Mercy

Eres mi Said

Mi corazón palpita rapido y mis nervios regresan, mis hormonas están alocadas, le he extraño mucho y solo se ido por unas horas. De las camionetas bajan varios guardaespaldas entre ellos Kenny. Seguido de Said, luce más atractivo de lo normal, ha regresado a la ropa casual, pantalones negros, camisa negra arremangada en sus morenos y tonificados brazos, Dios, es muy atractivo. 

El viento agita mi largo cabello, así que trato de respirar este, me he quedado sin respiración, todo lo de anoche regresa a mi mente, de nuevo. Su suave toque, sus palabras, su aroma, su cuerpo grande y fuerte encajando en el mío piel pálida entremezclándose con morena.

Voltea y se detiene me ha observado. Ordena algo a los hombres y estos se alejan, su rostro luce sombrío, serio y preocupado. Oh rayos. 

Me acerco lentamente a su lugar, Said me observa con su mirada de Dragón, evito su mirada observando sus manos, en sus largos dedos porta su alianza de matrimonio. 

-Qué hacas aquí Lía?-dice al acercarme, sin responder me hundo en su torso, y lo abrazo intento decirle que estoy bien. 

-No he querido quedarme arriba-digo cerrando mis ojos y aspirando su aroma, después de unos segundos sus brazos toman mis caderas, y me acerca más a su fuerte cuerpo

-Cuando harás caso a mis ordenes Lía, estas delicada así que subiras a la habitación ahora- dice alejando su cuerpo 

-Estoy bien Said, no estoy enferma ni débil ni delicada, he tomado las píldoras que has dejado en la habitación, han hecho efecto ahora estoy bien- digo sonriendo cerrando mis ojos por la claridad del sol fuerte de Marrakech 

-Han hecho su efecto Lía lo has dicho estabas en dolor y no discutas vamos a la habitación- y sin mas pierdo la batalla y dejo que me guíe a su habitación ahora impregnada por recuerdos . 

Camino en silencio de su mano, su espalda luce contraída sé que algo lo está molestando. 

-Como te ha ido con Arafat

-Bien, ha quitado la sutura antes de tiempo, ha cerrado muy bien la herida tendré que tomar píldoras en caso de molestias, pero no soy el que me preocupa hablaremos en la habitación- y sin mas subimos rápidamente las escaleras pero una voz aclama su nombre. 

-Said- la aspera voz de Fakhir hace que detenga su paso, volteo y a su lado se encuentra Malina, con su mirada de serpiente. 

-Padre Buen Día en un momento bajaré necesito un momento con mi esposa, Buen Día Malina- Said saluda a malaria, esta sonríe peligrosamente y saluda en árabe. 

Said sigue su paso y tomo fuertemente su mano, algo no me gusta. Fakhir quiere destruirme lo sé. 

.........................

-He hablado con Arafat sobre tu estado, le he comentado que anoche has dejado de ser virgen Lía- dice mirándome de pie, he decidido sentarme en la cama que ahora es decorada con sabanas azules

-Que has hecho qué?

-Lo he hecho por tu condición Lía, has sangrado sé que  es normal pero no quiero lastimarte, te ha enviado otras píldoras para el dolor o ardor que puedas sentir- dice mirándome fijamente, mi mirada se pierde en sus elegantes y brillantes zapatillas.

-Estoy bien-digo en un susurro, ha dicho que es lo normal quiere decir que ya lo había observado suceder 

-Lía mírame a los ojos cuando te hablo- dice fríamente, lentamente regreso mi mirada a sus oscuros ojos

-Las tomaré no te preocupes 

-Dilo no te lo guardes Lía- dice ahora poniéndose en cuclillas ahora soy más alta

-No es nada Said regresa con tu padre te necesita- digo lentamente 

-Lía no me iré de aquí hasta que hables-

-No es nada Said.....

-Lía habla ahora- dice secamente 

-Anoche me he entregado en cuerpo Said- pero su expresión cambia y nome permite terminar la oración 

-Te arrepientes Lía eso es lo que pasa por tu cabeza?- rápidamente se aleja y observa por la enorme ventana que da vista a la entrada de la enorme casa, sus manos se colocan en su cadera 

-Porque ya lo he hecho en alma- digo débilmente en la silenciosa habitación

Su cabeza voltea un poco, y su cuerpo de un giro. Su mirada ha cambiado. Su enorme altura me hace verlo hacia arriba, rápidamente se acerca y me besa. Sus manos toman mis mejillas, nuestras bocas se funden en un apasionado beso, su lengua explora con la mía, mis manos toman su cuello y lo acerco más a mi. 

Deja caer su pesado cuerpo sobre el mío, con su mano abre mis piernas lentamente y se coloca sobre estas, pero su peso hace que el molesto ardor en mi interior regrese.

-Ahh- un gemido de dolor  sale en medio de nuestro beso de mi garganta y se detiene abruptamente en un rápido movimiento me hace subirme a su regazo y ahora su espalda esta contra la cama

-Te he lastimado Lía no pretendía hacerlo- dice roncamente 

-No lo has hecho, has sido cuidadoso y te has dejado llevar por la pasión Said-digo apartando mi largo cabello que cae como cortina 

-Te has entregado a mi Lía soy el primer hombre en tu vida y quiero ser el último- rápidamente me acerco a sus labios y dejo un casto beso sobre estos, pero decido acostarme en su pecho, su agitada respiración me hace moverme en coro con su pecho. 

-Qué es lo que te lastima Lía? 

-Said estoy bien déjalo- digo tocando sus fuertes brazos 

-Lía habla por favor- dice en un susurro 

-Eres imposible Said, no es dolor si muevo rápidamente mi cuerpo habrá un tirón en mi interior que me hará detenerme, viene acompañado con un insignificante dolor es solo eso Said, tu lo  has dicho es normal-digo intentando alejarme de su cuerpo pero sus manos me toman y me detienen 

-Tu cuerpo aun no se acostumbra al mío, el dolor es normal Lía lo sé eres pequeña mi cuerpo es lo opuesto, no he sido cuidadoso lo siento Lía- dice besando suavemente mi mano 

-Estoy bien Said- digo en un susurro, 

-Eres hermosa Lía, sabes que anoche me has hecho cambiar de parecer sobre tí

-Perdón? 

-Soy sobre protector Lía ahora que  eres mía cuidaré de ti yo mismo, velaré por tus alegrías, por tus pesadillas, por tu anhelos, eres mía Lía Akram

-Said lo he sido desde que ambos prometimos amarnos en el altar he sido tuya siempre- digo jugueteando con sus manos 

-No te dejaré ir, me has hecho amarte Lía sabes lo grande que es eso no?

-Said has amado seguramente a otras mujeres así que......-interrumpe mi oración 

-No lo he hecho, el único amor de dama que he tenido ha sido el de mi madre, siempre he reservado mis sentimientos hasta que apareciste tu, alocada irrespetuosa con su esposo, torpe, atractiva, ojos castaños brillantes que me hizo derrumbar esa pared de hielo y ahora estoy sin nada porque mi todo eres tu Lía. 

Sus palabras me hacen sonreír y un sentimiento de tranquilidad me invade, rápidamente beso sus labios apasionadamente, sus manos se posan en mi cadera y me acercan más a su cuerpo, mis manos recorren sus botones y quito el primero. Lo deseo de nuevo. El segundo, el tercero, cuarto botón. 

-Lía.....ahhh......detente no lo haré estás lastimada Lía....no-dice roncamente entre beso y beso 

No respondo y muevo de nuevo mis caderas cerca de su centro, dejo al descubierto su tonificado pecho y mis manos recorren de nuevo su lugar favorito.

-Lía detente no te haré más daño aléjate por favor- dice besando mis labios, pero esta vez el dolor no me importa quiero hacerlo de nuevo. Quiero que Said me haga suya de nuevo.