Dame una razón

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Al salir de la larga ducha decido dormir inmediatamente, mis ojos ahora son de tono rojo de la sangre, y mis lagrimas aun caen. Le he confesado que lo amo y no ha respondido, ahora su padre quiere un segundo matrimonio, y no ha impedido que Malaria entre a su habitación. Ha tomado una decisión, una muy grande y dolorosa decisión. 

Enciendo la t.v. y coloco el canal de Animal Planet es mi favorito, me adentro a la frías sabanas y su olor aún sigue impregnado en ellas, me volteo para no sentirlo pero es imposible su olor es mi adicción. Cierro mis ojos y me dispongo a dormir. 

NOC NOC NOC

-Adelanteee- una voz ronca y rasposa sale de mi boca 

-Buen Día señora Lía, he traído su desayuno es ajustado a su nueva dieta

-Dieta?

-Sí señora el señor Said ha llamado esta mañana para comunicarse pero usted estaba dormida y no ha querido despertarla y ha enviado su nueva dieta con más hierro y vitaminas, así que dejo sobre su cama la bandeja 

-Gracias Bel- tomo las tostadas y el zumo de naranja

Al terminar todo el contenido de la bandeja tomo una rápida ducha, y coloco mis nuevas Hunter Boots y una camisa de manda larga, trazo mi cabello y salgo de la habitación. 

Me dirijo a los establos y todo parece estar en calma, pero no en mi interior, fuego, destrucción y odio yace en mi. 

-Buen Día joven Lía que hace por aquí?

-Buen Día Joseph estoy haciendo mi trabajo no puedo quedarme en cama siempre ya he faltado un día no soy la que tiene una herida en el estomago 

-Entiendo pero tengo ordenes de no dejarla trabajar en el establo-mierda.

-Muy bien pero no de montar, hoy montaré a Gaia, y no me discutirás nada soy la jefa en este asunto así ahora por favor encillala

-Sí señora-su tono no muy convencido se escucha por el establo y los nervios regresan no he montado sin alguien a mi lado y lo he hecho en caballos menos grandes, Gaia es muy grande. Trato de conservar la compustora, si Said estuviera aquí me mataría pero no lo está se divierte con Malaria. 

De lejos observo como Joseph cuidadosamente saca a Gaia y esta lentamente saca una pata tras la otra, es la segunda vez que la montaría Said ha contratado el mejor domador de mustang del área para que Gaia lograra soportar a alguien en su lomo no estoy segura de esto pero sé que lo deb0 hacer 

-Joven Lía insisto montar a Gaia no es buena idea el clima no está en sus mejores condiciones y el señor Said..-

-Said no está, las decisiones las tomo yo-digo colocando en mis manos los guantes de montadura, y el sudor hace que se dificulte 

Me acerco lentamente y Gaia agita su cuello hacia arriba y abajo, signo de que está ansiosa al igual que yo, tomo las cuerdas que están conectadas hacia su trompa y camino fuera del establo. 

Todo se detiene, los jardineros podando el cesped, las asistentes dejan de barrer los caminos, y los obreros dejan su trabajo al verme salir del establo con Gaia, y sé el por qué. 

-Solo somos tú y yo, no me botes Gaia, relájate shhh-toco su lomo y lo froto camino unos metros acercándome a la división de los terrenos Akram y lo hago. Coloco un pie en el sujetador me impulso y la monto.

-Vamos- lentamente agito las cuerdas pero genera una reacción contraria, en cuestión de segundos Gaia se dispara hacia la cerca, sujeto mis piernas a los lados de su estomago para n caer. 

-Gaia detente- grito pero parece alentarla más, sé que moriré. El frío viento de septiembre me golpea y agita mi  larga trenza, trato de no caer pero la fuerza de los galopes de Gaia me hacen tambalearme. Largos terrenos a la vista, un hermoso sol en su punto más alto, y hermosas vistas. 

MercyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora