Regresaste.

132 25 1
                                    

[Zero]
La noche ha sido muy larga sin la compañía de Bastián, pero al menos ha llegado con bien, por el momento no lo quiero molestar para que pueda descansar y se pueda adaptar a su nuevo horario. Tuve un sueño que me gustaría fuera real, que podía irme con él y así no separarnos, viajar juntos por diferentes partes, así como escucharlo hablar en diferentes idiomas, es tan bello. Lo que me alegra el día de hoy es que vuelve Mark, no me dijo a que hora iba a volver, pero espero que sea después de trabajar para poder estar cuando llegue.

Al llegar al trabajo me siento algo cansado, debo aprender a conducir, tal vez pueda tomar algunos cursos para que no tenga problema con eso, al menos me llevo mejor con el señor Isaac:
— Buenos días, señor, ¿quiere que traiga su café? ¿Señor?
— Oh, Zero, ¿cuándo llegaste?
— Eh... hace un momento, le pregunté si quería café.
— S-sí, claro, está bien.
— No creo que tenga la confianza en mí, pero, ¿puedo saber por qué está distraído?
— Tal vez... ¿podrías cerrar la puerta?
— Deme un segundo.

Por el último incidente mantengo la guardia, cierto la puerta para después sentarme frente al padre de Bastián:
— Estoy pasando por un momento de confusión, creo que sabes sobre lo que hizo mi hijo antes de irse.
— ¿Se refiere a encontrarlo con su viejo amigo?
— J-justo eso, estoy tan confundido sobre lo que debería de hacer, pensarás que estoy mal por haberte juzgado luego descubrir que puedo sentirme atraído por... ya sabes.
— Creo que debe tomarlo con calma, cuando se vive con el miedo del qué dirán cuando sentimos una conexión especial por alguien de nuestro mismo sexo nos abruma, no se acepta de la noche a la mañana, pero es algo que podrá entender con el tiempo.

Se apoya en el escritorio, pude ver el sonrojo en su rostro antes de ocultarlo:
— Estoy apenado de hablar esto contigo, yo debería ser capaz de dominar esto.
— No podemos con todo, me imagino que ha estado muy solo todos estos años.
— Yo debo de poder, debo de ser un ejemplo.
— Tranquilo, señor, no todos somos perfectos y no tiene que serlo para ser una gran persona.
— ¿Lo crees?
— Seguro, señor.
— Antes de decirte lo que pasa, ¿podrías traerme mi café?
— Ya vuelvo.

Salgo de inmediato para ir por lo de siempre, nunca lo había visto de esa manera, supongo que debe pasar por un serio problema. Cuando llego a la cafetería me mantengo pensando en el padre de mi lobo lo que me hace estar algo distraído:
— Buenos días, ¿me podría dar lo de siempre, por favor?
— Buenos días, tal vez lo quieras con un pastelito.

Al escuchar eso me sorprendo, miro detenidamente para notar que ahí está Mark, de la emoción pasó del mostrador para abrazarlo:
— ¡Llegaste! ¿Por qué no me dijiste nada?
— Quería sorprenderte, de hecho solo estaba esperando a que llegaras, no hace mucho estoy aquí y tengo algo de sueño.
— Lo lograste, no esperaba verte aquí, ¿qué tal te ha ido?
— Podría decir que realmente lo necesitaba, estoy mucho mejor, pero también estaba extrañando estar aquí. No pude resistirme, así que estoy de vuelta para atender los pedidos de este pastelito.

Al soltarnos me regreso detrás del mostrados estando apenado:
— Lo siento, por la emoción me pasé sin darme cuenta.
— Mientras esté aquí puedes entrar incluso a la cocina sin problema.
— Muy amable, me da gusto que te encuentres mucho mejor, verte tan alegre siendo el que solías ser me hace sentir mejor.
— Ya no soy el que era antes, ahora soy mejor y puedo mejorar cada vez más, dime, ¿qué tal las cosas con tu novio?
— Bueno, también se fue de viaje, pero no sé cuándo regresará y se acaba de ir, pero podría decir que todo ha estado bien a pesar de algunos contratiempos.
— Eso es bueno, me da gusto saludarte otra vez, me imagino que debes tener prisa para los encargos de ese señor tan malhumorado.
— Ya no es tan estricto, ha cambiado, creo que nos llevamos mejor, incluso con Bastián está mejor.
— Me perdí de mucho mientras no estaba, tendrás que contarme todo después, por ahora que no se te haga tarde.

Me da el café, chocolate caliente y un pastelito como lo esperaba:
— Un regalo de mi parte, tampoco te voy a cobrar lo del señor, estoy muy feliz de no tener que escucharte del otro lado del celular, en vez de eso te tengo frente a mí.
— Eres muy amable, avísame cuando te sientas mejor, cuando hayas descansado podemos salir a dar un paseo.
— Si quieres dormir acompañado estaré en mi casa.
— Lo siento, solo duermo junto a Bastián.
— Es una broma, pero me gusta esa fidelidad que le tienes, bueno, nos veremos después, pastelito, te llamo en la tarde.

Al fin volvió Mark, me hubiera gustado pasar más tiempo con él, aún así es un lindo detalle que solo haya venido a la cafetería para poder darme esa sorpresa, lo veo mucho mejor, con nuevas energías para poder seguir con la vida. Espero que en algún momento pueda encontrar a alguien que lo haga aún más feliz, se merece cosas buenas.

Regreso con mi jefe, sigue algo distraído, le acerco su café para saber si le puede hacer mejor tomarlo:
— Oh, gracias, Zero, ¿me trajiste un postre?

Creo que debí dejarlo en mi lugar, pero pienso que lo necesita más que yo:
— Si le gusta se lo puedo dejar.
— Es un buen gesto, solo que no como esas cosas.
— De acuerdo, ¿se siente listo para hablar?
— Sí... Sucede que tenía un amigo, era amigo mío y de mi difunta esposa que en paz descanse, creí que me había enamorado de él cometiendo un grave error, al vernos me dice que también siente algo por mí, no sé qué debería hacer, incluso pienso en Bastián.

Es mucho para procesar, sabía que Bastián estaba buscando un amigo de él, más no sabía que había sentimientos involucrados, y menos que está persona se relaciona con los padres de mi lobo:
— Lamento si no lo entiendo del todo, pero creo que debería de conversar de mejor manera con ese amigo suyo.
— ¿Qué tendría que hablar con él? Las cosas quedaron claras sobre el pasado.
— No sobre el pasado, de su presente, de lo que puede ser, no de lo que ya fue.
— ¿No crees que estoy mal por hablar con otra persona después de haber estado casado y más siendo un hombre?
— Todos merecemos una segunda oportunidad, estar con otra persona no significa que haya olvidado a su esposa, solo que está dispuesto a seguir con su vida, si necesita hablar cerca de su tumba, estoy dispuesto a acompañarlo.
— ¿De verdad?
— No jugaría con algo así.

Lo piensa por un momento, da unos cuantos sorbos a su café:
— Muy bien, entonces ven conmigo, por favor, después del trabajo me gustaría ir, te compro algo para comer y nos vamos, ¿te parece?

Es algo difícil, Mark quiere que salgamos después, pero debo de apoyar al señor Isaac, está haciendo un gran esfuerzo, si esto le ayuda a seguir con su vida tendré que disculparme con el dragón:
— Cuente con ello.
— Hace tiempo que no iba a visitarla, tengo tanto qué decir, soy nuevo en esto de los sentimientos. Ni en mi juventud fui tan abierto a eso.
— ¿Cómo fue que se enamoró?
— Porque ella me hizo sentir algo que no podía comprender, estaba tan confundido y a la vez me sentía bien, era la única que me ponía nervioso, era muy especial para mí, debiste ver el fracaso que fui pidiendo que fuera mi novia y después pedir que se casara conmigo, en fin, fue mucho descanso, hora de trabajar.

Me levanto tomando mis cosas:
— A la orden señor.

Cuando estoy a punto de salir de su oficina me detiene:
— Espera.

Doy la vuelta para verlo:
— ¿Se le ofrece algo más?
— Sí... sé que no tienes padres, y que ahora la única "familia" con la que cuentas es mi hijo, a pesar de no merecerlo te portas bien conmigo, si te hace sentir mejor, puedes decirme papá.

Eso me hace sonreír, contengo las ganas de llorar:
— Es muy amable, solo que creo que tiene muchas cosas por pasar en estos momentos, tanto para comprender, primero le daré espacio para que entienda lo que está pasando, mucha carga emocional no es buena.
— Cierto, ¿sabes? Antes quería separarte a toda costa de Bastián, hoy me siento orgulloso que estén juntos.

El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].Where stories live. Discover now