Límites.

105 24 1
                                    

[Bastián]
Estoy un tanto molesto con Vincent, gracias a su visita inesperada, Zero no se sintió seguro en nuestra última llamada, debo admitir que quería verlo ser un tanto travieso y hacer cosas con él, pero es más importante que se sienta cómodo ante todo. Lo peor es que el día de hoy saliendo del trabajo quiere estar en un sauna, podríamos estar en otro lado, o sería mejor no vernos, al principio era interesante conocerlo, no aburrirme en este lugar a su lado era interesante, hasta que las cosas se pudieron extrañas, ojalá volviéramos a ese momento donde todo estaba mejor.

Con emoción se acerca a mí lugar de trabajo:
— ¿Estás listo? Es cuestión de minutos para salir, será un momento muy relajante, verás que después tendrás un mejor momento al lado de ese lindo pastor alemán, quiero decir, tu novio es lindo por eso le digo... no que lo vea como algo más, es solo...
— Por favor, no sigas hablando de él, solo estaremos un momento ahí, tengo que arreglar algunos asuntos, ¿de acuerdo?
— Desde luego que sí, no te arrepentirás, pasaremos un rato agradable que tal vez quieras volver en algún momento, puedes tener la confianza de decirme sobre la experiencia.

Supongo que me deja sin opciones, le he aceptado ayer, trato de dar lo mejor para ser educado con Vincent. Al salir decide que iríamos juntos, no tengo mucho que hablar con él, más bien no sé por dónde empezar.

Al llegar parece que él ha tenía todo arreglado, nos dan la llave de unos casilleros para guardar nuestras cosas:
— Bastián, ¿qué piensas de solo andar con una toalla por el lugar?
— Solo es relajarse un momento, no tengo porque sentir algo en especial.
— Bueno, para mí es un poco raro, no había estado así con nadie, ya quería experimentar algo así.
— Bueno, solo no te emociones más de la cuenta.

[Vincent]
Esta es una buena oportunidad, de hecho podría nadar sin la toalla, se siente raro, nunca antes un hombre me ha visto así, he estado con varias mujeres, en esa área vaya que tengo experiencia, de hecho una vez creí que había embarazado a una de ellas, pero en realidad estaba tratando de ponerme una trampa para que estuviéramos juntos.

Al llegar en la sala se sienta Bastián relajándose, yo me mantengo de pie frente a él, no tendré problemas pues he apartado una privada para nosotros solos:
— ¿Por qué no te sientas? Creí que querías venir a relajarte, por cierto, ¿no te parece extraño que estemos solos?
— Vamos, es parte de la diversión, y bueno, no pasa nada si solo somos nosotros. Dime, ¿quién de los dos crees que lo tenga más grande?
— ¿De qué hablas?
— Del pene, alguno de los dos deberá tenerlo más grande he de imaginar.
— No me importa, solo Zero podría verme así.

Me quito la toalla, poniendo mis manos en mi cintura, Bastián se queda sorprendido de lo que hice:
— ¿Qué diablos se supone que estás...?
— Ya deja de preguntarte tantas cosas, somos hombres, no hay nada que deba ocultarte, apuesto a que tienes uno de estos.

Muevo mi cadera hacia el frente y hacia atrás provocando de mi pene se esté balanceando:
— Debes de estar asombrado, aunque duro mide como diecinueve, venga, no me dejes solo.

Trato de quitar su toalla, pero él se aferra y me aparta con un empujón:
— ¿Para eso me trajiste? Pensé que eras hetero, solo quieres estar conmigo, me traes a este lugar queriendo verme desnudo, no me interesa tener relaciones con nadie, amo a mi perrito, para mí no hay otro en el mundo, ¿entiendes?
— Creí que accederías, y no soy gay, o bi, solo quiero saber lo que se siente, siempre hay una primera vez para algo, ¿no es así?
— No, no siempre, pero si es tu caso entonces busca a alguien más, yo me voy de aquí.

Trata de irse por la puerta y lo jalo por la cola, con enojo hace que lo suelte:
— Nunca vuelvas a hacer eso, ¿sabes? Al principio estaba disfrutando de tu amistad, pero ya no más, aunque esté sin nadie más con quien estar el tiempo que me queda no quiero volver a estar contigo, ¿entendido? Pudiste decirme lo que tenías en mente para no llegar a esto.
— ¿Hubieras aceptado?
— No me refiero a eso, quiero decir que al menos seríamos amigos, adiós, Vincent Dupont.

Él se retira, creo que tiene razón, quise tratar de seducirlo como siempre suelo hacerlo, sabiendo que tiene novio quise meterme con Bastián, no respeté su espacio y lo lleve a su límite, ya no quiere verme. Una señora tejón algo mayor de esas pasa frente a la puerta:
— Veo que estás muy solo, ¿necesitas compañía?

Algo avergonzado tomo mi toalla y la vuelvo a poner en mi cintura:
— Esta es un área privada, estoy bien solo.
— ¿Seguro? La puerta estaba abierta y estabas sin toalla, es una invitación a cualquiera que pasara por aquí.
— Sí, no insista que... vaya... me doy cuenta que pude ser irritante, ¿todos se sentirán igual conmigo?
— Tal vez estás un poco loco, nos vemos querido.

Bastián fue bastante tolerante conmigo, debo de disculparme, mi curiosidad no se justifica en lo que estaba haciendo.

[Bastián]
Estando de regreso a casa trato de llamar a Zero, después de un momento me responde:
— ¿Estás bien mi lobito? No es usual que me llames a esta hora.
— Sé que estás en el trabajo, perdona por llamarte, solo que estoy algo desconcertado.
— Dame un momento, no me cuelgues.

Se escuchan algunos movimientos antes de volver a escuchar su voz:
— Lo siento, tu papá necesitaba algo con urgencia, ahora si estoy atento para ti.
— Resulta que, el hombre al que viste en la video llamada, me invitó a un sauna, al estar ahí quiso verme desnudo, incluso me enseñó su miembro diciendo qye duro media diecinueve, pero no te preocupes, le aclaré que no quería nada con él y lo dejé ahí.
— No lo conozco en persona, pero oficialmente lo odio por tratar de hacerte algo así, además, el tuyo es más grande. Dime, ¿qué es lo que te tiene desconcertado?

Suspiro levemente, también me he sonrojado un poco por lo de nuestras medidas, pero es cierto:
— Es solo que... creí que tendría una amistad aquí, para no sentirme tan solo, me refiero a salir en esta ciudad donde no conozco a nadie. Todo terminó de esta manera, aún quedan los cinco meses que están en el contrato.
— Espera, ¿cuándo supiste cuánto tiempo te ibas a quedar?
— Creí que te había dicho, tal vez solo se lo dije a mi padre.
— Bueno, al menos ya sé cuánto tiempo me queda de espera. Sobre el otro asunto, si me hablas sobre ello es porque, ¿te interesa volver a ser su amigo?
— Haría menos tedioso estar aquí, pero odio lo que me hizo.

Piensa por un momento:
— Lo único que se me ocurre es que trates de hablar con él, no ahora mismo, cuando ya no estés enojado. Si coopera para llevarse mejor verás que se soluciona, de lo contrario creo que debería se continuar separado de ti. Si vuelven a ser amigo deja en claro todo lo que te molesta, lo que sí puedes permitir, de esa manera conviven de manera más sana, y su comete otro error te es más fácil saber si quieres seguir siendo su amigo.
— Lo haré, perrito, quisiera tenerte para abrazarte, llenarte de besos y bueno, llegar hasta donde me dejes.
— ¿Estarás solo más tarde?
— Supongo que lo estaré.
— Entonces deberías de prepararte, por cierto, hice una pintura sobre la foto que me has mandado, llegando a casa le doy unos últimos retoques y te lo enseño para que me digas lo que opinas, ¿te parece bien?
— Me encantaría ver eso, bueno, gracias por escucharme, te amo mi perrito.
— Yo a ti lobito, hablamos después, voy a preparar todo está tarde.
— También me voy a preparar.

Terminamos la llamada, pensaré sobre darle una oportunidad a Vincent, las cosas sin duda ya no serán como antes porque rompió mi confianza, y ahora que lo pienso, ¿habrá hecho conmigo mientras dormía? No creo que se atreva a tanto, pero se atrevió a traerme aquí con engaños.

Dejaré de pensar en ello, mi perrito tiene razón, no debo de pensar mientras estoy enojado, solo me voy a molestar más, mejor me voy a concentrar en lo que haremos, quiero ver esa pintura que ha hecho Zero, si sigue yendo a sus clases estoy seguro que va a mejorar mucho.

El Hijo de mi Jefe. [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora