avisaste que habías llegado o que vendrías a mi casa?
— Te lo dije.
— Papá, lo que importa es que estoy de regreso, ¿no es así?
— Tienes razón, lo siento, sigo tratando de abrir un poco mi mente.

Me abraza lo cual es extraño, pero lo recibo en mis brazos, de hecho... se siente bien, nunca había recibido un abrazo de mi padre, siempre tan frío y estricto que el cariño no es algo que hubiera hecho antes:
— Hijo, ¿ya termaste?
— Solo un momento más.
— Muy bien, supongo que te lo debo.

Estamos así por un tiempo más tratando de no incomodar mucho a mi padre pues de esta manera no lo voy a asustar por si quiere llegar a hacerlo de nuevo. Los tres entramos a su casa, tiene agua de limón en la mesa:
— ¿Gustan?
— Yo si tengo algo de sed, ¿sería tan amable de darme un poco o prefiere que lo tome?
— Si lo ofrecí es porque te voy a servir.

Yo no pedí pues la verdad no tengo sed, por un destello en mi mente recordé algo:
— Zero, debes saber que...

Hace un gesto de descubrir el verdadero sabor de esa agua, cuando papá toma agua de ese tipo no suele añadir ningún tipo de endulzante:
— ¿Pasa algo, hijo?

¿Desde cuando mi padre le dice "hijo" a Zero?:
— Estoy bien... creo que lo puedo terminar, gracias.
— ¿Cuándo es que se llevaron tan bien que ahora lo consideras tu hijo?
— Bueno, en realidad al ver el gran chico que es quise tratarlo como un miembro de la familia, después de todo lo es, ¿no es así? También le doy la libertad de llamarme padre, solo que él no llega a ese punto todavía.

Al menos se llevan mejor:
— Me da gusto que haya una mejor relación, y hablando de que consideres a mi perrito como parte de la familia, veníamos a decirte algo.
— ¿Qué es? Puedes ser directo, sabes que no me gustan mucho los rodeos.
— De acuerdo, Zero y yo nos vamos a casar.

Deja de tomar de su agua, su cara es casi inexpresiva:
— ¿Todo bien, señor Issac?
— ¿Papá?
— Me niego a esa idea, Zero tiene que terminar sus estudios y tener un buen trabajo con el que sea capaz de estar al nivel de formación profesional con el que cuentas. Bueno, el empleo que le doy es muy bueno, solo que sigue requiriendo de una formación académica puesto que le ofreceré un aumento cuando la haya realizado.

Creí que estaría perfecto para él casarme con alguien como mi perrito:
— No te estoy preguntando si quieres que me case con él.
— ¿Te atreves a hablarle así a tu padre en su casa?
— Bastián, no es manera de decir las cosas, mejor relájate antes de que hagas algo de lo que te puedas arrepentir.

Hago varios ejercicios de respiración algo sencillos para proceder a hablar con mi padre:
— Ya estoy mejor, perdona, papá, a lo que me refería es que yo busco apoyar a Zero en todo eso, sabes que no necesito que tenga un trabajo altamente remunerado, soy feliz a su lado, y mi trabajo podría darme para cuidar de los dos sin problema.
— Creo que tomé más cosas como solía hacerlo... lo siento, saber que te vas a casar me alteró un poco.
— ¿Por qué con Alaia no tuviste problema?
— Porque era algo arreglado, algo en lo que creí que estaba bien, ahora me doy cuenta que estaba más que equivocado al pensar que todo funcionaba como un simple negocio.

Si que ha mejorado sus actitudes este tiempo:
— ¿Qué opinas entonces? ¿Te gustaría asistir a nuestra boda?
— Sí, pero tienen que empezar a hacer planes de todo lo que harán, principalmente el número de invitados pues de ahí van a partir todos los presupuestos que tengan que realizar, espacio, entre otras cosas. La fecha es indispensable, deben tener en cuenta el lapso de tiempo para organizar todo y alcanzar a corregir cosas que no vayan a salir como se planeaban.
— Eres muy bueno en todo esto, padre, ¿te gustaría ayudarnos?

Se sonroja y abre grande los ojos sorprendido por lo que le pido:
— ¿Ayudarlos? ¿De verdad quieres que lo haga?
— Sí, a menos que tengas algún problema.
— No tengo ningún problema, solo que ayudar en la boda de mi hijo, que en este momento no suena mal, pero antes no podía verte con otro hombre, y ahora me pides esto.
— Si no estás seguro puedo pedirle ayuda a alguien más.
— Jamás dije que no aceptaría, estaría feliz de apoyarte en esto.
— Papá... nunca creí que escucharía esas palabras de ti.
— Sé que no he sido el más cariñoso, aunque siempre te exigía más, debo decir que siempre me he sentido orgulloso de ti pues superarte con creces mis expectativas, por eso creo que eres capaz de llegar a donde te lo propongas, y si quieres que sea al lado de Zero es una decisión que debo respetar cómo y cuándo lo hagan.

De nuevo abrazo a mi padre, es todo lo que podría esperar, ahora él es quien supera mis expectativas. Aunque le dije a mi perrito que todo estaría bien, por dentro temía que algo fuera a salirse de control, pero ahora todo está bien:
— Gracias, papá.

[Alaia]
Recibo una llamada, es alguien que he aprendido a tener identificado, puede que sea uno de mis aliados más fieles:
— ¿Qué sucede?
— Señorita, le llamo para informarle que tengo noticias, si todo coincide con las fotos que me ha enseñado para identificarlo, Bastián está de regreso.

¡¿De regreso?! Al fin está aquí, ojalá sea porque haya fracasado en todo lo que haya querido hacer:
— Gracias por informar, debo volver a...
— Espere, eso no es todo. Por lo que veo, se va a casar con el pastor alemán.
— ¿Cómo puedes asegurarme eso?
— Los estaba siguiendo de cerca cuando de casualidad los miré en la calle, me escondí al lado se la cocina en el momento más oportuno, fue arriesgado, pero lo logré, ya le mando las pruebas.

Cuelga la llamada, eso es algo que me molesta, sabe que yo soy quien debe de terminar las llamadas. Poco después me llega un video, mis ojos se abren en gran manera al confirmar todo lo que me dijo, debo seguirlos de cerca, aquí voy de nuevo a ponerme de pie, esta vez más inteligente, estratégica, y fuerte, e estado asistiendo a sesiones de ejercicio, están dando resultados y ya sé con quien quiero probar esa fuerza.

Esos pobre no sabrán lo que sucedió, pero podría decir, que todo el mundo hablará de ellos aunque no sea de la manera que esperan.