• Parte 3

54 21 1
                                    

Anthony no daba crédito a lo que le había escuchado, no podía ser cierto, no podía haber tanta casualidad, pero, sin embargo, las casualidades existían y las verdades siempre salían a la luz.

—¿Todos estos años estuve criando a mi verdadera hija? —Alzó las cejas y abrió más los ojos.

—Sí, me enteré de que estaba embarazada de ti después de que te habías casado y ya no tenía más nada que hacer en tu vida y menos en una matrimonial, no podía ir y plantarme frente a tu casa y decírtelo. Hubiera sido un problema más grande.

—¿Por qué no me lo dijiste? Si me lo hubieras dicho las cosas podían haber sido muy diferentes. Yo no me habría casado con ella y mucho menos tratar como una basura a Autumn por culpa de Heather y Summer.

—Ya te dije que me enteré de que lo estaba después de que tú te casaras —se puso un poco molesta—. Siempre has sido manipulable, Anthony y aunque hubieras querido plantarte y negarte a casarte con ella, te lo habrían exigido para no manchar el honor de su hija, los padres de tu exesposa siempre fueron quienes manejaban todo en la vida de ella y en la tuya también, aunque no te dieras cuenta. El apellido pesa cuando se tiene poder y Heather no iba a perderte por una insignificante chica de dieciocho años.

—Es verdad que mis suegros eran bastante manipuladores con su hija y lamentablemente ella se convirtió en eso también desde joven —admitió con pesar—. ¿Qué pasó contigo?

—Tuve que mentirles a mis padres en que tenía que ayudar a una amiga en su trabajo a las afueras de Nueva York, se lo creyeron, la verdad fue que sí tenía un trabajo para solventar los gastos y poder mantenerme, pero no existía tal amiga —le confesó—, no me ayudó nadie en el embarazo, mis padres no tenían mucho dinero en ese entonces y no iba a traerles un problema más.

—Y decidiste irte para que no se preocuparan.

—Así es, no estaba en mis planes abortar, así que, decidí lo mejor que pude, cuando nació la crie durante cuatro meses y antes de regresar a la casa de mis padres, te la dejé en la puerta de tu casa. No me enorgullece lo que hice, pero lo preferí antes que me exigieran que la diera a un orfanato.

—¿Quién te aseguraba a ti que yo no iba a hacer lo mismo?

—Nadie, más sabiendo que Heather era manipuladora contigo, pero me arriesgué porque a pesar de que tú te dejabas manejar por ella para cualquier cosa, sabía en lo más profundo de mi ser que no ibas a permitir que la bebé deambulara de orfanato en orfanato.

—Y a Heather no le gustaban las noticias de la prensa cuando esta hablaba mal de ella y su familia —admitió bebiendo un sorbo de su cóctel—, por lo que se tuvo que callar y tratar de criarla, aunque no le gustara, porque prefería eso antes que leer que su apellido estaba relacionado con la policía por dejar a una bebé con ellos para que servicios sociales se encargara.

—Exacto.

—¿Cómo te diste cuenta de que Heather era así? —Unió las cejas y mirándola.

—Saltaba a la vista cuando aparecía en las revistas y televisión. ¿Me equivoqué?

—Para nada —bebió otro sorbo antes de continuar hablando—, lo cierto es que a Autumn le hicimos mucho daño, la hicimos casar con un hombre para poder repuntar la empresa Allister Co., pero nos dio a todos una lección, lo que creímos un beneficio para nosotros, fue un escarmiento, Colin la ama muchísimo y ella a él.

—Lo sé, sé también que tu yerno te abrió los ojos con respecto a Heather y Summer, para que te dieras cuenta lo que le estabas haciendo a nuestra hija.

—¿Cómo sabías eso, Avalon?

—Desde hace varios años que tengo poder y dinero, puedo hacer lo que quiera y eso es contratar a un detective también para que me mantuviera al tanto de todo. Si quería, podía meterme entre ustedes tres y Autumn, pero no me parecía correcto porque ella no necesitaba más problemas en esos momentos que los que ya tenía encima, lo bueno de todo lo que le pasó fue que Colin se puso los pantalones y la sacó de esa casa y tú, que te diste cuenta tarde, pero lo hiciste al fin, de todo lo que le estaban haciendo a nuestra hija y a ti esas dos mujeres, gracias a tu yerno y a Richard.

—No tengo palabras para responderte eso porque es cierto, fui tan imbécil que me dejé llevar por la codicia como ellas dos —se lamentó.

—¿Y si no fueras su padre biológico y yo tampoco su madre, y apareció porque alguien más te dejó la bebé? ¿Qué hubieras hecho? —cuestionó para saber cómo proceder.

—Supongo que lo mismo hasta ahora, en donde las cosas entre nosotros se han arreglado y tenemos una buena relación de padre e hija. Le dije en su momento que no quería que se quitara el apellido porque ese es suyo.

—Entiendo y lo sé también. Por lo menos cuando te abrieron los ojos y supiste la verdad te pusiste los pantalones, porque de lo contrario me habrías decepcionado rotundamente.

—Tenía una buena posición económica, la empresa iba muy bien hasta que me enteré de que mi mejor amigo me había robado el dinero recaudado y todo se vino abajo, dinero que fue robado por Summer.

—Gracias a eso, te enteraste de muchas cosas y principalmente que Autumn es tu hija biológica.

—No sé cómo se lo diré.

—Puedo intentar decírselo yo, por lo menos si tiene que odiar a alguien, que me odie a mí.

—No me lo parece, Avalon —negó con la cabeza.

—Yo creo que es lo más conveniente —bebió de su cóctel—, tú estás bien con tu hija, yo para ella sigo siendo una extraña y si lo sabe, pues, prefiero que odie a alguien que nunca estuvo en su vida que a ti que fue quien la crio.

—Si se entera de tu boca, vendrá a mí a buscar respuestas, la conozco y, sabe que tú y yo nos conocimos cuando éramos jóvenes.

—Es lo más lógico que acuda a ti para tener más respuestas, pero lo principal debes dejármelo a mí, por favor.

—De acuerdo.

Avalon dejó dinero sobre la barra y se puso de pie.

—Las bebidas las pago yo, yo te pedí encontrarnos, si quieres y todo resulta más o menos bien, podrás invitarme a beber algo, pero desde ya te aviso que no necesito de un hombre para que me mantenga.

—No cambiaste en nada, Avalon. Antes eras decidida y pagaste tu cóctel la primera vez que nos vimos.

—Por los viejos tiempos, Anthony —le sonrió y se retiró del bar.

El hombre quedó con una sensación reconfortante al haber aclarado lo que ambos tenían pendiente desde hacía años atrás.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora