El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].

Solo tú.

[Zero]
Es día de descanso, ayer Bastián llegó algo extraño después de haber visitado a Nilo, pero le dijo que todo estaba bien siendo que estuvo en la casa de ese gato, no me da buena espina lo que trata de hacer, aún así supongo que debo de tener confianza en mi lobo, no sería capaz de dejarme por él, ¿o sí? Me giro en la cama para verlo, me asusto un poco cuando lo veo ahí, en ese momento veo que entra con una bandeja:
— Buenos días, veo que despertaste justo a tiempo, traigo el desayuno.
— Aww, eres muy lindo.
— Te prometí estar contigo, además, quiero que sea un buen día, así que te traje el desayuno hasta la cama.

Es muy considerado de su parte, no tengo nada de qué preocuparme, siempre ha hecho todo por mí, hemos estado juntos aún cuando nos han querido separar, no va a terminar esto ahora:
— Gracias, espero también hayas traído para ti, no me gustaría comer solo.
— También pensé en eso, por hace traje suficiente para los dos.

Pone con cuidado la bandeja acostándose a mi lado, toma una cucharada de la comida para darme de comer:
— Bastián, no soy un bebé.
— Lo eres, eres mi bebé, déjame consentirte.

Recibo la comida algo sonrojado, en verdad me ha parecido lindo lo que hace, ha estado muy bien lo que hizo:
— ¿Ya sabías hacer todo esto?
— Si te soy sincero... lo encargué para antes que despertaras, no es que cocine mal, pero tampoco lo hago excelente y tú mereces solo lo mejor.
— Te amo, eres el mejor mi lindo lobo, por cierto, ¿te han dicho algo del viaje?
— Aún no, siguen esperando indicaciones, aún así me piden que me esté preparando pues la respuesta podrá estar mar cerca de lo que parece.

Eso me hace pensar en algo:
— Bastián, me gustaría preguntarte, ¿qué idiomas sabes hablar?
— Te diré unas frases en diferente idiomas, menos en inglés, al final te lo diré en español, quisiera que trataras de adivinar los idiomas que hablo.

Mueve la bandeja con los platos a una mesita de al lado, luego se pone sobre mí acariciando suavemente mi cuerpo acercándose a susurrar en mi oído:
— Je t'aime de toute mon âme, 全身全霊であなたを愛しています (Zenshinzenrei de anata o aishiteimasu), Ti amo con tutta la mia anima, te amo con toda mi alma.

Eso ha sido tan romántico, sobre todo por los idiomas que habla, me sorprende la acentuación que tiene con cada una:
— Hablas algo de, ¿chino? Y el que sí pude detectar es que hablas francés.

Ríe leve:
— Ciertamente hablo francés, pero es japonés, no chino, y también italiano.
— Asombroso, eres tan maravilloso en todos los sentidos.
— Tú lo eres aún más para mí, dime, ¿qué quieres hacer el día de hoy? Podemos volver a ver la luna, o las clases de pintura, tal vez quieras intentar algo nuevo.
— Hay algo que me gustaría hacer, si no te parece también me lo puedes decir, nunca he ido a una feria, escuché que este fin de semana habrá una, ¿podemos ir?
— Por supuesto, prepara tus cosas, yo mientras iré a lavar los platos.
— Creo que al menos debería hacer eso.
— Para nada, no debes de preocuparte por absolutamente nada, déjalo todo en mis manos.

Me da un beso en los labios para levantarse para tomar los platos y salir de la habitación. Estoy sonriendo viendo hacia la puerta, en verdad no tengo nada de lo que deba preocuparme, solo estoy exagerando la situación con Nilo, me está demostrando que solo me ama a mí.

Cuando estamos listo salimos, con mi celular busco el lugar de la feria, cuando lo encuentro le doy las indicaciones a mi lobo para llegar, cuando estamos ahí nos damos cuenta que hay muchas personas, incluso hay fila para entrar:
— Bueno, supongo que era de esperar si solo estará este fin de semana, pero no te desanimes, perrito, tenemos todo el día para hacer lo que quieras, vayamos a formarnos antes que la fila sea más larga.

Me toma de la mano para ir juntos, nos toma un rato, pero al fin logramos entrar, una vez adentro no puedo dejar de ver en todos lados siendo un lugar que me llama la atención para hacer primero:
— ¡Mira! Es como un laberinto, siempre he querido saber lo que se siente estar en uno.
— No perdamos tiempo, vayamos.

Una vez que pasa la fila hasta ser nuestro turno hay un hombre cabra que dará instrucciones con una voz alegre:
— ¡Bienvenidos! Ya deben tener en claro que este es un laberinto, las instrucciones son simples, solo tienen que llegar al otro lado, los premios son un misterio, no hay mapas para guiarse, si logran pasar en el tiempo establecido recibirán el premio, pero si hacen trampa serán descalificados. No se pueden asomar por encima, mucho menos saltar las paredes, tienen cinco minutos, ¡suerte!

Nos colocamos en la entrada, cuando nos dan la indicación Bastián toma mi mano para apresuararnos a entrar en el laberinto:
— Perrito, tienes suerte que sea bueno en esto, vamos a salir antes de lo planeado.

Empezamos a dar muchas vueltas dentro, no me importa cuánto tiempo llevamos aquí, me divierto y me río un poco al ver a Bastián creer estar seguro de terminar en otro lado que no era, al final logramos salir, hace una expresión de alegría sintiéndose victorioso:
— ¡Sí, sabía que podíamos salir!

Una chica oveja nos estaba esperando de otro lado:
— Caballeros, lo sentimos, han pasado treinta segundos desde que terminaron los cinco minutos.
— ¿Qué? ¿No cuenta cómo haberlo logrado?
— Aún si fuera un segundo el tiempo se hubiera agotado, más suerte para la próxima.

Voltea para ponerme en su pecho con un abrazo:
— Perdóname, creí que podría conseguirte un lindo regalo.
— Descuida, me he divertido, además, no siempre se gana en la vida, ¿verdad?
— Al contrario, siempre me siento como un ganador al saber que eres mi novio.
— Lo mismo podría decir mi lobito lindo.

Pasamos el día probando diferentes juegos, claro que las filas nos quitaron mucho tiempo, también comimos aquí, la noche se acerca, veo un puesto con algo que me gustaría probar:
— Bastián, ahí está un puesto de manzanas con caramelo, nunca he probado una, ¿podemos ir?
— Claro, lo que sea que desee tu corazón, mi linda estrellita fugaz.

Me siento como un niño al ir con emoción agitando mi cola para comer una de esas, somos casi los últimos, solo hay una familia de pumas detrás de nosotros con una niña pequeña, como era de esperar seguimos en una fila, al llegar resulta que solo quedaba una:
— Perdonen, se ha vendido mucho durante el día, solo queda esta.
— Estamos de suerte, mi perrito quería probar una, mientras él esté bien yo estoy bien.

Miro hacia atrás viendo la cara de tristeza de esa niña, de verdad quería probarla, pero supongo que será en otra ocasión:
— En realidad se lo puede vender a la pequeña que está detrás de nosotros.
— De acuerdo, que buen niño, tiene un buen hijo, señor.
— No es mi hijo, tampoco creo que me vea tan viejo, es mi novio, el mejor de todos.

Nos vamos sin esperar reacción de quien vendía las manzanas:
— Eso fue muy amable de tu parte, ¿por qué lo hiciste?
— La cara de un niño cuando desea algo y no lo puede tener, me es muy familiar, tal vez los niños sean mi debilidad por entender lo que se siente desear algo con todas tus ganas y saber que no lo podrás tener.
— No dejas de se tan especial como siempre, ¿ya te quieres ir o hay algo más que quieras hacer?
— Hay un espectáculo de drones, ¿te gustaría?
— Todo a tu lado.

Hay un lugar en especial para que el que quiera disfrutar se siente, con anticipación nos ponemos en la fila de hasta enfrente, estoy aferrado a su brazo, nuestras colas están juntas la mía sobre la de él, la noche cae empezando con el espectáculo, diferentes figuras se dibujan en el cielo gracias a los drones que están manipulando, ambos estamos asombrados de mirar la habilidad que tienen para llevar esto a cabo.

En medio de las luces me levanto para quedar sentado en las piernas de Bastián:
— Gracias, siempre haces que mis días sean especiales, te amo cada día más.
— Siempre estoy feliz de hacer que estés bien, darte todo es mi razón de ser, eres mi todo, perrito.

Me deja acurrucado hasta que acaba el espectáculo, no puedo tener un mejor novio, estoy enamorado, quiero mejorar para estar a su nivel, haré todo para ser tan bueno como Bastián.