Cuando dos Alfas se encuentran, uno es Omega

Capítulo 51: Los hermanos no se sonrojan cuando miran a sus hermanos

Bai Huai puso su mano contra la glándula de Jian Songyi. Comenzó a acariciarlo suavemente en círculos, trazando formas aleatorias a medida que avanza.

Jian Songyi inmediatamente enderezó la espalda y dijo: "¡No hagas ningún ruido!".

A diferencia de su tono severo habitual, hay algo de pánico real mezclado en él.

Sabiendo lo que estaba pensando, Bai Huai retiró la mano y giró las yemas de los dedos dos veces: "¿No me pediste que te marcara antes? ¿No te gusta esta vez?"

Jian Songyi estuvo bien olvidándose de todo eso, pero tan pronto como lo escuchó de boca de Bai Huai, recordó una vez más ese fatídico día. Fue suficiente para hacerle hervir la sangre.

Pensar que este individuo engreído rechazó su invitación para marcarlo...

Jian Songyi se burló de él: "Todo se debe a ese maldito inductor. Mi cerebro no pensaba con claridad en ese momento. De lo contrario, te habría echado. Yo, Jian Songyi, el grande, he sido rechazado por primera vez. Habrá una segunda vez. Has perdido tu oportunidad. Nunca me marcarás en tu vida, incluso si ya estoy a punto de entregar este corazón".

"¿Eres tan cobarde?"

Jian Songyi se hizo más firme: "Sí, piensa lo que quieras. Soy cobarde. Sólo porque eres un Alfa, piensas que eres genial. Si intentas marcarme, me morderé la lengua hasta morir. Haré imposible que me marques. ¡Recuerda lo que te digo!"

"Ah, eres poderoso".

Bai Huai se rió un poco antes de dejarlo ir y caminar hacia el borde del sofá. Dejó su bolso y luego ordenó sus cosas. "No te preocupes. No haré nada ilegal, así que no te pongas nervioso. Solo quiero que sepas que debes abstenerte de hablar tanto con tu boquita en el futuro. De lo contrario, algún día no sabrás cómo venderte".

Jian Songyi no estaba convencido, como siempre: "¿Tengo una boca pequeña a la que puedes dar órdenes?"

"La verdad es que no hablo mucho. Si no me crees, deberías salir y preguntar si doy órdenes a la gente".

"....."

La verdad es que Bai Huai suele hablar muy poco, normalmente no más de cinco palabras por frase. La última vez, le dijo más de diez palabras a Yu Ziguo, lo que hizo que Yu Ziguo se emocionara durante todo un día.

Entonces, ¿qué le pasa al gran interruptor en su cuerpo? ¿Por qué sólo es implacable con él?

Jian Songyi se torció la muñeca y pensó en pelear.

Pero Bai Huai solo sacó dos bolsas de almacenamiento de su bolso. Se acercó y le dio unas palmaditas en la cabeza a Jian Songyi: "No te preocupes. Incluso si estamos juntos, mientras no quieras, no te marcaré. Me gustas. Mientras te guste, marcada o no, no me importa. Así que no pienses mucho en ello. ¿Lo entiendes? Si lo entiendes, ve a las aguas termales. No dejes que Xu Jiaxing y los demás esperen demasiado".

Jian Songyi sacó sin apretar su bolsa de almacenamiento y obedientemente siguió a Bai Huai fuera de la puerta.

Bai Huai tenía razón una vez más.

Lo que le dijo a Bai Huai sobre la marcación obligatoria fue principalmente una broma para aliviar la atmósfera, solo para intentar hacer feliz a Bai Huai. Pero en realidad, también creía que Bai Huai no haría estas cosas, por lo que solo volvió a enterrar otro agujero para sí mismo.

Pero también está el hecho de que se siente incómodo cada vez que Jian Songyi piensa en marcar.

Siempre que experimente estar en celo, sin duda obedecerá sus instintos y querrá que Bai Huai lo marque. Pero cada vez que está en estado de razón, siente que aún no está preparado. Eso es algo contradictorio por su parte. Jian Songyi no sabe cómo le contará a Bai Huai el problema que tiene entre manos mientras lucha por expresarlo con palabras. Sin embargo, después de burlarse de él, Bai Huai lo dijo directamente, haciendo que su corazón se calentara un poco.