El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].

Nuevo objetivo.

[Nilo]
Me sentí cansado de mi pareja, así que lo he terminado, me estaba pidiendo que volviéramos a intentarlo, que esta vez sería diferente, pero ya no le creo, todo siempre va a ser igual, quiere que seamos novios a escondidas y por más que pasa el tiempo no busca otra cosa pues el prejuicio de los demás siempre le va a ganar. Es triste sentir que para esa persona que era tan especial de pronto te despiertes un día pensando que ya no quieres volver a verlo. Supongo que tenía que suceder un momento u otro, además, creo que ya hay alguien más que podría estar en mi vida.

Estando en el gimnasio espero que llegue Bastián, él sí es un hombre de verdad, que demuestra su amor cada que tiene la oportunidad, me sentiría mal si estuviera casado, pero solo son novios, no es lo correcto, más pienso que si llega a fijarse en mí es porque el amor que tiene hacia Zero no es tan profundo.

Como era de esperar llegan los dos juntos, es una suerte que el pastor alemán no quiera hacer ejercicio, me deja estar un momento solo con Bastián:
— Buenas tardes, te veo más alegre.
— Hola, así es, me siento mucho mejor, creo que los problemas se han acabado.
— Eso es bueno, por cierto, me imagino que tienes planes ahora, ¿cierto?
— A decir verdad no, solo quiero pasar un rato con mi perrito.
— Eso quiere decir que no quieres conocerme para nada.
— N-no es eso, solo que...
— Descuida, solo estoy bromeando, tal vez algo triste porque ya terminé con mi pareja.
— Bueno, si las cosas estaban mal y te hace sentir mejor supongo que está bien, aún así debe ser difícil.

Tal vez sea una oportunidad de demostrarme vulnerable ante él y quiera hacer algo al respecto:
— Estoy muy triste, pero era lo mejor, en fin, tendré que volver a casa para sentir mi habitación vacía.
— ¿Te gustaría venir conmigo y Zero?
— Me gustaría, pero me siento incómodo con él, se nota que no le agrado mucho.
— ¿Qué te hace pensar eso?
— Lo he visto cuando te acercas a mí, sus orejas están a la defensiva, incluso su pelaje se llega a erizar un poco.
— En ese caso... creo que podemos salir solo tú y yo, pero primero debo hablarlo con él.
— Me harías muy feliz, necesito consuelo en alguien.

Parece que funciona, lo abrazo de manera intencional viendo en dirección al perro, veo como lentamente enseña los colmillos, tal vez pueda hacer que sus celos se conviertan en su peor enemigo. Me separo pronto de Bastián dándole la espalda:
— Lo siento, no volveré a hacerlo.

Pone una mano sobre mi hombro:
— Nilo, no tiene nada de malo, solo es un abrazo.
— Miré a Zero, para nada le ha gustado eso, supongo que es mejor tampoco ser amigos antes de que te tenga cariño.
— Necesitas apoyo, hablaré con él después, estoy seguro que entenderá lo mal que te sientes.
— ¿Harías eso por mí?
— Por supuesto, somos amigos, ¿no es así?
— Te lo agradezco.

De manera ocasional mientras hacemos los ejercicios hago que mi cola dé suaves roses con él, solo ríe leve cuando sucede. Cuando él se retira a las regaderas lo sigo, quedamos uno al lado de otro, con las barreras que siempre tienen, pero solo saber que está tomando una ducha a mi lado de cierta forma me está emocionando.

Cuando escucho que su regadera se cierra me apresuro para salir junto con él, al ver la toalla en su cintura hago como si me fuera a tropezar para jalarla, al mirar arriba veo que ya tiene su ropa interior, me da la mano sonriendo:
— ¿Estás bien?
— Sí, lo estoy.
— Es bueno que siempre llevo mi ropa interior seca por si pasaba algo así, ven.

Así que siempre va preparado, bueno, a la próxima tendré más suerte, con esa confección física apuesto que sin nada de ropa debe de verse genial, en fin, por ahora no hago más que levantarme e irme a vestir.

[Bastián]
Después de vestirnos me dirijo a Zero, necesito hablar con él para que no se sienta mal si es que estoy esta tarde con Nilo, lo vi muy triste, creo que él puede ser flexible entendiendo si situación:
— ¿Listo para irnos?
— Sobre eso, ¿crees que pueda estar con Nilo solo por esta tarde?
— ¿Qué? ¿Por qué tendrías que estar con él?
— Verás, terminó con su novio, necesita algo de apoyo porque se siente muy triste.
— ¿Puedo ir yo?
— Sé siente incómodo el que no sea de su agrado.
— Pero, pero...
— Perrito, si me lo permites, cuando estemos solos haremos lo que quieras, no voy a poner límites, soy tuyo por todo el día.
— ¿Lo prometes?
— Por supuesto.
— ... Está bien.
— Ese es mi lindo perrito.

Nos damos un beso de manera profunda, a nuestro lado ya se e cuenta Nilo:
— ¿Todo bien?
— Sí, solo voy a asegurar que Zero llegue a cada antes de irnos.
— Eres un muy buen novio, que lindo eres.

Me siento feliz que también los demás puedan reconocer de lo bien que lo estoy haciendo bien con mi linda estrellita fugaz. Nos vamos los tres juntos en mi auto para dejar a Zero, cuando lo veo entrar a cada me siento tranquilo para irnos:
— ¿Quieres ir a tu casa o prefieres hacer algo que te distraiga?
— Vamos a mi casa, estaría mejor en un lugar más tranquilo.
— De acuerdo, vayamos.

Me va guiando hasta llegar a su casa, al entrar veo un lugar ordenado, solo algo vacío, aunque me imagino que es normal si es que vive solo, nos sentamos en su sofá, con tristeza Nilo se aferra a mi brazo:
— A partir de ahora que ya he terminado con mi ex pareja se sentirán vacías las tardes, recordando esas veces que se avergonzaba de mí, cuando sus amigos lo querían invitar a otros lados y me dejaba para que no descubrieran lo nuestro. Por eso envidio un poco la relación que tienes con Zero, a ustedes no les importa que los vean juntos, son felices en cualquier lugar.

Lo acaricio un poco:
— La relación no siempre ha sido así, han habido contratiempos, pero lo importante siempre será permanecer juntos, trabajar como pareja para ser mejores día con día.
— ¿Lo ves? No deja de ser una linda pareja que se esfuerza por seguir unidos, yo nunca tendré algo así.
— No digas eso, en algún momento llegará alguien que se sienta feliz de estar a tu lado, que esté emocionado de salir contigo ante todos.

Se acurruca en mi pecho:
— Podría pasar mucho tiempo antes de poder encontrar a alguien, no hay alguien que sea tan fuerte, maravilloso, sorprendente como lo eres tú.
— Gracias por verme de esa manera, pero estoy seguro que...

Quedo paralizado sorprendido ya que Nilo me ha robado un beso, en cuanto puedo reaccionar me separo poniéndome de pie:
— ¿Por qué hiciste eso?
— Lo siento, creo que es el sentimiento de tristeza lo que me ha llevado a hacer eso, discúlpame, que no lo sepa Zero, no quisiera que nos odiara por una tontería que hice.
— Está bien, no voy a decir nada, pero no trates de justificar algo que no debiste hacer. Solo te pido que no vuelva a pasar, ¿de acuerdo? De lo contrario no volveré a salir contigo, antes que cualquier persona está mi perrito.
— Me parece justo, ¿vienes a sentarte? Solo voy a contarte lo que sucedió, te lo prometo.
— Vale, te escucho.

Tomo asiento de nuevo ahora tomando un poco más de distancia, no me siento cómodo con el beso que me ha dado, es algo que no puedo dejar pasar por alto, simplemente le doy a Zero su lugar, no importa si está o no está, él confía en mí y debo hacer todo para ser digno de esa confianza.

[Nilo]
Es justo como lo esperaba, tiene unos labios tibios que se pueden disfrutar, si gran cuerpo llena de calidez, esos grandes pectorales, sus fuertes brazos, es perfecto. Tendré que ser más discreto, realmente se siente enamorado de Zero, pero veamos por cuanto tiempo.

Siempre es igual, solo es momento de esperar a que se le pase esa etapa donde todo es color de rosas, se prometen cosas, vivir juntos, viajes, casarse, pero cuando pasa el tiempo se empiezan a aburrir, dicen que la primera vez se les hace difícil cuando engañaron, más con el tiempo se vuelve costumbre hasta que te dejan herido y preguntando qué es lo que hiciste mal.