Hasta pronto.

142 22 6
                                    

[Zero]
Al parecer Bastián ya tendrá que retirarse, el aviso fue bastante repentino para los dos, de hecho estábamos durmiendo cuando sonó su celular, yo solo desperté porque estaba dormido sobre su pecho y al moverse fue inevitable abrir los ojos, cuando miré su rostro pude notar la felicidad, eso es algo que me hace sentir bien, lo voy a extrañar, pero tendré que ser paciente para volverlo a ver frente a mí:
— Perrito, ¿quieres venir conmigo?
— Si voy contigo tendremos que caminar o algo así, sabes que no sé conducir.
— Mientras más tiempo pasemos juntos mejor.

No lleva muchas cosas en su maleta, dice que conseguirá más ropa allá, tal vez necesite adaptarse a su entorno. Al salir de casa puedo ver la cola de mi lobo agitarse, debe estar emocionado, yo no puedo evitar soltar un suspiro profundo:
— ¿Pasa algo, perrito?
— No te preocupes, todo está bien.
— Te conozco, sé que no todo está bien. Oh, entiendo, es porque me voy, ¿cierto?
— No puedo mentir, es porque te voy a extrañar.
— También te voy a extrañar, puede que esté emocionado por este viaje, pero realmente sería más emocionante si pudiera estar a tu lado.
— Tienes tu trabajo y yo el mío, pero nos volveremos a ver pronto... espero.

Besa mi frente y frota su mano después despeinando mi cabeza:
— Peu importe la distance, je t'aimerai toujours, tu seras toujours dans mon cœur et mes pensées. No importa la distancia, siempre te amaré, siempre estarás en mi corazón y pensamientos.
— Aww amo cuando me hablas en francés, cuando regreses podríamos hacer travesuras mientras tu me hablas así.
— Dalo por hecho, mientras pueda tenerte feliz mi perrito lindo.

Seguimos caminando, toma mi mano mientras en la otra lleva su maleta, por suerte es de rueditas por lo que puede llevarla por el suelo sin problemas:
— Perrito, ¿qué harás mientras no estoy?
— Tal vez salga con Mark, volverá de su viaje pronto, y pues obvio voy a estar pendiente de poder hablar contigo.
— Ten en cuenta que nuestros horarios serán diferentes, pero voy a hacer lo posible para pasar tiempo contigo.
— Me encantaría, y bueno, también estoy pensando en ir a las clases de pintura, ¿estaría bien?
— Es perfecto, podría mandarte dinero para que puedas tomar las clases.
— Para nada, lo que me paga tu padre es más que suficiente, de hecho es más de lo que podría esperar, y ya que haces mucho por mí tengo algunos ahorros.
— Me alegro mi perrito, aún así no dejaría de apoyarte, contigo no me limito para nada.

Me aferro a su brazo:
— Lo sé bien, eres el mejor novio del mundo.
— No, ese eres tú.
— Ambos por igual, mi lobito lindo.

Llegamos frente al aeropuerto, la hora de despedirnos de acerca, no puedo con el sentimiento, empiezo a llorar abrazando fuerte a Bastián:
— Tengo que partir, perrito, es difícil despedirme de ti.

No quiero que se vaya, las cosas empezaban a mejorar entre nosotros, pero no puedo ser egoísta en hacer que se quede:
— Prométeme que regresarás con bien, no quiero que nada te pase.
— Lo estaré, quiero que me prometas que estarás bien. Ya que mi padre empieza a cambiar acércate a él si necesitas algo, primero llámame y yo hablaré con él, te estaré cuidando de alguna manera o de otra, no te voy a abandonar.
— Nunca lo has hecho, sé que no lo harás, por cierto, te traje esto.

De mi bolsillo saco un par de pulseras de plata, le doy la que tiene el dije de un corazón rojo junto al yang, que en vez de tener el típico punto negro de esta mitad es una huella de lobo, pero de la huella que se habla de nuestros antepasados, cuando éramos cuadrúpedos.

El mío tiene igual un corazón, pero con el símbolo del yin, con la misma huella en, pero en blanco e igual un corazón rojo:
— No olvides que siempre vamos a estar conectados, Bastián, te llevaré en mi corazón sin importar que tan lejos te vayas, sea de día, sea de noche, estés cerca o lejos, no dejaré de amarte.
— Zero, este es el detalle más lindo que me han dado, gracias por esto, lo voy a cuidar muy bien, créeme que eres la persona más importante en mi vida.

Nos damos un beso sosteniendo nuestras mejillas de manera mutua, es difícil despedirme de mi lobo, no quiero estar lejos de él, es mi todo.

[Bastián]
Es difícil tener que irme, si no fuera por el apoyo incondicional que me da no me hubiera animado a seguir con este viaje, tengo mucho que agradecer por haberme encontrado con el perrito más lindo de todos.

Nos separamos lentamente, empiezan a llamar por los altavoces que debemos de abordar el avión, antes de irme abrazo a Zero. Cuando me doy la vuelta para subirme siento que Zero me detiene por la cola, al mirarlo está llorando, le es difícil decir adiós, no lo culpo, a mí también. Me acerco a limpiar sus lágrimas:
— No me voy otra siempre, volveré, lo prometo, y tendré más amor para darte.
— ¿Lo prometes?
— Es una promesa.

Nos damos un último beso, este es un poco más rápido ya que me dicen que ya debo abordar en el avión:
— Ya me voy mi perrito, cuídate mucho, no olvides cuánto te amo.
— Te deseo lo mejor, te estaré esperando con ansias, te amo, no olvides llamarme cuando llegues, no importa si es de día o de noche, estaré feliz de escuchar tu voz.

Me dirijo al avión mirando a mi perrito con sus orejas hacia abajo, su linda colita entre sus piernas y sus ojitos criztalizados, me rompe ver esta escena, jamás pensé que haría llorar a Zero, pero no le estoy haciendo daño, solo es el sentimiento de estar separados, y regresando le voy a proponer matrimonio.

[Zero]
El avión a despegado, ya no tengo nada qué hacer más que volver a casa, salgo del aeropuerto mirando al cielo:
— Nos vemos pronto, lobito.
— Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?

Al mirar hacia donde escucho la voz femenina veo que es Alaia:
— ¿Qué es lo que quieres?
— Estaba de casualidad por aquí, verte llorar es el mejor espectáculo de todos, más después desde que me engañaron haciéndome creer que ustedes dos ya no estaban juntos, ¿dónde dejaste a ese intento de lobo?
— No vas a hablar mal de Bastián, y él ya no está aquí, se ha ido.
— ¿Qué?
— No importa, no tengo ningún pendiente contigo, adiós.

[Alaia]
Ese maldito niño se retira, ¿se fue Bastián? Pero tenía planes para separarlos, no puede irse solo así, no podré hacer nada para deshacer esa relación mientras estén lejos. Bueno, espero que el tiempo haga lo suyo y le pierda el interés, de esa manera ese gato pulgoso, tendré que hablar con él para saber si se le ocurre algo para esta situación.

[Bastián]
Estando en las alturas no dejo de mirar por la ventana, a pasos acelerados me estoy separando de mi perrito, pero el ver esta pulsera que me ha dado sé que nunca estaré lejos de él, siempre vamos a estar conectados, aunque esté a kilómetro y kilómetros de distancia lo llevare en el corazón.

Hemos pasado por diferentes situaciones, nuestro noviazgo no ha sido fácil, aún así no nos hemos dejado, espero que si está con Mark lo puedo cuidar para que nada me pase, y que mi padre le ayude en lo que necesite, eso me haría sentir tranquilo, yo me puedo cuidar por mi cuenta, sé que Zero no es ningún débil, pero no puedo evitar sentirme protector con mi lindo novio.

[Zero]
No voy a dejar que esa terrible casualidad con Alaia me arruine el día, suficiente tengo con la partida de Bastián. La casa estará muy vacía sin él, esas tardes de esperarlo serán eternas, ñas noches más frías, pero no perderé el amor por mi lobo, aunque no esté a mi lado tengo que seguir haciendo todo para que nuestro amor crezca, como debe de ser.

Una vez que llego y entro a casa se siente ese aire tan diferente, aún queda el dulce aroma que utiliza cuando se arregla, en el sofá veo una caja, tal vez la dejó antes de irse sin darme cuenta.

La tomo, abro esa caja y es un collar, me sonrojo ante la idea de usarlo ya que es pegado al cuello, color negro, tiene una nota:
"Perrito, es un pequeño detalle, no sé si te vaya a gustar, pero lo es un regalo de buena intención, espero siempre me sientas cerca, te amo".

Siempre será así, abrazo ese collar, amo todos sus detalles, no tiene mucho de haberse ido y ya lo extraño.

El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora