Largo Viaje

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—Oh mi niña deja ya las lágrimas, has llorado mucho deberías de sonreír más, es tu boda—el abuelo dice limpiando mis lágrimas, trato de sonreír pero el resultado es terrorífico una mueca de dolor sale de mi boca, siento la mirada fría de Said acribillarne así que abrazo de nuevo al abuelo. No lo veré en semanas.

Me aparto y me acercó a la tía Nora y la tomo fuertemente, mis lágrimas me traicionan de nuevo, al escuchar el susurro de mi tía «se fuerte mi niña», esto lo hago por ellos, necesitamos el medicamento del abuelo. Me aparto y limpio un poco mis lágrimas.

Respiro hondo y me volteo para observar a mi frío esposo, con su mirada recriminatoria y su perfecto rostro.

—Estaré en comunicación todos los días lo prometo, nos veremos pronto—digo rápidamente.

Said toma mi mano y su tacto caliente me hace estremecer, este hombre me matará. Su altura y elegancia hace que me sienta fuera de línea. Al salir del salón volteo, y puedo observar que la misma joven de morado de hace unas horas me mira fríamente. Que extraño.

—Said puedo te puedo pedir un favor? Digo deteniendome en el frío pasillo del hotel
—Sí—veo que me mira con duda, oh este hombre.
—Al salir de aquí no le avises a mi padre, por favor—digo mirando sus ojos oscuros como la misma noche
—Lía es tu padre, no lo verás en meses—dice mirándome dudosamente
—Lo sé sólo por favor no le avises sobre nuestra partida—digo decidida
—Tú lo ordenaste—dice caminando decidido a la salida.

Me tomo unos minutos en el lavado y me cambio a unos jeans con mis zapatillas New Balance mis favoritas  y un suéter cómodo, será un viaje largo y no haremos paradas.

Mis maletas fueron preparadas por la asistente de la madrastra de Said, ellas sabían los lugares a visitar. Solamente solicitaron mi talla. Cualquier persona diría que esto es bueno, viajar y comprometerse con uno de los hombres más ricos del mundo. Pero no lo es, te aparta de casa de tu refugio, es inseguro no conoces a la persona, Said es frío y difícil de tratar. 

Al ver el auto aparcado mis nervios regresan me iré con Mi esposo lejos de casa, y ni siquiera sé su comida favorita. Al subir noto que Said habla por el móvil. Así que evito mirarlo, en mi mochila saco mi móvil y observo que el reloj marca las 11:00 será una larga noche.

—Lía despierta estamos en el aeropuerto— escucho la voz de Said. Así que no dudo y abro mis ojos, el sueño me domina. Pero algo está ma, veo luces así que parpadeo varias veces y siguen ahí.  Alrededor del auto se encuentra un tumulto de personas con celulares y cámaras. Oh mierda.

—Lía al salir toma mi mano y no te alejes, Kenny y sus hombres estarán detrás toma tus cosas—veo que ordena, así que obedezco aún estoy bajo los efectos del sueño.

Tomo mi mochila, y el pánico se apodera de mi, alrededor del auto se agrupa un puñado de personas tomando fotos y gritando, veo como tocan las ventanas del auto, oh rayos. Kenny abre la puerta de Said y este sale con elegancia del coche, así que me deslizo a Said un poco asustada, veo su mano así que la tomo fuertemente, entrelazo nuestros dedos y la multitud parece enloquecer se abalanzan hacia nosotros y los molestos flashes de las cámaras nos golpean así que observo el suelo y obedezca a Said no me suelto de su grande mano, oh mi Dios nos aplastaran.

Veo como Kenny y los otros grandes hombres de negro hacen un círculo cerca de Said y lo terminan a mis espaldas,  las personas gritan el nombre de Said, y enloquecen con sus cámaras.

Said se acerca a la puerta principal y su ancha espalda se contrae al abrirla, al adentrarnos la seguridad del aeropuerto se encarga de anentrada y no permite el paso de la multitud. Mis nervios siguen de punta y tomó fuerte la mano de Said, avanzamos a rápidamente por los amplios pasillos del aeropuerto, el frío aire nos golpea.

—Lía?—la voz de Said me saca de mis pensamientos—no estás dejando que la sangre circule por mi mano.
—Oh lo Siento, lo siento—digo soltando su mano y sonrojandome, olvidé que ya estábamos dentro del gran aeropuerto.

Se limita a mirarme y me parece ver un rastro de sonrisa en su precioso rostro, aún no entiendo el por qué de su humor. Sé que él tampoco quería comprometerse. Pero n debería estar enojado todo el tiempo.

Coloco mi mochila en mi espalda y camino al paso de Said, es extraño. Hace unas horas era una típica joven de 22 años estudiando en la Facultad y ahora soy la esposa de uno de los petroleros más ricos del mundo. Said también se ha cambiado por algo más cómodo, jeans, zapatillas café, y  una americana del mismo tono, luce impecable y atractivo. Como un árabe atractivo. Y es mi esposo. Desearía conocerlo un poco más. Sé que es el hermano mayor, de los Akram.

Observo que Kenny y sus hombres caminan al lado, la locura de la entrada me dejó con los nervios de punta. Odio las multitudes, veo que Said se detiene y me observa por un segundo y continúa caminando, que extraño.

Al llegar a nuestra sala Said entrega nuestros documentos y nos ingresan a una sala de chequeo, los oficiales nos registran y permiten el paso.

Nos adentramos a la pista, la noche es fría y el viento nos golpea.  Observo un lujoso y grande Jet.

—Umm...Said no tomaremos un vuelo normal—digo deteniendo mis pies, no me gustan los aviones menos estos.
—No, tomaremos mi Jet es más rápido—dice sin mirarme y caminando rápidamente. Estas latas grandes me alteran un poco, y serán varias horas de vuelo. Oh Dios.

Me acerco a la gran lata brillante y coloco mis pies en los escalones de esta, al adentrarme un sobre cargo me saluda en francés, me limito a sonreír. El olor a aromatizante me invade y los nervios regresan al ver que sólo hay dos asientos en el lado derecho y lo que parece ser una cama. Oh rayos.

Observo atentamente a Said esperando su invitación, pero veo que está sumido en su móvil. Así que me acerco y paso a su lado. Puedo escuchar mi corazón latir. Muy rápido y fuerte. Quito mi mochila y me abrocho el cinturón. Será un largo viaje.

—Ya estoy en el Jet, haremos escala en Francia y de ahí partiremos hacia casa, estaré ahí en unas horas, ten listo los papeles, sí a mi lado .—escucho a Said decir.

Al cabo de unos minutos termina la llamada, abrocha su cinturón.

—Lía los planes han cambiado iremos primero a casa, y haremos escala en Francia en unas horas.— oh me limito a decir.

Me dispongo a observar la gran pista iluminada por pequeñas luces, antes que el Jet inicie su vuelo me dispongo a marcar a la tía Nora, pero su buzón de voz me responde.

—Hola tía, espero que estén en casa el vuelo saldrá pronto, apenas pueda comunicarme les contaré que tal l vuelo, dile al abuelo que todo salió bien, los quiero—digo con un hilo de voz, tragando el nudo en mi garganta.

Oh mi Dios acompañamos. Todo el lío del día regresa a mi mente, la cena en la que mi padre decidió hacer este acuerdo, una simple cena rodeada de grandes y serios árabes, Said mirándome con odio, sus hermanos mirándome con asombro ante mis palabras «nunca me casaría con un monstruo como tú», el padre de Said sonriendo con satisfacción ante mi firma de papeles, la indiferencia de Said durante el día, su mirada fría y su atractiva figura volteandose en el altar, trato de creer que sólo serán un par de meses pero sé que no es así.

La extraña mujer de morado hace unas horas también regresa a mi mente, parecía dolida, triste y decepcionada en la cena. Me pregunto que será ella de Said, si un familiar, una amiga o una ex novia. Por su mirada dolida no parecía una amiga.

—Lía— la voz de Said me saca de mis pensamientos. 
—El vuelo será de nueve horas a Francia haremos una pausa y volaremos directo a Dubai
—Genial— digo observando su rostro fingiendo una sonrisa, la idea de viajar a su lado nueve horas será no divertido.
—Sé que nada de esto te agrada pero al llegar a casa finge estar agradecida y cómoda , no es mucho pedir— su comentario me hace voltear de nuevo a su rostro y observar su fría mirada
—Lo haré de eso no hay problema.






MercyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora