Cuando dos Alfas se encuentran, uno es Omega

Capítulo 22: Jian Songyi tomó la iniciativa hacia él

"Bai Huai, yo tampoco soy un tonto sin corazón. Puedo decir quién me trata bien".

Esta frase se estrelló en el corazón de Bai Huai como una ciruela poco madura exprimida en jugo. Se mordió el labio inferior con tanta fuerza que pudo saborear la sangre que se filtraba por su lengua con ese paladar agridulce.

La cuestión es que si te gusta alguien, aunque tengas cuidado, no puedes ocultarlo.

Apretó sus labios nuevamente mientras se preparaba para decir algo. Después de todo, lo pillaron con las manos en la masa. Pero Jian Songyi volvió a hablar.

"Sé que me has cuidado durante tantos años. No soy insensible al respecto. Aunque no solemos tratar entre nosotros, nuestra relación siempre es diferente a la de los demás. Lo entiendo en mi corazón".

Bai Huai bajó la mirada porque quería preguntarle a Jian Songyi qué lo diferencia de lo que tenemos ahora.

Sin esperar a que preguntara, Jian Songyi habló para sí mismo. 'Como decía mi madre cuando yo era niño, ¿qué hermanos no crecieron peleando? Si no me provocaste para molestarme a propósito, ¿cómo no puedo tomarte como mi mejor amigo?

"....."

'¿Quién carajo es tu hermano?'

'¿Quién va a ser tu mejor amigo?'

Bai Huai miró las dos bolsas de líquido que estaban enganchadas. Está pensando seriamente si esto sería suficiente para ahogar a Jian Songyi si lo presionara lo suficiente.

Sin embargo, esto es lo más sentimental que Jian Songyi le haya dicho jamás.

Al observar la expresión de Bai Huai, parecía no estar muy conmovido con su discurso, por lo que Jian Songyi continuó mientras se frotaba la nariz con torpeza. "Aunque no soy muy bueno hablando, en realidad soy bastante justo. No me gusta deber nada a los demás. Supongo que lo que intento decir es que si eres amable conmigo, yo también recordaré serlo contigo. Sólo en el futuro, ¿podrías dejar de enojarme deliberadamente? Tengo mal carácter y se nota fácilmente en mi cara, pero eso no significa que realmente te odie".

Es difícil decir si este sentimiento es cierto o no.

Pero Bai Huai no esperaba que algún día Jian Songyi fuera el primero en romper el fino hielo entre ellos y tomar la iniciativa de dar un paso hacia él.

Tomó la iniciativa de acercarse a Bai Huai. Con eso le basta y lo demás no le importa tanto.

Después de todo, no puede ser codicioso.

Bai Huai sonríe: "Está bien. Entonces me aseguraré de ser dulce contigo en el futuro. Te convenceré más. ¿Crees que esto está bien?

"¿Quién quiere dejarse convencer por ti?" Jian Songyi entrecerró los ojos y lo miró enojado. Tomó el inhibidor y se dirigió al salón Omega.

Cuando regresó, Jian Songyi trajo una porción de gachas de arroz con lirio y frijol mungo. Es el tipo de papilla que le gusta comer a Bai Huai.

Y por supuesto, nada de azúcar.

Pero Bai Huai tiene ganas de comer algo dulce hoy.

Bai Huai gozaba de buena salud. Después de que le bajó la fiebre, lo observaron durante dos horas. Finalmente, el diagnóstico dijo que no hay ningún problema con él. El médico le recetó casualmente un medicamento para prevenir un resfriado y lo dejó ir.

Jian Songyi tomó el tercer bloqueador. Afortunadamente, su cuerpo había vuelto a la normalidad, pero también tomó otros dos más por si acaso.

Bai Huai observó la forma en que Jian Songyi metió su inhibidor en su bolso. "No sé si un exceso de bloqueadores dañará su salud".