Estrellas.

243 27 5
                                    

[Zero]
Estamos llegando a un bosque, he tenido algunos días de vacaciones, no entiendo la razón, pero quiero aprovechar los días para estar con Bastián y cumplir su sueño, todo el camino ha estado emocionado con esto y lo entiendo, ojalá la pasemos bien. Mientras conduce yo miro por la ventana sin dejar de conversar:
— Por cierto, ¿por qué tu padre me dio vacaciones?
— Por dos motivos, el primero, hasta él sabe lo pesado que es trabajar a su lado, así que tiene que dar un respiro a quien llegue a soportarlo.
— Aunque creo que he estado mucho tiempo, ¿por qué otra me dejaría descansar?
— El segundo es que tiene periodos de cierre con sus actividades cada semestre, o sea, en seis meses más volverás a tener descanso. Tiene todo su tiempo calculado, así que no te va a afectar.

Me da alivio saber que no es por algo malo:
— Es considerado de su parte... creo, y una cosa más, volviendo voy a salir con Mark.
— ¿Qué? ¿Por qué?
— Lo he notado muy diferente cada que voy por el pedido de tu padre, siento que ha perdido algo de se luz, no quiero que se sienta mal.
— De acuerdo, no tengo muchos planes, tal vez esté en el gimnasio o te espere en casa.

Beso su mejilla:
— Sigues siendo muy especial para mí, después de todo, eres mi novio.
— Me haces feliz recordando eso.

Llegamos, es un lindo atardecer aquí, aunque por la hora no creo que podamos hacer mucho de momento:
— Supongo que debemos de poner la tienda de campaña antes de que el sol se ponga.
— Así es mi perrito, ¡yo la quiero poner! Mientras tanto, ¿podrías buscar algo de leña para hacer una fogata?

Es lindo cuando está entusiasmados, asiento para después ir a buscar, después de unos pasos me detengo para verlo a cierta distancia, tiene una gran sonrisa agitando su cola buscando las piezas y el instructivo para armar la tienda.

Después de haber buscado algunas ramas del suelo, Bastián ya tenía preparada la tienda y un lugar para hacer la fogata. Debo decir que, a pesar de nunca haberlo hecho, demuestra habilidad.

Estamos frente al fuego, el sentado detrás mío abrazado de mi abdomen:
— ¿La estás pasando bien, perrito?
— Sí, me gusta, y sé muy bien que ha ti también.
— Esto es muy emocionante, no creo poder dormir pronto aunque ya se haya metido el sol.
— ¿Quieres hacer algo mientras te da sueño?
— Si no tienes problemas, solo quiero ver las estrellas.
— Como gustes, amor.

Nos recostamos en el suelo sobre una manta para ver las estrellas, el cielo se mira hermoso:
— Vaya, nunca había visto un cielo así, muy iluminado por tantas estrellas.
— Es normal, en la ciudad tantas luces de edificios, casas, no dejan disfrutar de estas vistas únicas, también estoy sorprendido de ello, pero siendo honesto, ni todas esas estrellas juntas son tan lindas como tú mi perrito.

Mi mirada se enfoca ahora en Bastián, también me está mirando a los ojos, tienen un brillo especial, lentamente nos acercamos hasta llegar a un beso, nos dejamos llevar por la pasión cerrando los ojos, llegamos a un punto en que empieza a tocar debajo de la camisa lo que me hace separarme sonrojado:
— ¿Q-Qué haces?
— ¿Te gustaría llegar más lejos esta noche?

¿En serio me lo está pidiendo? Para ser honesto... no tengo mucho control ahora, me siento seguro en sus brazos:
— S-solo... tómalo con calma, nunca he hecho esto.
— Déjalo en mis manos, si quieres que pare puedes decirme.

Con ternura empieza a besar lentamente mi cuello, hace que quede debajo de él sobre la manta, baja para dar besos en mi abdomen subiendo mi camisa lentamente hasta quitármela, también quito la suya a la vez que me ayuda... wow... nunca lo había visto así, tiene un torso muy marcado y sus grandes pectorales, me hace sonrojar:
— Je, je, ¿te gusta lo que ves, perrito?
— S-sí, te ves muy bien.
— Tú también, eres muy hermoso.

Empieza a besarme de nuevo, pongo mis brazos alrededor de su cuello, puedo sentir sus manos bajando mi pantalón junto a mi ropa interior, me aferro a él con más vergüenza poniendo mi cola en medio.

Se separa de mí un momento, me cuesta abrir los ojos, cuando logro hacerlo el ya está desnudo viéndome:
— ¿Podrías mover tu linda cola? Me gustaría apreciar tu hermoso cuerpo por completo.

Sin decir nada lentamente retiro mi ola sintiéndome avergonzado, siento como arde mi cara de pena ya que puedo ver su gran cuerpo comparado con el mío:
— T-tu miembro... se ve grande.
— ¿Me ayudas a ponerlo duro?

Está en cuatro sobre mí de manera invertida, me hace dar algunos suaves jadeos cuando siento su lengua sobre mi pene, su miembro está colgando sobre mi rostro, sin poder ver lo que hago empiezo a meterlo a mi boca, lentamente va creciendo hasta estar totalmente duro al igual que yo, solo que el suyo es de color blanco con una punta que es algo roja.

Mientras sigo escucho un quejido de Bastián lo que hace que me detenga:
— Perrito, cuidado con los dientes.
— L-lo siento, es muy grande y grueso, ¿cuánto mide?
— No estoy seguro, nunca lo he medido.

Miro hacia arriba y puedo ver como pasa incluso la altura de su ombligo más no veo bien hasta dónde llega desde este ángulo, sus bolas igual se ven grandes e irradian calor:
— T-trataré de tener más cuidado.

Vuelvo a intentarlo teniendo cuidado con los dientes, algo me hace estar tenso, siento como Bastián desliza lentamente sus dedos llenos de saliva por mi entrada, mis gemidos son ahogados por su gran miembro ocupando mi boca sin entrar del todo, trato de cerrar las piernas mientras que él continúa con una combinación de insistencia y delicadeza hasta que logra introducirlos.

En este momento siento que estoy llegando a mi limite, antes de venirme, Bastián saca su miembro de mi boca, se encuentra jadeando, ahora se posiciona de rodillas frente a mí levantando y separando mis piernas:
— Espero que estés listo mi perrito, voy a ir con calma.

Lentamente coloca su miembro en mi entrada mientras se inclina, mis piernas rodean su cintura, siento un dolor grande lo que me hace dar quejidos, pero a la vez se siente agradable, no puedo describir lo que me hace sentir ahora mismo.

Siento que se ha dentro por un buen rato, eso me hace abrir los ojos:
— Veo que... te sientes mejor... voy a empezar.

Me está besando a la vez que se empieza a mover incluso sus bolas están chocando contra mí, siento que me lleva al cielo con cada movimiento, mi primera vez al lado de mi novio sin nadie que nos pueda interrumpir, sintiendo la confianza de entregarme con amor y pasión.

Se separa de mí, yo solo lo escucho en voz baja con una voz grave entre jadeos en mi oído:
— Eres maravilloso... la estrella más bella del universo... mi lindo perrito... te amo... quiero entregarme a ti y solo a ti.
— Nngh... Bastián... te amo.

Después de un rato se sigue moviendo con intensidad, es una atmósfera agradable estando aquí, el cuerpo de Bastián me da más calor que la fogata, me siento completo cuando está a mi lado. Siento que nuestros latidos se sincronizan, ya no puedo contenerme por más tiempo.

Ambos nos empezamos a venir, siento un calor llenar mi interior haciendo que muerda su cuello, me aferro a Bastián temblando, con un gran jadeo saca su pene, se escucha como algo de su semen sale de mí.

Nos hace girar para dejarme en su pecho, de nuevo siento vergüenza poniendo mi cola en mi entrepierna:
— Ba-Bastián, estamos desnudos al aire libre.
— Perrito, estuvimos así por un buen rato, no te preocupes, no hay nadie cerca, y tampoco quiero estar con nadie que no seas tú, ¿quieres entrar a la tienda?
— Sí, prefiero estar ahí.
— ¿Quieres que durmamos así?

Me sonrojo ante su propuesta:
— S-sí, quiero dormir así contigo.

Se encarga de apagar la fogata, toma nuestra ropa y me lleva en sus brazos, me detengo a ver su cuello algo sangrado:
— P-perdón, parece que te mordí muy fuerte, no me di cuenta.
— Eso me gustó, no te preocupes, sanará, pero en mí siempre habrá algo que me recuerde esta noche. Mi primera vez acampando y mi primera vez haciendo el amor con el amor de mi vida.

De nuevo quedo sobre su pecho dándole caricias:
— Fue una noche muy especial, jamás pensé que esto podría pasar, pero vas más allá de lo que puedo ver, no hay otro como tú.

Nos quedamos abrazados con las piernas entrelazadas al igual nuestras colas, nunca voy a olvidar este momento.

El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].Where stories live. Discover now